DOTE

Gen 30:20 dijo Lea: Dios me ha dado una buena d
Gen 34:12 aumentad a cargo mío mucha d y dones
Exo 22:17 le pesará plata conforme a la d de las
1Sa 18:25 decid así a David: El rey no desea la d
1Ki 9:16 la dio en d a su hija la mujer de Salomón


latí­n dos, dotis. Donativo en bienes y siervos que el padre daba a la novia cuando ésta se iba a casar, Gn 29, 24; Jos 15, 17-19; 1 R 9, 16. El novio también entregaba d., en hebreo mohar, al suegro por la novia, o a la familia de ésta, Gn 34, 12; Saúl le exigió a David cien prepucios de filisteos muertos, en vez de la d. por la hija de aquél, 1 S 18, 25. Si un hombre seducí­a a una virgen no desposada y se acostaba con ella, debí­a pagar la dote y tomarla como esposa; si el padre no la entregaba, el seductor debí­a, de todas maneras, pagar la d., Ex 22, 15-16; Dt 22, 28-29.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Como las hijas eran propiedad del padre, el novio tení­a que adquirir de éste ese derecho mediante el pago de una suma de dinero o entregando algunos bienes. Eso constituí­a la d. (Exo 22:17). Así­, el siervo de Abraham †œdio cosas preciosas† al hermano y la madre de †¢Rebeca (Gen 24:53). Cuando †¢Siquem pide a †¢Dina para su hijo dice: †œAumentad a cargo mí­o mucha d. y dones y yo daré cuanto me dijeres† (Gen 34:12). David no se sentí­a merecedor de casarse con una hija de Saúl porque era †œun hombre pobre†, pero le convencieron diciéndole que †œel rey no desea la d., sino cien prepucios de filisteos† (1Sa 18:23-25). En otros casos, la d. era a la inversa, es decir, el padre hací­a un regalo a la hija, que aportaba esa propiedad al matrimonio, constituyendo su d. Cuando †¢Acsa, hija de Caleb, se casa con †¢Otoniel, le pide a su padre tierras con †œfuentes de aguas† (Jos 15:19; Jue 1:15). Un Faraón tomó una ciudad y la dio como d. a su hija que casó con Salomón (1Re 9:16). †¢Matrimonio.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, COST

ver, MATRIMONIO

vet, En la antigüedad era muy raro que la mujer aportara una dote en matrimonio. En Israel y en las naciones vecinas, era el marido o su padre quien pagaba al padre de la prometida a fin de que le fuera dada en casamiento (Gn. 29:15-20; 34:12; Ex. 22:17; 1 S. 18:25). El monto legal inferior parece haber sido de 50 siclos de plata (Dt. 22:29). En ocasiones, el padre de la prometida le hací­a un regalo de matrimonio (Jos. 15:19; 1 R. 9:16). (Véase MATRIMONIO).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

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Aportación económica, en dinero o en riquezas, que las familias de la novia paga al novio, o a su familia, como aportación al matrimonio. Esa cantidad pasa a posesión condicionada por la esposa mientras sea tratada como tal, de modo que se restituye si el cotrato matrimonial fuera deshecho en el porvenir.

No deja de ser un sí­ntoma de inferioridad de la mujer respecto al varón, pues no se sigue la misma costumbre con el esposo, que sólo se aporta a si mismo en lo jurí­dico, aunque en lo real sea apoyado por su familia para establecer el hogar.

En los pueblos antiguos la dote se consideraba como una propiedad de la mujer que administraba el marido. No podí­a este enajenarla. Y si fallecí­a el esposo, la mujer la recuperaba para un posterior matrimonio. Y si era la mujer la que fallecí­a, en Babilonia la recuperaba el padre de la fallecida.

En el Antiguo Testamento se habla de la dote en ocasiones con no mucha claridad: Gen. 16.1; Gen. 24.59-61; Gen. 29. 24-29. Podí­a ser estimada en esclavos, en posesiones móviles o fijas, en aportaciones de otro tipo.

En el Nuevo Testamento es un tema no tratado. Pero la Iglesia se acomodó en esto al derecho romano en los primeros tiempos y a los derechos de los diversos pueblos en los que se fue incardinando.

Al margen de las costumbres antiguas, la dote, en cuanto singularidad femenina, no se acomoda a la igualdad de derechos y deberes en los cónyuges. Los tiempos actuales se han caracterizado por la supresión de la costumbre y la aparición de colaboraciones de ambas familias con miras al establecimiento social del nuevo matrimonio.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa