viernes, 2 de septiembre de 2016

EL AÑO DE LA REMISIÓN – Breve comentario y análisis - Parte 01

  
EL AÑO DE LA REMISIÓN – AÑO SABATICO – SHEMITTA
Parte 01


DEUTERONOMIO 15
  



Deuteronomio 15:1-2
15:1 Cada siete años harás remisión.
15:2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová. 
Concordancias:
Éxodo 23:10 y Levítico 25:1



CONTENIDO DEL ESTUDIO:
1.    Breve comentario
2.    Análisis del año sabático (shemitta)
3.    Una advertencia para la avaricia e insensibilidad
4.    El Plan Divino: La libertad de la Humanidad
5.    El descanso agrícola.
6.    Enfoque histórico
7.    Una sombra de lo que habría de venir: El Nuevo Nacimiento
8.    Consecuencias de su incumplimiento
9.    Resumen



1.    BREVE COMENTARIO:



Año sabático: Cada 7 años, Israel celebraba un año sabático para los campos. Se trataba de un descanso para la tierra de cualquier cultivo. Otros nombres para esta fiesta eran reposo para Yahweh, año de reposo, año de remisión y año séptimo… El año sabático, al igual que el año de Jubileo, comenzaba el primer día del mes de Tisri (mes de Octubre). Primera de Macabeos 6:49, 53 y Josefo confirman esta celebración.
(Fuente: Diccionario Biblico Ilustrado Holman, B&H Publishing Group)

Asimismo, podemos revisar otras definiciones en distintas fuentes de información como Wikipedia donde indica:

La palabra hebrea šhabbat (שַׁבָּת) significa "el [día] de descanso" y se refiere al cese o descanso de trabajo. A su vez, el sábado también deriva de la misma palabra.

Su origen se remonta a milenios atrás, cuando los hebreos se tomaban el séptimo año de la cosecha para el descanso. El año sabático era una costumbre agrícola muy respetada y permitía dejar la tierra sin trabajar para su reposición, en barbecho, después de 6 años consecutivos de cosecha.

Actualmente, en ciertas instituciones académicas, el año sabático es el período de tiempo que los profesores dedican al estudio, a la investigación o la realización de actividades que conlleven la superación académica. Usualmente se recibe sueldo durante el mismo y también es cierto que existen legislaciones que prohíben o no contemplan esta práctica. También se aplica cuando una persona abandona los estudios por uno o varios años.

(Fuente: Wikipedia)





2.   ANÁLISIS DEL AÑO SABÁTICO (SHEMITTA)



15:1 Cada siete años harás remisión. 
Esta hermosa fiesta del Señor, tenía una periodicidad de 7 años de manera continua. La biblia de mayor difusión en nuestra habla hispana es la Reina Valera, la cual traduce a este singular y hermoso acto de perdón como “remisión”. Si estudiamos más a fondo este vocablo, encontraremos que dicha palabra tiene una connotación médica, la cual denota la ausencia de una enfermedad.

Y si queremos alegorizar este pasaje bíblico, podríamos decir que nuestro Medico por excelencia nos otorga su remisión total de manera perfecta (cada 7 años, indica perfección) y continua (pues esta fiesta era cíclica y de manera repetitiva) todas nuestras enfermedades. Por otro lado, más adelante podremos ver detalladamente que estas “enfermedades” son de índole financiera, social y espiritual.


15:2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová. 
Este perdón era imperativo y no una sugerencia. Lo que indica que era de carácter obligatorio el perdonar. Y los sujetos beneficiados del perdón, según este pasaje bíblico eran todos los deudores. Fíjense que este perdón estaba dirigido de manera general a todos los deudores y no solamente a un sector previamente seleccionado, - aunque el único requisito era ser un “hermano”, es decir, ser un israelita.
Además, a través de una lectura detallada del texto, podremos notar que dicha remisión era pregonada por Jehová mismo y por de los seres humanos. Esta era “la remisión de Jehová”.  




 “15:3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano”.
En este versículo podemos ver claramente donde anteriormente se hacía una distinción entre los hermanos israelitas y los extranjeros gentiles. Asimismo, debemos recordar que la Torá o Ley Mosaica es de aplicación para el pueblo de Israel, mientras no para los gentiles. Por ello las obligaciones y beneficios que emanaba del cumplimiento de los mandamientos de la Ley Divina solo eran de cumplimiento obligatorio para Israel.


Por simple lógica, si la Ley Divina obligaba entre hermanos israelitas al perdón total de sus deudas, nosotros debemos de tener un trato similar para con nuestros hermanos en Cristo. Este es un principio bíblico, inmerso en el propio modelo de oración del Padre Nuestro (Mateo 6:12) y este prácticamente una exhortación sarcástica que hizo el apóstol Pablo en 1era Corintios 6:7 “… ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?” 

El perdón a nuestros hermanos en Cristo, no es solo para con aquellos hermanos que tienen dificultades financieras, sino para con todos sin ninguna distinción en particular y ya mucho se ha hablado por varias personas los múltiples beneficios que tiene el perdón. Muchas veces tratamos de excusarnos y nos olvidamos adrede de este principio básico del perdón y reclamamos o incluso litigamos judicialmente contra nuestros mismos hermanos en Cristo.

15:4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión.
En este versículo, podemos ver claramente dos beneficios: Social y personal, es decir que, con el cumplimiento de este mandamiento, no existirían mendigos y además Jehová derramaría su bendición para todos.

Cada vez que Jehová exige algo, pide, reclama u ordena es para que a la postre nos vaya bien. Y este versículo no es la excepción a la regla, ya que podemos notar que este versículo promete bendición al pueblo, sociedad, comunidad. Es decir que nuestro alrededor no padecerá pobreza y no veríamos en las calles personas menesterosas pidiendo limosna.

El simple hecho de que un prestamista perdone las deudas a sus prestatarios es una gran ventaja a nivel social. Imagínese que los bancos, a nivel mundial, perdonen todas sus acreencias, ¿el mundo no se volvería un paraíso? Por supuesto que sí, ya que la gente pobre y endeudada tendría reposo y no estaría “eternamente” trabajando esclavizado para pagar deudas impagables cargadas de intereses moratorios y leoninos. Esto nos hace reflexionar lo sabio y amoroso que es nuestro Creador, al desear un mundo perfecto e ideal, en donde no existan pobres por toda su vida. Con el anuncio de la llegada del Año Sabático, los deudores podrían tener reposo y podrían iniciar nuevamente sus vidas desde “cero” sin preocupaciones, podrían trabajar para reiniciar sus vidas, comprar sus bienes propios. Este era el plan autentico de nuestro Creador: Un mundo perfecto para el hombre. Sin embargo, veremos en la historia, que el egoísmo del hombre estuvo arraigado en su corazón desde tiempos muy antiguos e inmemoriales, desobedeciendo la voluntad divina e impidiendo que los planes, propósitos y bendiciones del Eterno se derramen en la humanidad.

El perdón financiero no era el único beneficio que traía, sino también trae una bendición a nivel personal ya que Jehová prometía bendecir con abundancia dentro de tu país, tierra, ciudad “… porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión.”

15:5 Si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.
Dios nos exhorta y ordena a escuchar fielmente su voz. La palabra fiel denota, libre de infidelidades y sin medias tintas. De manera clara imperfecta y continua, es decir no podemos perdonar “algunas veces sí y otras veces no”. Además, notemos que la memoria humana es muy frágil y muchas veces no nos ayuda a cumplir cabalmente esta orden divina. Por ello es necesario una constante retroalimentación para no olvidarnos que esto debe de ser cumplido y para ello también es necesario tener un corazón dispuesto a obedecer. De nada nos serviría que estudiáramos constantemente esta ordenanza divina, si es que hacemos caso omiso y no perdonamos a nuestros deudores.

15:6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestaras entonces a muchas naciones, más tu no tomaras prestado, tendrás entonces a muchas naciones, mas tu no tomaras prestado, tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
Una vez más se repite la bendición que el Eterno hizo a Abraham; bendecirlo sobremanera, de manera que poseas la puerta de sus enemigos. Estaba en los propósitos divinos una bendición sobrenatural, puesto que para tener un nivel de riqueza para prestar a los demás, es necesario que primeramente haya suplido con pagar todas mis necesidades primarias. Y no solamente tener riquezas para prestar a los demás, sino hasta el nivel de tener dominio sobre ellos.

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