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LA FRUSTRACIÓN
La frustración es un estado de tensión emocional que se produce cuando una persona no puede conseguir el fin que persigue debido a un obstáculo que se interpone. Luego de realizar algunos intentos para conseguir lo que se propone y no conseguirlo, se presenta una situación para la que no se encuentra salida. Por ejemplo: Un empleado que desea ascender al puesto de jefe de departamento que se encuentra vacante. La imposibilidad de lograr sus fines le crea una fuerte tensión emocional y una incapacidad para salir de esa situación. Todo esto le produce una frustración, que puede llevarlo a actuar de una forma absurda e inesperada; por ejemplo, crítica destructiva a la empresa, directivos, al que está en el puesto que él aspiraba e incluso a sus propios compañeros.
Causas de la frustración
Los factores frustrantes más frecuentes son:
a) Obstáculos: son barreras que se interponen entre la personas y el fin que persiguen.
Pueden ser: físicos, sociales o morales.
Por ejemplo, la falta de dinero para comprar una casa, o un auto, o desear un puesto ocupado ya por otra persona.
b) Deficiencias: pueden ser objetivas o subjetivas.
Objetivas: la persona carece de algo que normalmente debería tener: oído, vista, piernas, otros.
Subjetivas: la persona cree que tiene el derecho a tener algo que no posee. Por ejemplo: cuando se tiene un nivel de aspiración muy alto y no está contento con lo que tiene, porque siempre siente que le falta algo.
c) Conflictos: surgen cuando los motivos son incompatibles. Los tipos de conflictos son: tipo de atracción-atracción, rechazo-rechazo, atracción-rechazo; existen también otras clasificaciones.
Efectos de la frustración
La conducta de la persona frustrada puede desorganizarse y volverse agresiva, a menos que se intente solucionar. Una persona frustrada puede ser una persona infeliz si no baja sus pretensiones o si no orienta su deseo hacia otros objetivos o lo pospone para cuando las circunstancias sean propicias. Por ejemplo, en el caso del empleo que se desea obtener, algunas personas aspiran muy alto porque creen que lo merecen, y así puede ser, pero resulta que no tiene la suficiente experiencia o preparación, entonces accede al cargo alguien que, por algún motivo, está en condiciones de hacerlo. Si no somos objetivos y no analizamos bien cuál es el motivo por el que uno no obtuvo lo que tanto deseaba puede frustrarse y culpar a quien no tiene nada que ver en el asunto; así, se puede odiar a quien accedió al cargo o al responsable de elegir al que estaría en el puesto. Este odio puede ir en aumento, volverse una constante y convertirse en amargura.
Algunas formas de encontrar solución:
- Solución racional de las dificultades: la persona analiza y razona las dificultades que le han impedido conseguir su fin, racionaliza su fracaso, y acumula todo ello a su persona como una experiencia más en su vida que le impida fracasar de nuevo en otra oportunidad. A veces, esta racionalización puede ser una simple justificación o disculpa ante uno mismo por la propia conducta. Ejemplo: El empleado que no ha conseguido el puesto deseado dice: me libré de muchos problemas.
- Renunciar al objetivo propuesto inicialmente: pensar en el valor superior. Así dirige su conducta hacia fines más elevados: ideales religiosos, sociales (ayudar a los demás), morales, etc. Este tipo de soluciones se dan cuando las frustraciones no son tan fuertes o cuando la persona tiene equilibrio; sin embargo, es muy frecuente que las personas frustradas actúen en forma absurda.
Algunas de las principales causas de conductas frustradas son:
a) Agresiones: pueden ser físicas directas, agresiones verbales (críticas destructivas, directas), agresiones internas como complejo de culpabilidad, e inferioridad, depresiones, apatías, cinismo.
b) Conducta desorganizada: alcoholismo.
c) Obsesiones, prejuicios.
d) Proyección: se proyectan los defectos propios entre los demás.
e) Represión: se apartan los conflictos de la conciencia (no se piensa).
f) Compensaciones: sustituir un motivo frustrado por otro alcanzable.
g) Racionalizaciones: justificar acciones inaceptables, atribuyéndolas a motivos aceptables.
h) Fantasías: sustituir la vida real por triunfos imaginarios.
i) Apatía: refugiarse en la inacción y el desinterés.
j) Regresión: retroceder a formas primitivas o infantiles de comportamiento.
k) Ansiedad y fobias: miedos vagos y difusos.
Ejercicio
a) Recuerda dos ocasiones en la que te hayas sentido frustrado (una frustración pequeña y otra muy importante). Considera que cuanto más importante es el fin que persigas, más grande es la frustración.
b) Describe cómo te sentiste y cómo lo solucionaste.
c) ¿Cómo ves hoy esa situación; de qué otra manera pudiste haberla solucionado?