EL AÑO DE LA REMISIÓN – AÑO SABATICO – SHEMITTA
Parte 01
Parte 01
DEUTERONOMIO 15
Deuteronomio 15:1-2
15:1 Cada siete años harás
remisión.
15:2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová.
15:2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová.
Concordancias:
Éxodo 23:10 y Levítico 25:1
CONTENIDO DEL ESTUDIO:
1. Breve
comentario
2. Análisis del
año sabático (shemitta)
3. Una
advertencia para la avaricia e insensibilidad
4. El Plan
Divino: La libertad de la Humanidad
5. El descanso
agrícola.
6. Enfoque histórico
7. Una sombra de
lo que habría de venir: El Nuevo Nacimiento
8. Consecuencias
de su incumplimiento
9. Resumen
1. BREVE
COMENTARIO:
Año sabático: Cada 7 años, Israel celebraba un año
sabático para los campos. Se trataba de un descanso para la tierra de cualquier
cultivo. Otros nombres para esta fiesta eran reposo para Yahweh, año de reposo,
año de remisión y año séptimo… El año sabático, al igual que el año de Jubileo,
comenzaba el primer día del mes de Tisri (mes de Octubre). Primera de Macabeos
6:49, 53 y Josefo confirman esta celebración.
(Fuente: Diccionario Biblico Ilustrado Holman,
B&H Publishing Group)
Asimismo,
podemos revisar otras definiciones en distintas fuentes de información como
Wikipedia donde indica:
La
palabra hebrea šhabbat (שַׁבָּת) significa "el [día] de descanso" y se
refiere al cese o descanso de trabajo. A su vez, el sábado también
deriva de la misma palabra.
Su origen se remonta a milenios atrás, cuando los hebreos se tomaban el séptimo año de la cosecha para el descanso. El año sabático era
una costumbre agrícola muy respetada y permitía dejar la tierra sin trabajar
para su reposición, en barbecho, después de 6 años consecutivos de cosecha.
Actualmente, en ciertas instituciones académicas, el año sabático es el
período de tiempo que los profesores dedican al estudio, a la investigación o
la realización de actividades que conlleven la superación académica. Usualmente
se recibe sueldo durante el mismo y también es cierto que existen legislaciones
que prohíben o no contemplan esta práctica. También se aplica cuando una
persona abandona los estudios por uno o varios años.
(Fuente: Wikipedia)
2. ANÁLISIS DEL AÑO SABÁTICO (SHEMITTA)
15:1 Cada siete años harás
remisión.
Esta hermosa fiesta del Señor, tenía una
periodicidad de 7 años de manera continua. La biblia de mayor difusión en
nuestra habla hispana es la Reina Valera, la cual traduce a este singular y
hermoso acto de perdón como “remisión”. Si estudiamos más a fondo este vocablo,
encontraremos que dicha palabra tiene una connotación médica, la cual denota la
ausencia de una enfermedad.
Y
si queremos alegorizar este pasaje bíblico, podríamos decir que nuestro Medico
por excelencia nos otorga su remisión total de manera perfecta (cada 7 años,
indica perfección) y continua (pues esta fiesta era cíclica y de manera
repetitiva) todas nuestras enfermedades. Por otro lado, más adelante podremos
ver detalladamente que estas “enfermedades” son de índole financiera, social y
espiritual.
15:2 Y esta es la manera de la
remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con
el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano,
porque es pregonada la remisión de Jehová.
Este perdón era imperativo y no una sugerencia. Lo
que indica que era de carácter obligatorio el perdonar. Y los sujetos
beneficiados del perdón, según este pasaje bíblico eran todos los deudores.
Fíjense que este perdón estaba dirigido de manera general a todos los deudores
y no solamente a un sector previamente seleccionado, - aunque el único
requisito era ser un “hermano”, es decir, ser un israelita.
Además,
a través de una lectura detallada del texto, podremos notar que dicha remisión era
pregonada por Jehová mismo y por de los seres humanos. Esta era “la remisión de Jehová”.
“15:3 Del extranjero demandarás el
reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano”.
En
este versículo podemos ver claramente donde anteriormente se hacía una
distinción entre los hermanos israelitas y los extranjeros gentiles. Asimismo,
debemos recordar que la Torá o Ley Mosaica es de aplicación para el pueblo de
Israel, mientras no para los gentiles. Por ello las obligaciones y beneficios
que emanaba del cumplimiento de los mandamientos de la Ley Divina solo eran de
cumplimiento obligatorio para Israel.
Por simple lógica, si la Ley Divina obligaba entre
hermanos israelitas al perdón total de sus deudas, nosotros debemos de tener un
trato similar para con nuestros hermanos en Cristo. Este es un principio
bíblico, inmerso en el propio modelo de oración del Padre Nuestro (Mateo 6:12)
y este prácticamente una exhortación sarcástica que hizo el apóstol Pablo en 1era Corintios 6:7 “… ¿Por qué no sufrís más bien
el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?”
El
perdón a nuestros hermanos en Cristo, no es solo para con aquellos hermanos que
tienen dificultades financieras, sino para con todos sin ninguna distinción en
particular y ya mucho se ha hablado por varias personas los múltiples
beneficios que tiene el perdón. Muchas veces tratamos de excusarnos y nos
olvidamos adrede de este principio básico del perdón y reclamamos o incluso
litigamos judicialmente contra nuestros mismos hermanos en Cristo.
15:4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te
bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para
que la tomes en posesión.
En
este versículo, podemos ver claramente dos beneficios: Social y personal, es
decir que, con el cumplimiento de este mandamiento, no existirían mendigos y
además Jehová derramaría su bendición para todos.
Cada vez que Jehová exige algo, pide, reclama u
ordena es para que a la postre nos vaya bien. Y este versículo no es la
excepción a la regla, ya que podemos notar que este versículo promete bendición
al pueblo, sociedad, comunidad. Es decir que nuestro alrededor no padecerá
pobreza y no veríamos en las calles personas menesterosas pidiendo limosna.
El simple hecho de que un prestamista perdone las
deudas a sus prestatarios es una gran ventaja a nivel social. Imagínese que los
bancos, a nivel mundial, perdonen todas sus acreencias, ¿el mundo no se
volvería un paraíso? Por supuesto que sí, ya que la gente pobre y endeudada
tendría reposo y no estaría “eternamente” trabajando esclavizado para pagar
deudas impagables cargadas de intereses moratorios y leoninos. Esto nos hace
reflexionar lo sabio y amoroso que es nuestro Creador, al desear un mundo
perfecto e ideal, en donde no existan pobres por toda su vida. Con el anuncio
de la llegada del Año Sabático, los deudores podrían tener reposo y podrían
iniciar nuevamente sus vidas desde “cero” sin preocupaciones, podrían trabajar
para reiniciar sus vidas, comprar sus bienes propios. Este era el plan
autentico de nuestro Creador: Un mundo perfecto para el hombre. Sin embargo,
veremos en la historia, que el egoísmo del hombre estuvo arraigado en su
corazón desde tiempos muy antiguos e inmemoriales, desobedeciendo la voluntad
divina e impidiendo que los planes, propósitos y bendiciones del Eterno se
derramen en la humanidad.
El
perdón financiero no era el único beneficio que traía, sino también trae una
bendición a nivel personal ya que Jehová prometía bendecir con abundancia
dentro de tu país, tierra, ciudad “… porque Jehová te bendecirá con
abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes
en posesión.”
15:5 Si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y
cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.
Dios nos exhorta y ordena a escuchar fielmente su
voz. La palabra fiel denota, libre de infidelidades y sin medias tintas. De
manera clara imperfecta y continua, es decir no podemos perdonar “algunas veces
sí y otras veces no”. Además, notemos que la memoria humana es muy frágil y
muchas veces no nos ayuda a cumplir cabalmente esta orden divina. Por ello es
necesario una constante retroalimentación para no olvidarnos que esto debe de
ser cumplido y para ello también es necesario tener un corazón dispuesto a
obedecer. De nada nos serviría que estudiáramos constantemente esta ordenanza
divina, si es que hacemos caso omiso y no perdonamos a nuestros deudores.
15:6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestaras
entonces a muchas naciones, más tu no tomaras prestado, tendrás entonces a
muchas naciones, mas tu no tomaras prestado, tendrás dominio sobre muchas
naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
Una
vez más se repite la bendición que el Eterno hizo a Abraham; bendecirlo
sobremanera, de manera que poseas la puerta de sus enemigos. Estaba en los
propósitos divinos una bendición sobrenatural, puesto que para tener un nivel
de riqueza para prestar a los demás, es necesario que primeramente haya suplido
con pagar todas mis necesidades primarias. Y no solamente tener riquezas para
prestar a los demás, sino hasta el nivel de tener dominio sobre ellos.
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