Cuatro razones que explican la importancia de la familia en la infancia de un niño, según una psicóloga
Una familia que se involucra en la educación y en la crianza de un niño, puede darle un listado de beneficios para su desarrollo emocional, social e, incluso, cognitivo. A continuación te lo contamos.
“Durante los primeros años de vida hasta los años de escolaridad, la familia es el ámbito más influyente en el desarrollo cognitivo, emocional, psicosocial y personal del niño. Es decir, la familia proporciona al niño las muestras de afecto, aceptación o rechazo, valor, éxito o fracaso”, decía allá por 1995 la docente y doctora en Educación Covadonga Ruiz.
Y no le faltaba ni le falta razón: la familia es el principal modelo de imitación que tienen los niños y, además, el entorno y vínculo más fuerte donde forman su carácter y su personalidad desde que nacen.
Padre e hija felices
De hecho, es la primera red de apoyo que tiene el niño y, por tanto, su rol es de vital importancia durante todo el desarrollo infantil. Es algo que, incluso, se ha demostrado mediante estudios científicos. Sin ir más lejos, un reciente estudio español realizado por INCLUVA, CIBERSAM y la Universidad de Valencia, confirma que las experiencias estresantes y adversas durante los primeros años de vida y, desencadenado de ellas, el estrés infantil, puede modificar el cerebro de los niños.
El estudio demostró que el estrés en la vida de los niños tiene un efecto importante sobre los circuitos neuronales de la corteza prefrontal del cerebro, en desarrollo hasta la etapa adulta.
La familia, más allá del vínculo biológico y los cuidados
“Una familia es mucho más que resolver las necesidades básicas de los niños como la ropa o la alimentación, pues tiene una gran incidencia en el desarrollo social y emocional de todos los seres humanos”, afirma Ángela María Rosales, Directora de Aldeas Infantiles SOS Colombia. De hecho, es la propia organización la que dice que el ambiente en el que crecen los niños, definirá elementos fundamentales para el resto de su vida.
De acuerdo a sus palabras, el hecho de formar una familia física y psicológicamente sana para el correcto desarrollo del menor no va ligado, ni mucho menos, al vínculo biológico que tengamos con el pequeño, sino más bien a nuestras ganas de ayudarle a crecer como persona.
En definitiva, ¿qué ventajas puede tener un niño con una familia comprometida?
La importancia de la familia en la infancia de un niño es innegable y fundamental en su desarrollo emocional, social y cognitivo. La familia es el primer entorno en el que un niño se sumerge, y desempeña un papel crucial en su crecimiento y bienestar. Pero, ¿exactamente cuáles son los beneficios que podría tener un niño que crece en una familia que se involucra en su educación y crianza?
En primer lugar, nos referimos a “familia comprometida” a los padres que están involucrados activamente en la crianza y el cuidado de sus hijos, que proporcionan un ambiente amoroso y de apoyo. Y, por su puesto, las ventajas son muchas, algunas de ellas son:
- Los niños con familias comprometidas pueden sentirse emocionalmente seguros, valorados y queridos.
- Los padres comprometidos suelen estar más involucrados en la educación y estimulación cognitiva de sus hijos. Esto puede conducir a que los niños tengan un mejor desarrollo del lenguaje, habilidades de resolución de problemas y logros académicos.
- Los niños suelen aprender cómo relacionarse socialmente observando y participando en interacciones familiares. Una familia comprometida puede enseñarles habilidades de comunicación efectiva, empatía o respeto.
- Los padres comprometidos pueden transmitir valores y normas éticas sólidas a sus hijos, lo que les ayuda a desarrollar un sentido de lo que está bien y lo que está mal.
Así pues, una familia comprometida brinda a un niño un entorno en el que puede crecer y prosperar de manera saludable, lo que puede tener un impacto positivo en su desarrollo a lo largo de toda su vida.
¿Cómo establecer vínculos sanos dentro de casa?
Conseguir que nuestros hijos crezcan en un entorno familiar saludable es, como decimos, primordial para su desarrollo y vida adulta.
Existen un montón de consejos que podemos seguir pero, sobre todo, hay dos muy importantes: pasar tiempo de calidad en familia y establecer vínculos de apego seguro con ellos.
En este artículo os definíamos exactamente el tiempo de calidad: “El hecho de sentirse atendido, de sentirse vinculado y de creer que es un momento para estar juntos, es lo que convierte en tiempo de calidad”. Por el contrario, la mera presencia del adulto en la vida de un niño no implica que sea tiempo de calidad, tenemos que estar implicados en lo que hacemos juntos.
El tiempo de calidad en familia favorece el aprendizaje de los niños y potencia su desarrollo global, a nivel cognitivo, afectivo y social. Además, mejora su autoestima y reduce los niveles de estrés infantil.
Aparte del tiempo de calidad, las relaciones de apego con nuestros hijos son otro de los principales desencadenantes de una relación sana en la familia. Existen diferentes tipos de apego, pero siempre querremos alcanzar el ‘seguro’; ese en el que se establecen límites sanos entre padres e hijos y se saben escuchar y atender las necesidades de los niños (incluidas las psicológicas y emocionales). Pero, tal y como nos comentaba el psicólogo Rafa Guerrero en este artículo, no todo el mundo está preparado para alcanzar en primera instancia el apego seguro con sus hijos. De hecho, según el mismo psicólogo, tan solo un 50-60% de los padres está preparado para ofrecerlo porque solo ese porcentaje lo ha recibido de pequeño.
Aparte de estos dos consejos, existen otras muchos tips que podéis poner en práctica desde ya para formar una familia feliz y, de esta manera, contribuir al buen desarrollo de vuestro hijo. ¿Queréis conocerlos? Te los contamos aquí.
