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Es útil contar con lámparas de queroseno durante apagones y en áreas remotas. Puede parecerte arriesgado dejar lámparas encendidas, pero pueden ser más seguras y efectivas que las velas. Vas a necesitar queroseno u otro aceite y una mecha para encender una lámpara. Debes lavar la lámpara después de cada uso y guardarla de forma adecuada para asegurarte de que siempre esté disponible cuando la necesites.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Encender y apagar la lámpara

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  1. El mechero (que contiene la mecha) y la fuente (que también se conoce como cámara de combustible) se ubican en la parte inferior de la lámpara. Para acceder a estos elementos, debes girar suavemente el tubo hacia la izquierda. Esta es la boquilla de vidrio grande que protege la llama.[1]
    • Las lámparas de queroseno vienen en diferentes formas y tamaños, por lo que el proceso de extracción puede variar ligeramente.
    • Si la lámpara cuenta con un asa, debes levantarla primero. De esta manera, podrás desenroscar el tubo.
  2. La fuente es la base de la lámpara y contará con un mechero metálico redondo encima. Desenrosca la funda del mechero hacia la izquierda para extraerla. Luego, vierte el aceite directamente en el agujero donde se encontraba la funda del mechero. Utiliza un embudo de plástico para ayudar a introducir el aceite en la fuente. Luego, elimina cualquier derrame con un pedazo de papel absorbente.[2]
    • Evita llenar la fuente por completo. El queroseno frío se expande a medida que se calienta y puede desbordarse.
    • Algunos mecheros cuentan con una válvula de combustible lateral que puedes utilizar para agregar combustible con facilidad. Sin embargo, debes mantener el nivel de aceite debajo de la válvula.
    • Tienes algunas opciones de combustible. El queroseno es un combustible básico que tiene un aroma bastante desagradable en interiores. La parafina es similar, pero es más sólida, se evapora más rápido y puede obstruir el mechero con el paso del tiempo. El aceite para lámparas es queroseno que se ha purificado para que se pueda utilizar en interiores.
  3. El mechero metálico que retiraste anteriormente presentará una ranura para la mecha, que es fácil de instalar. Primero, vuelve a colocar el mechero sobre la fuente, girándolo hacia la derecha para bloquearlo. Luego, coloca la mecha directamente en la ranura, de manera que cuelgue en la cámara de combustible.[3]
    • La mecha debe encajar perfectamente en la funda del mechero. Si está demasiado ajustada, es probable que no logre extraer suficiente combustible. Si está demasiado floja, es probable que la llama destelle o queme la mecha.
    • Puedes comprar mechas a través de internet o en algunas tiendas de artículos para campamentos. También puedes crear tus propias mechas con hilo de algodón u otro material. Es probable que necesites coser hilos juntos para que la mecha tenga el tamaño que necesitas.
  4. Utiliza unas tijeras afiladas para cortar la parte superior de la mecha. Debes recortar la mecha de forma transversal para asegurarte de que se queme de manera uniforme. Elimina los hilos sueltos que detectes.[4]
    • Puedes darle forma a la mecha al redondear un poco sus esquinas. De esta manera, evitarás que la lámpara se sobrecaliente. Sin embargo, es mucho más sencillo cortar la mecha de forma transversal, lo que funciona suficientemente bien.
  5. Algunas lámparas de queroseno cuentan con una perilla en la parte exterior que controla la mecha. Gira el disco hacia la derecha para elevar la mecha y hacia la izquierda para bajarla. Debes ajustar la mecha hasta que logres ver la punta sobresaliendo del mechero.[5]
    • Si la lámpara no cuenta con una perilla para controlar la mecha, tendrás que ajustarla a mano. Debes recortarla a su tamaño o jalarla hacia la fuente.
  6. La mecha absorberá el aceite durante este periodo. Es probable que logres encender la lámpara antes de que haya pasado una hora. Sin embargo, para lograr que se queme bien, la mecha debe cubrirse por completo con aceite.[6]
  7. Utiliza un fósforo o un encendedor y luego toca la mecha con la llama. La mecha debe incendiarse de inmediato. Luego, puedes volver a colocar el tubo de vidrio sobre la base de la lámpara. Gira el tubo hacia la derecha hasta que encaje en su lugar. De lo contrario, podrías terminar soltándola cuando intentes mover la lámpara.
    • Algunas lámparas cuentan con un agujero más ligero en la parte exterior. Mientras el tubo se encuentra en su lugar, puedes colocar un fósforo a través del agujero para encender la mecha.
  8. La presencia de humo es normal, particularmente en lámparas con forma de tubo. Sin embargo, el humo y el vapor son un indicio de exceso de calor que puede dañar el vidrio de la lámpara. Utiliza el disco de la mecha para bajarla, manteniendo la llama con un brillo tenue y bajo. A medida que la lámpara se calienta, puedes activar la mecha de nuevo hasta conseguir una luz más brillante.[7]
    • A menudo, el humo y el vapor aparecen en cámaras frigoríficas. El tubo de la lámpara estará frío, por lo que la exposición repentina al calor hará que se agriete, lo que se puede evitar al calentarla de forma gradual con una llama baja.
  9. Cuando termines de utilizar la lámpara, intenta bajar la mecha hasta que ya no puedas ver la llama. Por lo general, esto es suficiente para extinguirla. Si la llama aún está presente, debes colocar las manos sobre la parte superior del tubo. Mantén el rostro alejado del tubo, pero sopla rápidamente hacia él para extinguir la llama.[8]
    • Evita tocar el vidrio, ya que puede estar demasiado caliente. Además, puedes dañar el mechero al soplarlo.
    • Sin importar lo que hagas, no dejes que una lámpara de queroseno continúe ardiendo. Una lámpara encendida no solo quema combustible, sino que representa un peligro de incendio si la dejas sin supervisión.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Limpiar y almacenar la lámpara

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  1. El papel periódico es bueno para mantener limpia la lámpara. Asegúrate de que la llama de la lámpara esté apagada y haya tenido tiempo de enfriarse. Retira el tubo y luego limpia todo el hollín en su interior. Al hacerlo, te aseguras de que la lámpara arda de manera intensa y segura.[9]
    • La mayoría del hollín se desprende con facilidad. Para tratar el hollín difícil, primero debes humedecer un poco el papel periódico.
    • Puedes enjuagar el tubo con agua tibia en el fregadero. Ten cuidado de no romper el vidrio.
    • Evita encender un tubo húmedo. El vapor producido por el fuego puede dar lugar a que el vidrio se rompa.
  2. Siempre debes recortar la mecha antes de encender la lámpara. La llama hará que el extremo superior de la mecha se vuelva negra. Corta la mecha con unas tijeras afiladas al prepararla para un nuevo uso.[10]
    • También puedes redondear las esquinas de la mecha para ayudarla a quemarse. Asegúrate de eliminar primero todos los pedazos chamuscados.
  3. Retira la mecha y vierte el aceite antes de intentar limpiar el mechero. En una olla, pon a hervir agua y bicarbonato de sodio en partes iguales. Agrega el mechero y deja que se asiente hasta que quede limpio. Para lograr un mayor efecto, puedes restregar el mechero con una escobilla.[11]
    • Es probable que necesites remojar los mecheros sucios en la mezcla durante toda la noche. Debes limpiar el mechero aproximadamente una vez al mes para evitar que el hollín se acumule.
    • También puedes buscar productos para limpiar metales en una ferretería. Enjuaga el limpiador y luego utiliza una secadora de cabello para secar el mechero por completo antes de utilizarlo de nuevo.
  4. Si no planeas utilizar la lámpara por un tiempo (por ejemplo, dentro de 2 a 3 meses), debes verter el aceite en un recipiente seguro. Utiliza un recipiente limpio y con cierre hermético y etiquétalo para que sepas que contiene queroseno. Retira el tubo y el mechero de combustible de la lámpara. Luego, vierte el combustible restante en el recipiente.[12]
    • Los envases de plástico económicos se degradan rápidamente, así que evita almacenar aceite en su interior a largo plazo. En cambio, debes conseguir una garrafa azul. Muchos minoristas utilizan recipientes azules para representar el queroseno, ya que el rojo generalmente se reserva para la gasolina regular y el amarillo para el diésel.
    • Evita el uso de recipientes de vidrio, ya que dejan que la luz y el calor los atraviesen. Es menos probable que el queroseno explote que la gasolina, pero es mejor que evites el riesgo al mantenerte alejado del vidrio.
    • El queroseno es un combustible estable que se almacena bien a cualquier temperatura. En comparación con la gasolina, es menos propenso a congelarse o evaporarse.
  5. Jala la mecha del mechero. Después de despejar el aceite de la fuente de la lámpara, puedes colocar la mecha en ese lugar. También puedes colocar la mecha sobre el mechero y luego colocar el tubo sobre él. Si lo haces, debes almacenar la lámpara fuera del alcance de los niños para evitar accidentes.
    • La mecha estará cubierta de aceite, así que debes almacenarla lejos del calor. Cuando necesites la lámpara nuevamente, puedes volver a colocar la mecha en el mechero y encenderla.
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Consejos

  • Los tubos y las pantallas coloreadas o esmeriladas desperdician mucha luz. Los colores más oscuros bloquean más luz, por lo que puedes terminar encendiendo más la luz para compensar esto, con lo que consumirás más combustible.
  • Los mecheros antiguos resultan efectivos siempre y cuando estén intactos y limpios. Si una mecha antigua está atascada en el mechero, puedes lavarlo con normalidad para aflojarla.
  • Las mechas más anchas emiten más luz, pero consumen más combustible.
  • Si el nivel de combustible baja, la llama quemará la mecha en lugar del combustible. Apaga la llama y luego agrega más combustible una vez que la lámpara se enfríe.
  • Cada mechero requiere un tubo diferente. Los mecheros de mechas planas utilizan tubos grandes, pero los de mechas tubulares utilizan tubos estrechos. Los mecheros de mechas tubulares con separadores de llama utilizan tubos estrechos con una protuberancia cerca a la base.
  • Si no tienes más remedio, puedes crear tu propia lámpara. El aceite de cocina (incluidos el aceite de oliva y el de pepitas de uva) se ha utilizado durante siglos como combustible. Las mechas se pueden confeccionar con la mayoría de las telas (por ejemplo, retazos de fieltro, algodón o paños de cocina viejos).
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Advertencias

  • Debes manipular las lámparas con precaución para evitar incendios. Coloca las lámparas en medio de superficies sólidas en las que no puedan volcarse.
  • Debes supervisar a los niños en todo momento cerca de lámparas encendidas para evitar incendios o lesiones.
  • Mantén las lámparas alejadas de elementos inflamables, incluidas cortinas sueltas.
  • El queroseno produce humos tóxicos y solo debe quemarse al aire libre. Debes utilizar aceite para lámparas en lámparas de interiores.
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Cosas que necesitarás

  • una lámpara
  • queroseno o aceite para lámparas
  • fósforos o un encendedor
  • una mecha de algodón
  • tijeras
  • papel periódico
  • agua
  • un recipiente para almacenar aceite

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