CONSTRUYENDO FIRMEZA

Primero definamos la palabra firme, que según el diccionario enciclopédico Espasa, es definida como: Estable. Entero, que no se deja dominar. Capa sólida de terreno sobre la cual se puede cimentar. Capa de piedra machacada para consolidar el piso de una carretera. Con firmeza. En firme, con carácter definitivo. Voz de mando que se da a los soldados para que se cuadren.

 Todo lo que un hijo de Dios debe tener como fundamento, roca firme, cimiento, base segura en su vida es la Palabra de Dios[1]. Basándose y reafirmándose en Ella se tiene una tremenda seguridad, ya que produce un bienestar, paz y tranquilidad, la que se refuerza en la medida en que se la apropia más y más. Asido de Ella se fortalece en todas las áreas del vivir, haciendo a la vez al Señor Jesucristo Señor de su vida.

Vemos en la Palabra que muchos hombres de Dios, gracias a esta firmeza, fueron exaltados y sus vidas son un ejemplo para todos hoy en día.

Éxodo 14:13a

Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros;…

El temor ata, mata y destruye a las personas. Por eso, nosotros los hijos de Dios, debemos tener bien definidas las prioridades. Lo primordial es que Dios y Su Palabra sean el eje central, esa base sólida en nuestra vida. Necesitamos desarrollar confianza plena y total en Dios y Su Palabra, y por ende al ser muy grande esta confianza no existe ningún temor, ya que esa base es firme, no tiembla. No debemos flaquear, no hay que dejarse mover ni hacia la derecha ni hacia la izquierda. Hay que estar firme, constante y uno verá en su vida las grandezas de la Palabra de Dios.

Job 3:25, 26

25Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.

Job era una persona, recta ante los ojos de Dios, muy amado por Él; pero, vemos que lo que le sucedió es provocado por ese temor, que como dice le espantaba, por eso hay que estar tranquilos, sin temores, angustias, ni dudas, creyendo y confiando únicamente en Dios y Su Palabra.

26No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; no obstante me vino turbación.

Cuando se está angustiado, sin paz, no se está seguro, se tienen dudas, hay intranquilidad, no hay reposo; por consiguiente, viene la turbación, preocupación. Eso no es lo que Dios quiere de un hijo Suyo. Él quiere que deje esas preocupaciones, esas turbaciones, esa intranquilidad y que confíe en Él, que busque y encuentre en Su Palabra ese regocijo, y así vendrá la paz, el reposo, la tranquilidad. Nada lo moverá.

Job 4:6

¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es tu esperanza la integridad de tus caminos?

El hijo de Dios debe tener  mucho respeto por Dios y Su Palabra. Temor ahí es respeto profundo. A Dios no hay que temerle sino amarlo y respetarlo. Ese amor y profundo respeto es nuestra confianza.

Job 19:25-27

25Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.

Vemos que cuando se tiene respeto reverente a Dios, se evidencia esa confianza en medio de cualquier adversidad. Es esa confianza la que mantiene firme el corazón del creyente, viviendo en la integridad de la Palabra de Dios. La esperanza de Job se centraba en que Dios  traería al Mesías que había prometido en las Escrituras. Hoy en día la esperanza del creyente se centra en el retorno del Señor Jesucristo y la restitución de la Tierra a su estado de esplendor y gloria antes de la caída del hombre. Esta es la esperanza que uno debe mantener viva en su corazón.

Todo hijo de Dios debe tener mucha mansedumbre, humildad y denuedo, para escuchar, retener y compartir la Palabra de Dios. Debe apropiarse de esta Palabra, retenerla en su vida, y su andar será victorioso. No hay que dejarse robar ese privilegio. Entonces el día que venga la tormenta, uno estará firme y no será removido por ningún viento.

1 Corintios 10:2-4

2Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

Tenían esa esperanza en el Cristo, el ungido de Jehová que los redimiría y los libertaría. Muy a pesar de sus falencias, Dios tuvo mucho amor y mucha compasión. ¿Qué tal? Nosotros,  hoy en día tenemos esa Palabra, servida en bandeja de plata, (Biblias, libros de estudio e investigación, sitios en la Web, etc.) disponible para cualquier persona que anhele conocer más de Dios.

Isaías 28:16

Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable, el que creyere, no se apresure.

Jesucristo es un fundamento sólido, firme y estable sobre el cual un hijo de Dios ha de edificar y desarrollar su vida. Jesucristo es el estándar de andar la Palabra con total obediencia. Dios nos da en este fundamento la seguridad que se deriva de su estabilidad y firmeza, y todo lo que se hace sobre esta base o fundamento es seguro.

2 Tesalonicenses 2:13-15

13Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

Debemos ser agradecidos con Dios siempre y en todo momento por habernos dado Su Palabra, por ese amor con que siempre nos ama, por eso, estad firmes, reteniendo la Palabra aprendida, escudriñada, estudiada, escuchada. Esa es la instrucción para mantenerse firme, porque cuando el creyente guarda en su corazón, (en el corazón de su mente) esa Palabra, no será movido bajo ninguna circunstancia. ¡Renueve su mente a la maravillosa Palabra de Dios!

Mateo 7:24-27

24Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Aquí, el hijo de Dios, puede ver como debe ser ese fundamento, sólido y firme sobre el cual edificará su creencia, que a pesar de los embates nunca caerá.

2 Pedro 3:17

Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.

Esa firmeza debe caracterizar al creyente hijo de Dios. Esa firmeza se obtiene mediante el estudio, el meditar y el andar Su Palabra. El hijo de Dios debe mantenerse escudriñando, estudiando, leyendo, y apropiando correctamente las promesas escritas en esa Maravillosa Palabra.

1 Corintios 10:12, 13

12Asi que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

El hijo de Dios como cualquier ser humano, puede sufrir alguna tentación que nunca viene de Dios[2], pero lo que sí viene de Él es la salida. Ocurre que si no quiero salir… no salgo. Eso nunca es culpa de Dios pues dice que cuando soy tentado Dios da la salida.

Jesucristo siempre fue fiel y se mantuvo firme, constante, haciendo la voluntad de su Padre, siendo humilde de corazón. En varios versículos de los evangelios podemos ver que fue tentado en todo; pero gracias a su fortaleza y firmeza en la Palabra nunca claudicó. Podemos seguir ese ejemplo, como vemos:

Lucas 4:1-13

1Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 2por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. 3Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.

Ese alimento espiritual (la Palabra de Dios) es el que mantiene al creyente en esa comunión permanente con Él. En la medida en que se nutra de Ella podrá responder con escrito está a los reveses de la vida.

5Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 8Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

No debemos olvidar que todas estas cosas Dios se las había dado a Adán en Génesis, pero el hombre, en su desobediencia, le entrega todas éstas al adversario; quien las consigue con engaño, como es característico de él, torciendo y falsificando lo que Dios ha hecho disponible para que Sus hijos vivan vidas plenas, llenas de abundancia, si hacen Su voluntad, la cual es agradable y perfecta.

9Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 10porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 11y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 12Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. 13Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.

¡Qué firmeza mantuvo nuestro Señor y Salvador Jesucristo en la Tierra! Ese mismo ejemplo debe seguir el creyente hijo de Dios para no tropezar con piedra alguna,  ya que los ojos espirituales se abrirán en la medida en que sea recto su andar, su caminar y su actuar, y todo de acuerdo a la maravillosa Palabra de Dios.

Gálatas 5:1

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Renovando la mente es lo que mantiene al hijo de Dios, despojado del viejo hombre, sin mirar atrás.

1 Corintios 3:11-15:

11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensas. 15Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Jesucristo es el fundamento de todo creyente, él se probó a sí mismo y se probó ante los hombres; no hay duda alguna a cerca de su integridad, él es el fundamento, la roca firme, fuerte que mantiene las bendiciones que Dios ha dado por amor a Sus escogidos. Es por eso que lo tenemos como nuestro abogado e intercesor, no tenemos por qué buscar otros mediadores.

Romanos 10:11

Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere no será avergonzado.

Si la escritura lo dice, así debe ser. Si los días son buenos o malos, o si ante una situación no aparece la solución, el hijo de Dios debe vivir siempre en forma gozosa y tranquila porque no depende de sus afanes, sino del fundamento sobre el cual ha edificado su vida, el cual es Cristo. El profeta Isaías dijo: El que crea en este fundamento, no se apresure (Isaías 28:16). Eso quiere decir que no se afane, que no se preocupe, que no será desilusionado en sus expectativas.

Hay otras versiones de la Biblia que tradujeron al versículo once de Romanos diez de otras maneras:

Pues dice la Escritura: Ninguno que cifre su fe en él será desilusionado.[3]

La Escritura dice, Ninguno quien cree en Él [quien se adhiere a, depende en, y confía en Él] jamás será puesto en vergüenza o será desilusionado o decepcionado.[4]

Efesios 3:17

Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,

En amor, toda la Iglesia de Dios está formada por cada uno de los hijos de Dios. Cada uno es un pilar, una columna; y el material principal de cada una de esas columnas es el amor de Dios, esto es lo que hace que ese edificio, esta Iglesia del cuerpo de creyentes sea un edificio firme, estable y seguro.

Salmos 127:1-2

1Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. 2Por lo demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.

Las bendiciones de Dios son obtenidas por caminar con Él. No hay que desgastarse física y mentalmente.

Romanos 8:5

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

Vemos que los cimientos sobre los cuales los hombres del mundo edifican sus vidas son netamente materiales, esos no deben ser los cimientos de los creyentes hijos de Dios. Haga que su mente se vuelva espiritual, ponga la Palabra de Dios en su corazón, piense en ella, camine con ella; si se disciplina a pensar en las cosas del Espíritu, se vuelve un hombre con gozo, paz, agradecido, como fue el mayor ejemplo: el Señor y Salvador Jesucristo, por eso decimos que es nuestro Maestro.

Romanos 13: 12-14

12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Practique el amor de Dios, en el cual no hay ningún fingimiento, ese fue el estilo de vida del Señor y Salvador Jesucristo.

Como vimos anteriormente el ejemplo del hombre que edificó su casa sobre la arena, así son las personas (hijos y no hijos de Dios) que gastan su tiempo teniendo fantasías mentales, o soñando despiertos, desperdiciando su tiempo. Si quiere ser libre hágase experto en rechazar todo lo que esté en oposición a la maravillosa Palabra de Dios, y vuélvase un as, un experto en buscar las cosas de Dios, lo cual es edificar sobre la roca firme, sobre un buen fundamento

Efesios 6:10-11

10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Debemos tener bien claro que nuestra fortaleza y firmeza está en ese poder de Su fuerza, la cual actúa en los que creen, los que teniendo toda, pero toda la armadura de Dios bien puesta, está pertrechado para cualquier batalla. La manera de fortalecerse en el Señor es fortaleciéndose en la Palabra del Señor.

Efesios 6:13-18

13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad [la maravillosa Palabra de Dios], y vestidos con la coraza de justicia [fuimos justificados, apartados, tenemos nuestro puesto en los lugares celestiales], 15y calzados los pies con el apresto del evangelio de paz [proclamamos el Evangelio del Reino de Dios donde quiera que vayamos]. 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18orando en todo tiempo [mucha oración] con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

El hijo de Dios no debe olvidar que tiene un arma muy poderosa como es la oración; no solo con el entendimiento, sino con el espíritu, comunicación en vivo y en directo con Dios. Debe ir en oración a Dios con mucha humildad, comunicarle todas las cosas a Él primero, y verá resultados prodigiosos en su vida, así como lo hizo el Señor Jesucristo.

Santiago 4:1-8,10

1¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar, combatís y lucháis, pero no tenéis los que deseáis, porque no pedís. 3Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? 6Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

10Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Recordemos cuando Jesucristo fue tentado por el adversario, éste no pudo hacer nada, porque la firmeza que mantuvo hizo que perdiera esa batalla. Recordemos esa humildad, que siempre caracterizó a Jesucristo por hacer la voluntad de Su Padre Celestial.

Gálatas 2:20

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Despojado del viejo hombre, (antigua mentalidad que arrastramos desde antes de ser hijos de Dios), no debemos andar viviendo conforme a este antiguo modelo de hábitos y conductas, ya que ese viejo hombre murió a este tipo de vida, cuando fue crucificado juntamente con Cristo. El andar cristiano genuino se manifiesta cuando se hace a Cristo Señor y Salvador.

Los insto a que permanezca firme, haciendo la obra del Señor, ya que para esto fuimos llamados; no debemos achicopalarnos (achicarnos o acobardarnos) ante nada, ya que somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Escudriñen la maravillosa Palabra de Dios en todo momento, léanla, estúdienla, reténganla, repítanla y sobretodo pónganla en el nivel de PRIORIDAD en sus vidas y verán que tendrán unas vidas más que abundantes.

Lucas 12:22,23, 29-31

22Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, que comeréis; ni por el cuerpo, que vestiréis. 23La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.

29Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 30Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 31Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.

¿Se ve?, Dios lo dice en Su Palabra, que no debe andar afanado, que Él suple todo, Él sabe que necesidades tiene, esto no lo debe preocupar, no lo debe poner ansioso, déjele todas estas cosas a Dios y ande liviano, déjele todas estas cosas a Dios y viva en la maravillosa paz de Dios. Ande y viva en la maravillosa Palabra de Dios, manténgase firme en ella y verá que su vida será una vida llena de esa paz, misericordia y amor de Dios. Firme es como Dios lo necesita, para que usted pueda manifestar con su vida, con su andar esas múltiples bendiciones, las cuales se verán reflejadas en que otros que andan afanados, encuentren en usted esa paz que tanto anhelan.

2 Corintios 4:18

No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

El sentido bíblico de mirar, es poner el corazón. ¿Puede un hombre natural poner su corazón en la sabiduría, la gracia y la justicia de Dios? No. Solo las pone en las cosas materiales, las cuales son temporales, perecederas, dado un tiempo pierden su valor. Un creyente hijo de Dios, en cambio, si puede (y debiera) mirar la sabiduría, la gracia, la justicia, la paz, y todas las cosas de Dios, las cuales sí son eternas.

Hay que desarrollar y madurar la relación con Dios a través de Su Palabra, entonces el cimiento de su vida y de todas sus acciones será de una tremenda calidad y estabilidad que nada ni nadie la hará avergonzar, porque Dios será su soporte, confianza, fortaleza, cimiento y recompensa. Faltarían las palabras para describir lo maravilloso que es estar cimentado, reafirmado a la Palabra de Dios.

1Corintios 15:58

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre,  sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Es importante el servicio a Dios, ya que este servicio será recompensado, no es en vano, esto nos hace mantenernos firmes y constantes. Trabajemos para Dios, movamos Su Palabra, no nos durmamos, despertémonos a la realidad de Dios en Cristo en nosotros y andemos con todo poder firmes en la Palabra de Dios.

Marcos 16:15

Nota del  Editor

Toda la Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[5] a menos que se especifique algo en contrario. Cada vez que aparezca resaltada alguna palabra dentro del texto de la Biblia, se trata del énfasis añadido por el autor.

Toda vez que se utilice una palabra de origen Griego será escrita en minúscula cursiva (Ej.: atomos). Y si se usara una palabra hebrea o aramea será escrita en mayúscula cursiva (Ej.: YARE). En ambos casos se puede utilizar la palabra raíz como cualquier otra forma gramatical de esa palabra en representación de la familia de palabras.

Debido a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.

Todas las citas de fuentes externas se notarán en esta otra tipografía para diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea de mayor longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “…” indicando que hay mas información disponible para consulta en dicha fuente.

Cuando se haga referencia al texto griego o hebreo, ésta estará basada en dichos textos según sean presentados en ESword de Rick Meyer y/o de la Interlinear Scripture Analyzer de André de Mol y/o de En el principio era la Palabra.Todos programas de estudio Bíblico que pueden ser descargados a su PC mediante el link correspondiente en Links Útiles >Programas para el estudio de las Escrituras en el sitio web.

Las notas al final son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito de documentar, respaldar, ampliar, aclarar, o reforzar el tema que se trate.

Esta enseñanza somete a consideración del lector el tema que trata. Es mas bien en algunos casos un punto de partida que propone, orienta y -desde ya- concluye con lo que el autor ha estudiado y debido a eso presentado de las Escrituras. No obstante, la Palabra de Dios es simplemente inagotable. El único que no necesita revisión es Dios mismo y Su Palabra según fue originalmente inspirada. Pero nuestro conocimiento y entendimiento  de las distintas maravillas presentadas en la Palabra de Dios siempre pueden ser y debieran ser sometidas al escrutinio[6] del estudiante. Entonces, el presente trabajo es presentado al estudiante Bíblico como una ayuda, una fuente más de consulta, de referencia y de estudio de la Palabra de Dios. La obra está lejos de pretender ser la única ni mucho menos la más sobresaliente obra de este tipo que exista. Ella no posee eminencia sobre ninguna otra ni es autoridad última sobre el tema. La autoría de la Palabra de Dios es la exclusividad del Padre Celestial y como tal es la fuente de conocimiento y autoridad única e inapelable.

Consulte si esta enseñanza se encuentra disponible en audio en el sitio web: www.palabrasobreelmundo.com.ar.  Asimismo puede descargar del mismo sitio todas las enseñanzas en texto y en audio que desee. Todas las solicitudes y los comentarios pueden ser dirigidas a palabrasobreelmundo@gmail.com.

Dios lo bendiga

Adriana Di Benedetto

Eduardo Di Noto


[1] Véase la Enseñanza N° 38 Cuán Firme cimiento

[2] Santiago 1:13

[3] Watch Tower Biblie and Tract Saciety of Pennsylvania. Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, 1967. Pág 1231

[4] The Amplified Biblie Zondervan Publishing House, Grand Rapids, Michigan, EEUU. 1987. Pág 1312

[5]La Santa Biblia Antiguo y Nuevo Testamentos, Antigua Versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602) Revisión de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993

[6] Hechos 17:11

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