Un jugador decano, el más rústico de la Superliga

La palabra rústico puede usarse como sinónimo de algo tosco, burdo, ordinario y en materia futbolística designa a aquellos jugadores que, lejos de la habilidad de los más talentosos, apelan muchas veces al juego brusco. Los hay de esos que reparten patadas criminales a sus adversarios y de los que mandan la pelota a la tribuna, le pifian o cometen algún yerro grosero. El programa de televisión Libero que se emite TyC Sports es ya un clásico de los entusiastas del fútbol local y una de las secciones favoritas de los televidentes es el nunca bien ponderado “Ranking rústico”. Se trata de una tabla donde los jugadores son evaluados no por sus virtudes, sino por sus errores. A cada acto de salvajismo futbolístico se le otorga un puntaje que se va acumulando a lo largo del torneo hasta dar con el más rústico del certamen, ese que en la canchita del barrio se lo llamaba burro, patadura, leñador, talador y tantos otros eufemismos que se usan para mitigar su barbarie; esa violencia que sabiamente administrada suele ser hasta vitoreada en las tribunas y ha llegado a ser romantizada, por ejemplo, con la llamada “garra charrúa”, acaso la expresión más bestial del futbol uruguayo. Debate filosófico aparte, lo cierto es que quien lidera el ranking rústico es un jugador de nuestro Atlético, más precisamente un defensor. Enteresé de quién se trata, pero antes, no olvide ponerse las canilleras porque es de armas llevar. 

En la última emisión de tan famoso ranking se hizo sentir la presencia decana. Desde los hinchas que saludan a la cámara hasta los protagonistas del fútbol rústico nuestro de cada fin de semana. El lateral Gabriel Risso Patrón se llevó un seis por revolearla por los aires en la mitad de cancha durante el partido contra Lanús. Por similares razones a Leonardo Heredia lo puntuaron con un siete, pero esta vez el pelotazo estratosférico fue ante el arquero rival. Pero el que se llevó todas las loas de la rusticidad fue el central Dylan Gissi por una intervención de tipo quirúrgica ante la gran promesa de Lanús Pedro “El Zorrito” de la Vega. A pesar de su destacada actuación en la última fecha, incluso coronada con el gol sobre la hora que le dio el empate a Atlético, Gissi se llevó un ocho en el ranking y “El Zorrito” la firma de los tapones de sus botines en rojo a la altura de la cintura, según se puede apreciar en el video. Sin embargo, tras el violento rasponazo, ambos ya hicieron las paces. “Salto y veo a los dos adelante y veo cómo puedo correr, pero no llego y lo piso”, se justificó el decano por semejante acto de vehemencia. No es este el primer episodio de esta índole de que protagoniza el defensor, de hecho es él quien lidera el ranking anual con 24 puntos y aspira a llevarse el Nobel de la rusticidad o el botín de plomo del fútbol argentino.

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