Dimensión Personal Social

DIMENSIÓN PERSONAL SOCIAL





El cuarto y quinto año están marcados por una mayor independencia y por el desarrollo de habilidades grupales y sociales que les permiten participar en actividades compartidas en las que ponen a prueba sus habilidades, fortalezas y limitaciones.

En esta dimensión desarrollan las competencias socio-afectivas en el niño y la niña, para crear su manera personal de vivir y expresar emociones y sentimientos frente a los objetos, animales y personas que lo rodean, formando así una persona autónoma solidaria y responsable en el marco de una educación para la diversidad y aportar al desarrollo personal, familiar y multicultural, social, político y tecnológico.
Necesitan que se les propicien espacios en los que puedan demostrar su independencia y están en la posibilidad de expresar sus opiniones, acuerdos o desacuerdos, a sus iguales y a las personas adultas que les rodean.
El desarrollo socio-afectivo en el niño juega un papel fundamental en el afianzamiento de su personalidad, auto-imagen, auto-concepto y autonomía, esenciales para la consolidación de su subjetividad, como también en las relaciones que establece con los padres, hermanos, docentes, niños y adultos cercanos a él, de esta forma va logrando crear su manera personal de vivir, sentir y expresar emociones y sentimientos frente a los objetos, animales y personas del mundo, la manera de actuar, disentir y juzgar sus propias actuaciones y las de los demás, al igual que la manera de tomar sus propias determinaciones.

Los niños y las niñas están aprendiendo cotidianamente a organizar y significar sus experiencias, sensaciones, percepciones, emociones y pensamientos a través de experiencias vinculares y sociales, que funcionan como escenario fundante donde comienza a escribirse su historia como sujeto social y también como sujeto de conocimiento: ¿quién soy? ¿Cómo estoy?, ¿cómo soy para el otro?, ¿cómo es el mundo para mí?, ¿cómo soy yo para el mundo?, ¿qué me pasa?
Claudia Soto y Rosa Violante (2008)

Cuando los niños cumplen su primer año están en el tránsito de aprender a caminar, o lo hacen desde hace poco y esto significa que están en plena conquista del mundo. Antes, las cosas debían venir hacia ellos, ahora ellos pueden desplazarse y tomar posesión de las cosas empieza un lento y largo trayecto hacia la autonomía.

Ya no siempre esperan, o simplemente atienden, ahora pueden movilizarse, coger, agarrar, alcanzar y en esa práctica crean nuevos hechos, nuevas relaciones, nuevos sentidos. Una manera de decirlo es que consolidan la apropiación del mundo con la exploración y manipulación de nuevos y variados objetos.

Otra evolución está enfocada en los cambios que hacen para transformarse de espectadores en ejecutores. Empiezan a coordinar sus dos manos, lo que los habilita para poder hacer y resolver  coordinarlas significa un enorme poder debido a que cada mano puede cumplir un papel distinto, que les facilita increíblemente la vida.
La conquista más importante de los niños al final del primer año y buena parte del segundo es la autonomía, la transformación de bebé al niño.

Cuando deja de ser un ser absolutamente dependiente, para convertirse en un sujeto ejecutor.  Ese es el camino al que lo llevan los primeros pasos, las posibilidades que le brindan la coordinación de manos expertas, la capacidad de solucionar problemas, así como la de comunicación y los inicios del lenguaje.
Los cuidadores, padres o abuelitos juegan un papel importante en la apertura de ese espacio, para que consoliden sus conquistas. Es el momento en que los saberes y haceres, transformados completamente en poder hacer, necesitan el tiempo y los grados de libertad para actuar. Los niños requieren desplazarse, necesitan muchos intentos que son como poder hacer lentamente, sin la ansiedad de los adultos siguiéndolos.

Desarrollos por Fortalecer de 1 a 3 años de edad

• Establecen vínculos afectivos con el docente, a través de las continuas interrelaciones, la comunicación corporal, verbal y de los cuidados que recibe.

• Se sienta seguro en compañía de los adultos que le rodean, a los cuales les expresa sus sentimientos.

• Se descubre a sí mismo a partir de juegos de exploración y
movimiento, logrando diferenciarse paulatinamente del adulto y el entorno.

• Se identifica como una persona independiente a través del reconocimiento de su nombre, imagen, objetos y juguetes que le pertenecen.

• Manifiesta cuáles son sus preferencias en medio de experiencias de movimiento, exploración, percepción, entre otras.

• Reconoce que sus acciones y actitudes producen sentimientos y reacciones en las personas que lo acompañan y en los objetos que manipula.

• Expresa oralmente sus sentimientos, intereses, ideas, opiniones y necesidades, entre otros, en diálogos con los adultos y sus pares, en situaciones espontáneas o planeadas.

• Se identifica con algún sexo, teniendo en cuenta los rasgos característicos de su cultura y contexto social.

• Se identifica con otros niños, niñas y adultos, reconociendo características, gustos y necesidades comunes y distintas.
• Disfruta de juegos simbólicos, acercándose a los otros niños y niñas para compartir espacios y juguetes.

Autonomía
La autonomía es una cualidad del sujeto social, la cual le da la capacidad de construir su vida de manera independiente, pero que al mismo tiempo le insinúa la necesidad de interdependencia, es decir, de reconocer en los otros a sujetos con proyectos, sentimientos, pensamientos y emociones que pueden llegar a ser compartidos.
Es allí, en el seno materno en donde comienza el camino hacia la autonomía, pasando primero por una dependencia absoluta, luego por una relativa, hasta llegar a la independencia.
Entre los dos y los cinco años con el dominio total de sus esfínteres, con el rápido desarrollo del lenguaje y la mayor armonía en los movimientos de desplazamiento, el niño y la niña gozan de mayor independencia, pueden comenzar a abandonar tranquilamente los cuidados que provenían de la madre o la maestra, a partir de este momento el niño o la niña están en la capacidad de resolver pequeños problemas y cumplir con tareas de las rutinas diarias que antes eran asumidas por los adultos como vestirse sólo, ir al baño cuando lo necesite, recoger los juguetes que ha usado y dejarlos en su lugar, entre otros.
Desarrollos por Fortalecer de 1 a 3 años de edad

La maestra o maestro posibilitarán experiencias en las cuales el niño y la niña:

• Se adapte tranquilamente a rutinas cotidianas como los momentos de comer, higiene y juego dentro del contexto del jardín o la institución educativa.
• Se mueva por el espacio buscando satisfacer su curiosidad por los objetos, con los cuales experimenta y busca posibilidades.

• Se sienta seguro cuando se separa de su madre o maestra y tranquilamente inicie una actividad de manera independiente.

• Decida de acuerdo con sus intereses y necesidades sobre variadas alternativas que se le proponen.
• Controle esfínteres de acuerdo a su edad, características individuales y ritmos propios.

• Asuma responsabilidades sencillas como organizar los juguetes que ha utilizado, dejar sus objetos personales en el lugar destinado para tal fin chaquetas, sacos, maletas.
• Reconozca progresivamente sus capacidades utilizándolas para la realización de actividades en distintas situaciones de la vida cotidiana.

• Manifieste el interés por vestirse y desvestirse sólo hasta realizarlo sin intervención de la maestra.

• Se muestre independiente en la realización de las actividades de higiene personal como cepillado de dientes, peinado y baño del cuerpo, entre otras, hasta desarrollarlas sin ayuda del adulto.

• Manifieste iniciativa por relacionarse con otros (tanto adultos como niños) a partir de conversaciones y juegos propios de la edad.

• Reconozca las normas y los acuerdos por medio de los cuales se regulan las rutinas cotidianas de la institución educativa.

• Se sienta tranquilo y seguro cuando manifiesta alguna molestia, opinión o quiera hacer algún aporte o pregunta.

Convivencia
Proceso del sujeto en que se reconoce a los otros, se establecen relaciones con ellos, se siente que pertenece a una comunidad y puede armonizar sus intereses individuales con los colectivos a partir de normas y valores social mente compartidos, entendiendo la norma como unas mínimas reglas culturales y sociales, que se heredan, se construyen y se interpretan permanentemente, para que el tejido social fluya y el sujeto pueda así ir reconociendo sus opciones, sus valores y por ende aclarando sus máximos individuales. Las relaciones y los vínculos que se construyen y establecen en la infancia, y a lo largo de la vida, son la base para que los seres humanos se integren en los sistemas sociales de cada cultura, los cuales están mediados por pactos, normas, acuerdos, tanto tácitos como explícitos.

Desarrollos por Fortalecer de 1 a 3 años de edad.
La maestra o maestro posibilitarán experiencias en las cuales el niño y la niña:
• Establezca relaciones con sus compañeros, compañeras, maestros y maestras, compartiendo con ellos actividades en la cotidianidad, juegos, exploración del medio y de los objetos, a través de las cuales reconozca las normas, los pactos o los acuerdos propios del jardín o el colegio.

• Se adapte a diferentes contextos, estableciendo la relación entre los espacios y el usos de los mismos; asumiendo que hay un lugar para dormir, otro para comer y otro para sus necesidades fisiológicas.

• Se relacione con características propias de su cultura como juegos, canciones y costumbres.

• Se reconozca como integrante de su grupo en el jardín o en el colegio.

• Identifique sus propios sentimientos y los de los demás como consecuencia de sus acciones.

• Exprese libremente sus sentimientos y opiniones sobre eventos cotidianos en la relación con sus compañeros y compañeras del jardín o el colegio.

• Participe en grupos de trabajo en los que deba compartir objetos e ideas y maneje el conflicto inicialmente con ayuda de otros.

• Tome decisiones respecto a situaciones cotidianas (participar o no de una actividad, en qué forma organizar un juego, etc.).

Desarrollos por Fortalecer de 3 a 5 años de edad:
La maestra o maestro posibilitarán experiencias en las cuales el niño y la niña:
• Reconozca las características y cualidades de los pares y adultos, estableciendo relaciones de respeto, de valoración hacia el otro e identificándose con las mismas.



• Construya relaciones de confianza, cuidado, afecto y colaboración basadas en el respeto a los otros y en las normas del jardín y/o del colegio.

• Construya relaciones de confianza, cuidado, afecto, seguridad y colaboración basados en las normas y acuerdos de su entorno social.

• Busque solucionar situaciones conflictivas a través del diálogo y de manera independiente.

• Establezca acuerdos y reglas que se reconozcan y acepten en grupos de trabajo.

• Participe de forma activa en los espacios de encuentro colectivo dentro del jardín infantil o colegio, como reuniones al inicio de la jornada para planear actividades diarias, asambleas, etc.

• Participe en grupos en los que opine sobre cómo organizar actividades y distribuir funciones y responsabilidades.

• Participe en grupos de trabajo en los que deba compartir objetos e ideas y maneje el conflicto, inicialmente con ayuda de otros.

• Opine sobre situaciones de su jardín o colegio, de la familia, de su ciudad y su país.





2 comentarios:

  1. buenas noches, me parece muy importante la informacion de su blog, me podria ayudar de que libro tomo esta informacion para poder citarla en un trabajo.

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  2. Buenas tardes, me podria ayudar con el año,fecha y autor de este blog para poder citarla en un trabajo.

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