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El poder de la gratitud

La gratitud nos es más que el agradecimiento, reconocimiento de un favor o beneficio que se nos ha hecho. Cuando vamos a la Palabra de Dios nos damos cuenta que la acción de gracias es una actitud de alabanza a Dios y cuando entendemos esta verdad hacemos la gratitud un estilo de vida (La gratitud produce alabanza y adoración en el corazón del hombre Lucas 17:15 por eso el ingrato nunca alabará a Dios en el momento difícil, su alabaza siempre estará acondicionada a un sentimiento, o sea solo le dan gracias a Dios cuando todo está bien. Muchos no han entendido lo que significa ser gratos con Dios, por eso pasan su vida quejándose y echándole la culpa a Dios por todo lo que pasa en sus vidas sin saber que la mayoría de las cosas desagradables que pasan en sus vidas es a causa de su desobediencia, o sea las consecuencias de su pecado.

El escenario de prueba es el lugar donde apruebas o repruebas lo aprendido.

Es verdad que todos somos probados por Dios pero no pasamos la vida siendo probados, cuando Dios nos prueba es porque ha llegado el tiempo de ser promovidos, dependiendo de cómo respondas a la prueba, serás aprobado y reprobado. Todos sabemos que lo contrario de la gratitud es la ingratitud y cuando la ingratitud llega a nuestras vidas es porque hemos dejado de ser agradecidos. Unas de las causas de la murmuración es la ingratitud, cuando alguien no es grato contigo con todo el favor que le extiendes a cada momento pues no te encuentres extraño que hable de ti a tus espaldas. El pueblo de Israel era un ejemplo de esto, ellos murmuraban contra Dios a cada momento Éxodo 16: 7-9 por eso tentaron a Dios mucho tiempo Hebreos 3:8-9. Si llevo esta porción al mundo actual nos damos cuenta que tanto creyentes como no creyentes, tentamos a Dios a cada momento, hemos visto el favor de Dios todo el tiempo en nuestras vidas y aun así somos mal agradecidos. Las actitudes que revelan falta de gratitud en nuestras vidas son las siguientes:

1) Murmuración (quejas constantes delante de Dios y los demás).
2) Falta de servicio a Dios (el que no da gracias a Dios por la vida siempre entregará su vida al pecado) por eso muchos dicen que todo lo que han logrado en la vida es causa de su propio esfuerzo. (2 Timoteo 2:19-21)
3) Incredulidad (Cuando no agradecemos a Dios en el día gris es porque no creemos que los días de colores se acercan).
4) Falta de amor (el ingrato nunca amará a aquel que le extiende el favor) por eso cuando al ingrato le cortas por un momento el favor, dirá que eres la peor persona del mundo.
5) Autosuficiente (el ingrato solo se atribuye a si mismo sus propios logros). Estas son el tipo de persona que solo piensan en sí mismos y hablan como si crecieron solos en el mundo. Solo le dan gracias a mamá porque le dieron a luz y los demás siempre le hicieron daño.
6) No es bondadoso (el ingrato nunca da por gracia lo que por gracia recibió, total nunca lo vio como un favor de Dios) Mateo 10:8. El que es grato con Dios siempre le extiende el favor a los demás.

El nivel de favor de Dios sobre tu vida dependerá de tu nivel de gratitud hacia él.

Los gratos siempre ven el favor de Dios multiplicado sobre sus vidas Mateo 15:36-38. Todo recibimos el favor de Dios, pero unos reciben más que otros a causa de su gratitud. He visto que los milagros más poderosos ocurren por la acción de un corazón agradecido. Jesús siempre daba gracias antes de comer (Lucas 22:17, 1 Corintios 11:24). Jesús nos enseñó aunque es el hijo de Dios él nunca dejó de dar gracias porque entendió que todo lo que había recibido era el resultado del favor del padre sobre su vida, Jesús si lo merecía pero su nivel de humildad era tan perfecto que nunca hubo exaltación en sí mismo, hasta el día que el padre lo exaltó cuando se cumplió el tiempo Filipenses 2:9.

Jesús mereciendo el favor de Dios vivió en la tierra como si no lo merecía. El ingrato cada vez que recibe el favor de alguien siempre dirá que lo merecía, si nos es de labios, lo dice en el corazón con una actitud, y en ese ámbito no entra la gracia de Dios, porque la gracia te permite ser, hacer y recibir lo que era imposible en nuestras fuerzas, lo que no merecemos. La Palabra de Dios es clara, no somos salvos por obras, sino por gracia Efesios 2:8-9, por eso muchos aquel día dirán: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. En pocas palabras, señor merecemos la salvación, estas personas vivieron toda su vida basados en obras y por ende fueron excluidos totalmente de la gracia por el cual hoy en día somos salvos. Si usted lee detenidamente se da cuenta que un milagro es un favor de Dios que se recibe por fe, un don es un regalo de Dios y es irrevocable Romanos 11:29, claro hay que usar los dones es un mandato de Jesús Mateo 10:8, sino lo usas es desobediencia al mandato de Dios, pero ellos no determinan tu salvación, tus frutos sí.

Lo tienes por gracia

Si supieras que hasta el aire que estás respirando lo tienes por gracia, hoy en día tuvieras pidiéndole perdón a Dios por las veces que has sido ingrato con él. En Lucas 17:11-19 Vemos la actitud de los 10 leprosos, solo uno se devolvió a darle gracias a Jesús por su milagro porque era extranjero, los demás estaban tan familiarizados que olvidaron darle las gracias, usted se estará preguntando ¿Cuál fue la ingratitud? La actitud que reflejaron. Jesús dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿Dónde están? Si lo llevamos a nuestras vidas nos damos cuenta que la mayoría de veces no damos gracias por lo que recibimos de nuestros padres, hermanos, familiares, amigos, sin saber que por ahí empieza la gratitud, como quieres ser grato con Dios sino eres grato con tus semejantes.

El orgullo es el veneno que destruye la gratitud.

Oración: Señor ayúdame a ser grato contigo y con mis semejantes, no permitas que la ingratitud me aparte de las personas.

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