Cómo arrear ganado

Arrear ganado es un arte y una ciencia que requiere de paciencia, conocimientos sobre zonas de fuga y un poco de psicología bovina. El arreo de ganado es tan antiguo como el tiempo mismo, tan antiguo como cuando se domesticó el primer ganado hace más de 50,000 años, y tan antiguo como el desplazamiento de ganado en el Viejo Oeste.

El arreo es un método realizado por perros pastores y/o humanos para desplazar a un rebaño de ganado de una zona a otra, ya sea desde una zona de pastoreo hacia una pastura fresca, o desde la pastura hacia las instalaciones donde el ganado pasa tiempo para ser vacunado, desparasitado, descornado, marcado, etc. antes de dejarlo salir a la pastura otra vez.

Método 1

Método 1 de 3:

Comprende la zona de fuga

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Ten en cuenta que el ganado tiende a moverse de manera circular y que tienen zonas llamadas "zona de fuga." Este es el término corto usado para describir la distancia máxima que el animal mantiene cómodamente en tu presencia. Si te encuentras fuera de la zona de fuga, no habrá ningún movimiento. Ingresa a la zona de fuga y verás movimiento alejándose de ti. Las zonas de fuga tienen algo que se llama “punto de balance”, que es el punto que afecta el lugar por donde un animal puede moverse de acuerdo a la “presión” que se ejerce. El punto de equilibrio bovino está generalmente en el hombro, especialmente en espacios limitados y se determina por la visión angular amplia del animal. Sin embargo, probablemente el punto de balance en un corral abierto o pastura no se encuentre en el hombro, sino quizás en el ojo, el cuello o incluso al costado. No existe una distancia promedio de una zona de fuga para el animal. Cada zona de fuga depende de qué tan domesticado esté un animal, y qué tan calmado o excitado esté. La zona de fuga siempre es la más grande por la zona de la cabeza y la más pequeña alrededor de las caderas.
- Haciendo presión por detrás del punto de balance siempre harás que un animal se mueva hacia adelante. Haciendo presión por delante del punto de balance harás que el animal se mueva hacia atrás.
- Haciendo presión directamente por el lado derecho del hombro del animal harás que se mueva a la derecha, y sucede lo mismo si te mueves en un ángulo de 90 grados hacia el hombro izquierdo del animal.
Para hacer que un animal se detenga, deja de caminar cuando pases el punto de balance y cuando el animal sienta que te encuentras fuera de su zona de fuga. Para mover solo a un animal, deja de caminar cuando pases el punto de balance de ese animal. Recuerda estar calmado.

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Método 2

Método 2 de 3:

Desplaza al ganado en la pastura

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Relájate y mantente calmado mientras lo haces, y asegúrate de tener el estado de ánimo como para manejar y arrear al ganado lo más calmado que puedas.
Prepárate con antelación antes de comenzar a arrearlos hacia la zona destinada. Abre las rejas por las que quieres que pase el ganado y cierra aquellas por las que no quieres que pase.
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Haz que el ganado se desplace de manera más libre. Comienza moviéndote en zigzag para hacer que se desplacen de manera más libre, trabajando desde la parte posterior del rebaño. No camines en círculos alrededor del ganado. Aplica tensión en los bordes exteriores del rebaño o de la zona de fuga colectiva, para mover al ganado de manera más libre. Puedes inducir a los animales de la parte de atrás a que empiecen a moverse dándoles una mirada “depredadora”, simulando el movimiento acosador de un depredador que evalúa al rebaño. Pero no te quedes mucho tiempo en el punto ciego de un animal, sino este se volteará y te mirará. Tómate tu tiempo, ya que tendrás que hacer grandes desplazamientos de acuerdo a qué tan grande es la pastura y qué tan lejos y disperso esté el ganado. Este paso inicial puede tomarte de 5 a 30 minutos.
- No vayas tras los flojos rezagados, ya que estos se acercarán a los bosques o se irán por un lado y regresarán al rebaño. No los juntes muy rápidamente ya que solo quieres que estén ligeramente ansiosos por tu comportamiento y no que se den a la fuga repentinamente por temor. La ansiedad siempre viene antes que el temor y la fuga.
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Muévelos hacia donde quieres que vayan. Para iniciar el movimiento en la dirección que quieres que vayan, aplica tensión en la zona de fuga colectiva. Continúa con el movimiento en zigzag, pero presiona más cerca al rebaño, moviéndote en dirección perpendicular en la dirección en que el rebaño debe ir. Una vez que el rebaño se mueva en la dirección deseada, será un poco más fácil mantenerlos en movimiento.
- Los animales siempre empezarán a dudar o a dar vueltas en lugar de ir en la dirección deseada, tan solo para poder ubicar dónde estás tú, o sea el arreador. Esta es una defensa natural anti-depredadores, ya que ellos siempre querrán saber dónde está el depredador y cuáles son sus intenciones. Esto puede ocurrir si el arreador (o depredador) se encuentra en su punto ciego. Así que para evitar este movimiento circular, o para corregirlos y mantenerlos en la misma dirección en la que deben ir, no te quedes, ni siquiera por un momento, en el punto ciego de ningún animal. Detente inmediatamente o cambia la dirección del movimiento en el que están yendo con el fin de aliviar la tensión y recompensar a los animales por ir hacia adelante.
Una vez que llegues a la reja, párate cerca a la entrada de la reja (no frente a ella ni del otro lado), y desplázate hacia adelante y hacia atrás para controlar el movimiento de los animales a través de la reja. Si te mueves hacia adelante, detendrás el movimiento, y si te mueves hacia atrás, aliviarás la tensión y les permitirás a los animales pasar por la reja.

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Método 3

Método 3 de 3:

Desplaza al ganado a través de un callejón de trabajo o corredor

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Dirige al ganado hacia los corrales de espera de la misma forma como está descrito anteriormente. Se pueden usar los mismos movimientos que se usan para mover al ganado de una pastura a otra, y para mover al ganado hacia un corral. A continuación algunas situaciones específicas:
- A través de la reja: Lleva un control de la cantidad de ganado que entra por una reja como se describe en el paso sobre mover el ganado a través de rejas más arriba. Muévete hacia atrás para aliviar la tensión y que el ganado pase a través de la reja, luego muévete hacia adelante para detener todo el movimiento. Esto es muy útil para controlar el número de animales que van a pasar a través de un corredor o callejón al mismo tiempo.
- A través de las instalaciones de manejo: Para hacer que se muevan de la tina al corredor, camina en la dirección opuesta a la que deben seguir. Esto te colocará detrás del punto de balance cuando te alejes de ellos, dejándolos que se desplacen hacia el corredor hasta que no quepan más animales. Cuando quieras que los animales solo se muevan hacia adelante pero no hacia atrás, aléjate de ellos en la misma dirección en la que se estaban moviendo y regresa al punto donde empezaste, y repite los movimientos tantas veces como sea necesario.
- Hacia la manga de encierro: Para desplazar a un animal hacia una manga de encierro, el arreador debe dejar de moverse cuando cruza el punto de balance.
Cuando sueltes a un bovino de la manga de encierro, párate detrás del punto de balance, o camina en la dirección opuesta a la que el animal debe seguir, colocándote detrás del punto de balance.

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Consejos

El ganado son animales orientados a la alimentación y se les podrá entrenar fácilmente cuando se les da comida como premio por aprender un determinado comportamiento, o por acostumbrarse a un determinado sonido o visión. Un llamado o el sonido de una bocina (con regularidad) condicionarán al ganado a obtener algo de comer, y ayudará a que se desplacen a una zona a la que desees que vayan.
Los pasos de arreo anteriormente descritos se usan principalmente para ganado que vive en lugares amplios como ranchos o unidades de engorde donde no están acostumbrados a arreadores humanos. En cuanto al ganado que está muy acostumbrado o se comporta manso con arreadores humanos, se necesita guiarlo hacia una nueva pastura o corral, ya que el arreo (a menos que vayas a utilizar un perro pastor) generalmente no es la mejor solución y los confundirá y asustará.
Siempre recuerda que cada vez que estés manejando a tu ganado, lo estás entrenando. El ganado responderá a cualquiera sea la forma en que los manejes, ya sea buena o mala, consistente o no.
Siempre mantente calmado y en silencio cuando trabajes con ganado. No te sientas molesto, ni frustrado, ni excitado ni nervioso, de otra manera, el ganado percibirá tu estado y lo reflejará en su comportamiento, haciendo que ellos también se sientan excitados y ansiosos. No grites ni utilices demasiada fuerza (como golpearlos con el palo de clasificación o darles unos cuantos choques con la picana eléctrica) para hacer que se muevan. Eso no solo es maltrato de animales sino que tampoco resultará para hacer que te obedezcan, eso aumentará su temor y sus ganas de escaparse.
También puedes usar estas técnicas para arrear^{[1]
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Fuente de investigación} otros rebaños de animales.
Un perro^{[2]
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Fuente de investigación}, de preferencia de una raza especial, puede ayudarte a arrear^{[3]
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Fuente de investigación}. Asegúrate de que el perro esté entrenado para que no ataque ni asuste a los animales y para que su técnica de arreo no dañe a los animales, especialmente los más pequeños. Por ejemplo, a los patos se les debe mirar fijamente hacia abajo, no se les debe mordisquear. ^{[4]
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Fuente de investigación}

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Advertencias

Como se mencionó anteriormente, no grites ni persigas al ganado, ya que esto solo aumentará su estrés y puede hacer que algunos animales se vuelvan agresivos cuando se sientan acorralados. Los animales acorralados son muy peligrosos, y te pueden lastimar seriamente o incluso matarte.
Los movimientos excitados y salvajes también pueden causar bastantes daños al equipo y hasta lastimar a los mismos animales. Los movimientos calmados y lentos son la manera más rápida para hacer que se muevan y se desplacen en la dirección que desees, sin problemas.

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