El sociólogo norteamericano Lewis Morgan (1818-1881) dividió la historia de la humanidad en tres grandes etapas: el salvajismo, la barbarie y la civilización, atendiendo a los diversos grados de desarrollo. Y a cada una de las dos primeras etapas la subdividió en tres estadios: inferior, medio y superior. Tomó como referencia para esta división la “habilidad” de los distintos grupos humanos para producir los medios de subsistencia. Con base en ella estableció el grado de dominio de ellos sobre la naturaleza y el nivel de superioridad entre sí. Observó que “todas las grandes épocas del progreso de la humanidad coinciden, de una manera más o menos directa, con las épocas en que se extienden los medios de alimentarse”.
Federico Engels (1820-1895) siguió al pie de la letra las enseñanzas de Morgan. Dijo de él que “fue el primero que con conocimiento de causa ha tratado de introducir un orden preciso en la prehistoria de la humanidad”. Explicó que en la etapa inferior del salvajismo, que fue la “infancia” del género humano, y que duró muchísimo tiempo, el hombre habitó en sus mansiones primitivas: los bosques tropicales y subtropicales. Fueron los frutos, las nueces y las raíces su alimento. Y empezó a elaborar un lenguaje articulado. En el estadio medio amplió su alimentación a los pescados, crustáceos y moluscos. Y descubrió el fuego. Los instrumentos de piedra, trabajados rústicamente, pertenecieron a esa época —período paleolítico— y elaboró sus primeras armas: la maza y la lanza. Después ascendió al estadio superior, que comienza con la invención del arco y la flecha. El hombre se convirtió en cazador, sin abandonar por cierto la pesca y la recolección de frutos y raíces. La invención del arco, la cuerda y la flecha supuso facultades mentales superiores y una cierta experiencia acumulada. Empezó a tejer a mano. Y aparecieron las primeras tendencias a la vida sedentaria y a la construcción de aldeas.
Más tarde, con el uso de la alfarería, el hombre ascendió a la etapa que Morgan llamó <barbarie, cuya característica sobresaliente fue la domesticación y cría de ganado y el cultivo de la tierra.