La sorprendente historia de Stanley Gibbons, la compañía de estampillas más antigua del mundo que ahora está en venta

  • Redacción
  • BBC Mundo
Penny Black

Fuente de la imagen, Stanley Gibbons

Pie de foto, Famosa estampilla Penny Black de la Reina Victoria.

¿US$635.000 por cuatro estampillas?

Eso es lo que pagó a principios de abril un coleccionista por una serie de sellos postales indios con el retrato de Gandhi.

La venta la realizó Stanley Gibbons, la compañía de estampillas más antigua del mundo con base en Londres.

Fundada por Edward Stanley Gibbons en 1856, esta empresa británica está especializada en rarezas filatélicas con errores de impresión, las más valoradas.

Pero, ¿por qué la gente pagaría millones por un pequeño trozo de papel?

La estampilla, sello postal o timbre es un pequeño papel rectangular o cuadrado que se pega en los sobres y sirve como comprobante del pago previo de los envíos efectuados por correo.

El 6 de mayo del año 1840 se puso en circulación el primer sello postal del mundo, el famoso Penny Black de la Reina Victoria.

Tienda de Stanley Gibbons

Fuente de la imagen, Getty Images

Pie de foto, Fundada en 1856, la empresa británica Stanley Gibbons está especializada en rarezas filatélicas.

Desde entonces, la filatelia -la afición por coleccionar y clasificar sellos, sobres y otros documentos postales- no ha parado de crecer.

Con millones de filatelistas en todo el mundo que se reúnen periódicamente para conversar, intercambiar, comprar y vender estampillas, el negocio mueve miles de millones de dólares cada año.

Y es que muchos consideran los sellos postales como una forma de inversión, ya que son activos tangibles que no siguen las tendencias del mercado de valores.

Por esa razón, muchos fondos de inversión los valoran como activos alternativos.

Cuelga el cartel de "Se Vende"

Stanley Gibbons abrió su primera tienda en 1891 en The Strand, una famosa calle del barrio londinense de Westminster.

Además de seguir abierto, el negocio tiene sedes en Hong Kong y en Singapur.

Aunque también vende monedas y antigüedades, la compañía se hizo famosa gracias al comercio de estampillas.

Serie de 4 estampillas de 10 rupias emitidas en 1948 con la figura de Gandhi

Fuente de la imagen, Stanley Gibbons

Pie de foto, La serie de 4 estampillas de 10 rupias emitidas en 1948 con la figura de Gandhi se vendieron por US$635.000.

Ahora, 160 años después de su fundación, Stanley Gibbons ha colgado el cartel de Se Vende.

Tras haberse sometido recientemente a una importante reestructuración mediante la cual ha logrado reducir más de US$12 millones en gastos operativos, la compañía busca expandir su negocio.

Para ello se ha fijado en Asia y Oriente Próximo como nuevos mercados con potencial de crecimiento.

Su expansión, sin embargo, requerirá nuevas inversiones. Por ello, sus dueños valoran la posibilidad de vender la compañía o parte de ella.

"Para desbloquear el valor incremental a largo plazo es probable que necesitemos nuevas inversiones, por lo que los directores creen que los más conveniente sería vender la compañía a un grupo más grande para poner en marcha una inversión estratégica", dijo Stanley Gibbons en un comunicado.

Anthony Wedgwood Benn

Fuente de la imagen, Getty Images

Pie de foto, El director del Servicio Postal británico Anthony Wedgwood Benn examina el "sello más caro del mundo" durante la apertura de la exhibición del catálogo centenario de Stanley Gibbons en el Royal Festival Hall de Londres, 17 de febrero de 1965.

El viernes 9 de junio, Stanley Gibbons dijo haber recibido una posible oferta de Disruptive Capital Finance, un fondo de inversión dirigido por Edi Truell, un antiguo asesor del exalcalde de Londres Boris Johnson.

Esa mañana, las acciones de Stanley Gibbons subieron un 18%.

Tres días después, sin embargo, Disruptive Capital Finance desmintió haber hecho una oferta por la compañía y aseguró que Stanley Gibbons "interpretó el envío de un correo electrónico como una oferta".

Sin embargo, el fondo de inversión reconoció haber mantenido conversaciones con la directiva "durante un tiempo".

Aunque sus acciones volvieron a caer un 12,38%, la compañía confía en que recibirá una buena oferta en las próximas semanas.