Por Lucila J. Santana
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"La bomba es de origen africano y es uno de los bailes más antiguos que nosotros tenemos. Podemos decir que partiendo del siglo dieciséis llegó la bomba a través de los esclavos y se dice que ellos estaban muy tristes y la nostalgia los llevaba a bailar la bomba," cuenta Gilda Rivera-Pantojas, fundadora del grupo de baile y teatro folklórico puertorriqueño Danza Fiesta, de NuevaYork. La música folklórica, no se trata de música de antaño. La bomba y la plena, música autóctona de Puerto Rico, cuenta la historia del mestizaje.
"La cultura de tu pueblo identifica a la gente. Yo creo que narra y cuenta como somos, como es esa persona de ese país," dijo Rivera-Pantojas. Desde hace más de 25 años Rivera-Pantojas, baila música folklórica puertorriqueña. Hace poco más de diez años se radicó en Nueva York para realizar su maestría y decidió formar Danza Fiesta.
Muchos aseguran que la plena, fue originada en el pueblo de Ponce. Sus letras llevan un tono noticioso, activista o jocoso. La plena se hizo popular a inicios del siglo XX en las zonas costeras y en una fusión entre la música africana con la europea.
A diferencia de la plena, donde el inspirador dirige la canción y se baila con particular elegancia, en la bomba, nacida entre la comunidad africana esclava, el bailarían dirige al músico. Es un reto a que el percusionista vaya a la par con la rapidez y el entusiasmo del bailador a base de movimiento de falda y vueltas por parte de la mujer y zapateo, movimiento corporal y de sombrero por parte del hombre.
“Para mí el baile ha sido una voz interna. Lo que siento es un amor hacia mi cultura. Para mí, me siento tan orgullosa de ser no solamente puertorriqueña si no una mujer latina y afro caribeña,” dijo Milteri Tucker, bailarina, integrante de Danza Fiesta y bióloga.
Vigentemente, la bomba y plena continúan relatando la historia del puertorriqueño. Tucker, estudiante de medicina, se había mudado de Puerto Rico y sentía la necesidad de conectarse con sus raíces. “Cuando me mudé a ejercer mi carrera en medicina en Nueva York pues sentía una sed de expresar mi cultura,” recuerda Tucker, quien fue introducida a Danza Fiesta a través de Rivera-Pantojas, su vecina.
En el área de Springfield, recientemente nació el movimiento de musical Los Soneros del Coquí. Los hermanos, Ángel Tomás “Julio” Benítez, primera voz, quíntuple y Harry Isaac, puntero, segunda voz y corista de Springfield, junto a sus amigos los hermanos Miguel Ángel Cardona, toca seguidor y es corista, de Springfield y Francisco “Pancho” Jusino, guirero y corista, de Westfield, formaron el grupo Los Soneros del Coquí en el año 2009.
Los caballeros, todos nacidos en Puerto Rico, vieron la oportunidad como un medio para culturalizar a la juventud. “Nació una inquietud de tocar porque vemos todos estos niños en Springfield que básicamente son huérfanos de su propia cultura. Decidimos educar al pueblo de cuál es su cultura a través de la música,” dijo Isaac.
“Decidimos trabajar con los niños por esa razón a través de un nuevo proyecto que tenemos y rellenar ese vacío que tienen para poder sacarlos de un ambiente que no son lo más conveniente para ellos,” dijo Cardona.
Para, Jusino, oriundo de Guanica, Puerto Rico, tocar junto al grupo le trae recuerdos de su patria.
“Tenemos que mantener el folklor vivo, la plena viene de hace mucho años atrás y lo tenemos que mantener vivo. Tenemos que ensenarles a otros y seguir con nuestra tradición,” dijo Cardona.