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DESCABELLAR, ATRONAR Y DESCORDAR

  • DESCABELLAR :

El matador descabella al toro cuando éste se mantiene en pie moribundo, porque las reglas de la lidia prohíben que se apuntille al toro que no se haya echado.

Voluntariamente, apuntando, ha de procurar el matador herir el bulbo cefalorraquídeo y meter la punta del estoque por el hueco occipital, entre las dos primeras vértebras (Atlas y Axis)que revisten la médula espinal. Aunque la muerte es premeditada y no casual como el descordar, en el acierto entra por mucho la casualidad y el toro suele a veces no caer al primer pinchazo.

Si la suerte se ejecuta bien es injusto censurar al diestro porque no acertó a la primera. La suerte se ejecuta bien, si puede llamarse suerte lo que no es «sorteo», pues el toro está inmóvil cuando se ha logrado que el toro humille poniéndole la muleta en el hocico, muy baja, y el diestro se cuadra  adelantando la pierna derecha, apoyando en ella el peso del cuerpo , e hiriendo de arriba a abajo, perpendicularmente las primeras veces, hasta que la falta de acierto le indique la conveniencia de herir tendido porque el  toro tenga, por configuración especial, un poco más atrás que de ordinario el punto sensible.

  • ATRONAR:

Se dice que se atruena cuando al descabellar está el toro echado. Esta suerte hace muchos años que no se ejecuta.

  • DESCORDAR:

Se descuerda cuando entrando a matar con la intención de dar una buena estocada se parte por casualidad la médula espinal partiendo el tallo de la misma en la dilación fusiforme llamada lumbar o inferior. Cuando el estoque entró mucho más que delantero, es decir delante de la porción abultada que se llama en los toros «cerviguillo» hirió la región cervical y no la dorsolumbar, lo que hizo el torero en vez de descordar fue descabellar involuntariamente; pues para descabellar, como para atronar, se hiere en la nuca del animal.

No es verdad que el hecho de que el toro caiga descordado por el pinchazo demuestre que el matador apuntó bien, porque se puede descordar un toro sin herirle por la cruz, según la dirección casual que una vez dentro del cuerpo de la res tome el estoque. Generalmente, el toro descordado no cae muerto pues el acero solo corta aquellas neuronas medulares que se relacionan con la movilidad , las llamadas motoras o centrífugas. Según afecte o no la lesión a las cuatro extremidades, el toro cae o se queda en pie maltrecho y paralítico, y en todo caso hay que rematarlo con la puntilla. Cuando el toro queda en pie tambaleándose los aficionados suelen decir que el acero «le ha tocado algo» y lo mismo ocurre después del descabello.

Les dejo con un vídeo de un auténtico Maestro en el descabello como Roberto Dominguez.

 

TEXTO GUIZANCHO Y RAMON GONZALEZ

Club Taurino Bilbao

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27 Ene, 2020

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