Las enzimas son proteínas globulares que actúan como catalizadores biológicos. Sin ellas la vida sería imposible ya que los catalizadores biológicos se encargan de acelerar aquellos procesos metabólicos que son energéticamente posibles pero que transcurren a una velocidad muy baja. Este aumento de la velocidad de reacción lo consiguen al rebajar la energía de activación necesaria, es decir, la cantidad de energía mínima necesaria para que comience una reacción química.
Las enzimas tienen dos propiedades principales, la capacidad catalítica comentada y la especificidad enzima-sustrato. Esta última hace que, para cada sustrato y para cada reacción metabólica exista una enzima concreta. En nuestras células se encuentran multitud de enzimas diferentes y gracias a su especificidad pueden tener lugar, dentro del citoplasma celular, cientos de reacciones distintas sin ninguna confusión. Esta especificidad se debe a que un sustrato solo se puede unir al sitio activo que tenga una forma y propiedades químicas adecuadas, por lo que a cada sustrato le corresponde una sola enzima
La enzima lactasa
La enzima lactasa se produce en las células epiteliales del intestino delgado y se sintetiza durante la infancia de todos los animales mamíferos. Su actividad metabólica se basa en la ruptura del disacárido lactosa en sus componentes glucosa y galactosa, hidrolizando su enlace glucosídico. Esta actividad la engloba en la familia de las enzimas disacaridasas.
La lactosa (del latín lactem, ‘leche’ y el sufijo –osa, utilizado para nombrar glúcidos), se conoce también como el azúcar de la leche, ya que la encontramos al 28% en peso en la leche segregada por las glándulas mamarias de las hembras de los mamíferos. Los cachorros de los mamíferos se alimentan de leche durante la lactancia para lo que sus vellosidades intestinales expresan la lactasa, permitiendo la ruptura de la lactosa y facilitando así la absorción de los monosacáridos galactosa y glucosa.
Esta producción de lactasa disminuye en los mamíferos al finalizar la lactancia debido a la ausencia de un consumo continuado de leche[3]. En los seres humanos, la actividad lactasa intestinal es máxima en el momento del nacimiento. Sin embargo, tras los primeros meses de vida, la actividad lactasa comienza a disminuir. En la mayoría de las personas, esta actividad se reduce hasta niveles indetectables como consecuencia de la inhibición de la expresión de la lactasa.
Ilustración. Hidrólisis de la lactosa por el efecto de la lactasa.
[1] R.Yates, L., Arce, P., & VIllalón, M. (1999). Enzimas. Obtenido de Ciencias Biologicas- BIO 100: Introducción a la biología: http://www7.uc.cl/sw_educ/biologia/bio100/html/portadaMIval2.1.1.4.7.html
[2] Cuadrado Bravo, E., & Collado Cuéllar, C. (28 de septiembre de 2014). Intolerancia a la lactosa. Obtenido de tumejornutricion: https://tumejornutricion.wordpress.com/2014/09/28/intolerancia-a-la-lactosa/
[3] Vitoria, JC (enero-junio de 1999). «Intolerancia a la lactosa». Bol S Vasco-Nav Pediatr 33: 18-23.
Tratamiento de la intolerancia a la lactosa: Esferificaciones de lactasa 