La dificultad para respirar, o falta de aire, ocurre cuando una persona tiene problemas para inhalar suficiente aire. Puede variar de moderado a severo.
El término médico para la dificultad para respirar es disnea. A pesar de ser común, puede ser una experiencia incómoda y estresante. Afortunadamente, cuando no es una señal de una afección más grave, suele controlarse en casa.
Este artículo explora algunos remedios para aliviar la dificultad para respirar que se pueden probar en casa. También observamos las causas de la falta de aire y cuándo se debe consultar a un médico.
Cuando las personas saben la causa de su dificultad para respirar y no es una emergencia médica, pueden probar algunos tratamientos en su casa.
Los siguientes ejercicios pueden ayudar a tratar la falta de aire en casa:
1. Respiración profunda
Respirar profundamente a través del abdomen puede ayudar a controlar la falta de aire. Para hacerlo en casa, deberán:
- recostarse y poner sus manos sobre el abdomen
- respirar profundamente por la nariz, expandir el abdomen y dejar que los pulmones se llenen de aire
- sostener la respiración por un par de segundos
- exhalar lentamente a través de la boca, vaciando los pulmones
- repetir estos pasos durante 5 a 10 minutos
Este ejercicio se puede hacer varias veces al día, o cada vez que la persona experimente dificultades para respirar. Es mejor seguir respirando de manera lenta, fácilmente y profundamente en lugar de hacerlo en forma rápida.
2. Respiración con los labios fruncidos
Otro ejercicio de respiración que puede ayudar a aliviar la falta de aire es la respiración con los labios fruncidos.
La respiración con los labios fruncidos ayuda a reducir la falta de aire al bajar el ritmo de la respiración. Esto es particularmente útil si la falta de aire es causada por ansiedad.
Para probar la respiración con los labios fruncidos en casa, la persona deberá:
- sentarse erguida en una silla con sus hombros relajados
- presionar sus labios, dejando un espacio entre ellos en el medio
- inhalar por la nariz por un par de segundos
- exhalar suavemente a través de sus labios fruncidos durante cuatro segundos
- inhalar y exhalar de esta manera durante 10 minutos
Las personas pueden probar este ejercicio en cualquier momento en que sientan falta de aire y repetirlo durante el día hasta sentirse mejor.
3. Encontrar una posición cómoda y con apoyo
Encontrar una posición cómoda y con apoyo para pararse o recostarse puede ayudar a relajarse y respirar. Si la ansiedad o un esfuerzo excesivo son las causas de la falta de aire, este tratamiento es particularmente útil.
Las siguientes posiciones pueden aliviar la presión en las vías respiratorias de una persona y mejorar su respiración:
- sentarse hacia adelante en una silla, preferiblemente con la cabeza apoyada en una mesa
- inclinarse hacia una pared para que la espalda tenga apoyo
- pararse con las manos apoyadas en una mesa para aliviar el peso sobre los pies
- recostarse con la cabeza y rodillas apoyadas sobre almohadas
4. Utilizar un ventilador
Una investigación encontró que usar un ventilador portátil que dé aire en la nariz y cara podría reducir la sensación de falta de aire. Sentir la fuerza del aire mientras se inhala hace sentir como que está entrando más aire. El tratamiento resultó efectivo para reducir la sensación de la falta de aire.
Sin embargo, los investigadores no determinaron que el uso de un ventilador mejore realmente los síntomas cuando estos son causados por una afección subyacente.
Existe una variedad de ventiladores portátiles disponibles para comprar en línea.
5. Inhalar vapor
Inhalar vapor puede ayudar a mantener los conductos nasales despejados, lo cual puede ayudar a respirar con más facilidad. El calor y la humedad del vapor pueden despejar la mucosidad de los pulmones, lo cual también podría reducir la disnea.
Para hacer una inhalación de vapor en casa, una persona deberá:
- llenar un tazón grande con agua muy caliente
- agregar unas cuantas gotas de pimienta o aceite esencial de menta o eucalipto
- colocar la cara sobre el recipiente, con una toalla sobre su cabeza
- respirar profundamente, inhalando el vapor
Es importante dejar enfriar el agua levemente si acaba de hervir. De lo contrario, el vapor podría irritar la piel.
6. Tomar café negro
Tomar café negro puede ayudar a tratar la falta de aire, ya que la cafeína que contiene puede reducir la fatiga en los músculos de las vías respiratorias.
Algunas investigaciones han determinado que los efectos de la cafeína mejoran levemente la forma en la que funcionan las vías respiratorias en personas con asma. Esto puede ser suficiente para facilitarles que tomen aire.
Sin embargo, es importante recordar que tomar demasiado café puede incrementar el ritmo cardíaco de una persona. Cuando se pruebe este tratamiento, es mejor controlar la ingesta de cafeína, para asegurarse de no tomar demasiado.
7. Comer jengibre fresco
Comer jengibre fresco o agregar un poco al agua caliente como una bebida, puede ayudar a reducir la dificultad para respirar causada por una infección respiratoria.
Un estudio ha demostrado que el jengibre puede ser efectivo para contrarrestar el virus respiratorio sincitial, una causa común de las infecciones respiratorias.
Dependiendo de la causa de la falta de aire, puede haber cambios que la persona puede hacer a su estilo de vida para mejorar sus síntomas.
Estos cambios incluyen:
- perder peso, si la obesidad está relacionada a los problemas respiratorios
- hacer ejercicio para mejorar la condición física
- evitar el ejercicio en condiciones de clima caluroso o en altitudes elevadas
- dejar de fumar y evitar el humo de segunda mano
- evitar los alérgenos y contaminantes
- seguir los planes de tratamiento para condiciones subyacentes
Algunas personas pueden experimentar dificultad para respirar repentinamente y solo por corto tiempo. Otras pueden experimentarla con más frecuencia.
La falta de aliento que ocurre regularmente puede tener una causa común o podría ser resultado de una afección subyacente más grave.
La dificultad para respirar que ocurre repentinamente podría significar que alguien necesita tratamiento de emergencia.
Las diferentes causas detrás de la dificultad para respirar se exploran a continuación.
Causas comunes
La dificultad para respirar que ocurre eventualmente puede ser causada por:
- tener sobrepeso o estar fuera de forma
- fumar
- alérgenos o contaminantes en el aire
- temperaturas extremas
- ejercicio extenuante
- ansiedad
Afecciones subyacentes
La dificultad para respirar regular puede ser causada por una afección más grave que afecta el corazón o los pulmones.
El corazón y los pulmones ayudan a transportar oxígeno alrededor del cuerpo y a deshacerse del dióxido de carbono. De tal manera, las condiciones que afectan cómo funcionan estos órganos también puede afectar la respiración de una persona.
Las condiciones subyacentes que afectan el corazón y los pulmones y que pueden causar dificultad para respirar incluyen:
- asma
- anemia
- enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
- función cardíaca anormal
- cáncer de pulmón
- enfermedades pulmonares como pleuresía o tuberculosis
Causas agudas
También existen algunas causas que indican una emergencia médica. Estas incluyen:
- reacción alérgica severa
- asfixia
- falla cardíaca
- ataque cardíaco
- corazón agrandado
- coágulo de sangre en los pulmones
- neumonía
- envenenamiento por monóxido de carbono
- objeto extraño inhalado en los pulmones
Algunas personas experimentan una dificultad para respirar leve, regularmente y un médico diagnosticará la causa. Si el médico ya ha diagnosticado la causa, probar alguno de los tratamientos caseros anteriores puede ser un curso de acción seguro.
Cuando alguien experimenta dificultad para respirar por primera vez sin saber por qué, deberá hablar con un médico. Solo un médico puede dar un diagnóstico adecuado.
En algunos casos, la dificultad para respirar es causa de preocupación inmediata. Una persona debería buscar atención médica en seguida si:
- experimenta dificultad para respirar repentina y severa
- siente opresión o dolor en el pecho