Melanina y alimentación

Podemos favorecer la producción de melanina mediante el consumo de alimentos ricos en carotenos como pueden ser: zanahoria, verduras de hoja verde, calabaza, melocotón, albaricoques, cerezas, melón, espinacas y pimientos verdes entre otros.

Los carotenos son compuestos liposolubles pigmentados (rojo, amarillo y anaranjado), de ahí el color que confieren a las verduras ricas en ellos, y son precursores de la vitamina A, de forma que cuando el organismo lo necesita, los transforma en esta vitamina.

En las épocas de calor, cuando estamos más expuestos al sol, es importante llevar a cabo una alimentación variada, pero especialmente rica en frutas, verduras y líquidos, en forma de comidas ligeras y refrescantes. Cuando las temperaturas son más cálidas, nuestro cuerpo necesita menos calorías y sin embargo está más expuesto a la deshidratación, por ello estos alimentos van a resultar fundamentales durante la primavera y el verano.

Las frutas y verduras además de contener gran cantidad de agua, contienen nutrientes esenciales para nuestro organismo y, entre otros, nos ayudan a mantener una piel hidratada y adecuadamente nutrida.

Es importante realizar una alimentación variada que nos aporte las vitaminas y minerales necesarios en esta época del año en la que nos encontramos más expuestos al sol:

  • Vitaminas liposolubles: Alimentos como el aceite de oliva, el pescado, los frutos secos y el aguacate contienen ácidos grasos insaturados, necesarios para que la piel está hidratada y adecuadamente estructurada.
  • Los huevos y los lácteos enteros son ricos en Vitamina A, necesaria para la renovación de la piel y mucosas. Los alimentos ricos en Vitamina E como el aceite de oliva, los vegetales de hoja verde, los cereales de grano entero y los frutos secos, actúan contra los radicales libres, aumentados durante el verano por la exposición solar, evitando su acumulación y reduciendo el riesgo de aparición de manchas solares.
  • Vitaminas hidrosolubles: La vitamina C, presente en frutas y verduras frescas y crudas (se destruye por la acción del calor, al cocinarla), es antioxidante, combatiendo los radicales libres de los que ya hemos hablado; asimismo contribuye en la producción de colágeno, logrando una piel más tersa. Una gran diversidad de alimentos como la carne, el pescado y marisco, huevos, lácteos, verduras, frutas, legumbres, cereales y frutos secos, nos van a proporcional la Vitamina B necesaria para procesos de renovación celular que contribuirán en un correcto estado de piel cabello y mucosas.
  • Minerales: El selenio, presente en carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras, va a tener también función antioxidante, y el Zinc, presente en carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales completos y legumbres, favorecerá la elasticidad de la piel al colaborar en la formación de nuevas proteínas.