La primera comunión es un sacramento de la religión católica, que suelen tomar los niños y niñas cristianos a los nueve años de edad. La primera comunión consiste en recibir el cuerpo y la sangre de Jesucristo, pero para ello, previamente se debe haber recibido antes obligatoriamente el sacramento del bautismo y el de la penitencia. Generalmente, el niño o niña menor de edad, participa por primera vez del sacramento de la Eucaristía. Esta práctica se celebra de forma colectiva, aunque la religión católica también acepta que una persona celebre el rito a cualquier edad, siempre y cuando reciba preparación previa al sacramento y cumpla con los requisitos. ​

Hoy en día en nuestro país, la comunión se suele celebrar como si de una mini boda se tratara. El día previo a la comunión, se muestra el vestido o el traje para tal evento, también todos los regalos que los familiares y amigos hacen al niño o niña que comulga e incluso se compran detalles para niños y también para mayores, para entregarlos posteriormente, en la celebración de la misma.

Así que, con todo el follón que se monta alrededor del gran día del niño y los diversos presupuestos que se barajan, parece que en realidad, estamos preparando más que una comunión, una boda en toda regla.

Vamos a ir haciendo un repaso al significado de la comunión y a lo que espiritualmente representa para la vida de un cristiano.

La ceremonia de la primera comunión, tiene lugar en torno a la celebración eucarística, y siempre es oficiada por un sacerdote, no como en la Iglesia Ortodoxa que la comunión se da por primera vez a los niños, en cuanto han sido bautizados, y en la Iglesia Católica la primera comunión se da a los niños a partir de que ya tienen uso de razón.

¿Qué significado tiene la primera comunión para la religión católica?

La comunión o eucaristía para la religión católica, quiere decir, que el niño o en este caso el creyente, toma por primera vez en su vida espiritual, el cuerpo y la sangre de Cristo. El cuerpo de Cristo es el pan (hostia) y la sangre de Cristo es el vino. El origen de la eucaristía viene de la Última Cena que Jesús celebró con sus discípulos. En la Santa Cena, Jesús pronunció una oración de acción de gracias, partió el pan, y lo dio a comer a sus discípulos, diciendo que lo comieran, porque era su cuerpo y repartió el vino, e hizo exactamente lo mismo, repartiéndolo entre sus discípulos para que lo bebieran, diciendo que era su propia sangre.

¿Qué necesita un niño para tomar la primera comunión?

A parte de tener la edad adecuada o tener uso de razón, el niño o niña debe asistir a las clases de catequesis al menos durante un período de dos años, donde se le enseñará a rezar las principales oraciones y aprenderá los conceptos básicos de la iglesia católica.

Un dato muy importante que se debe tener en cuenta antes de tomar por primera vez la comunión, es que, el niño o niña debe confesar todos sus pecados ante un cura o sacerdote.

Una curiosidad muy importante acerca de qué es lo que no debemos hacer antes de comulgar, es que la iglesia pide que no se coma o beba nada antes de tomar la primera comunión. Se puede hacer una excepción, sólo con el agua. Por eso hay que guardar con precaución los detalles para niñas y niños si éstos contienen chucherías.

¿Dónde puede hacer el niño la primera comunión?

Por regla general, o al menos, en la mayoría de los casos, el niño o niña que vaya a tomar la primera comunión, deberá celebrarlo en la parroquia a la que pertenece, porque es en ella donde se reunirá cada domingo para asistir a misa y donde continuará el camino hacia su fe cristiana. Aunque en muchos casos, se da la circunstancia, en la que el niño o niña asiste a un colegio católico y a los padres les resulta mucho más cómodo que la tome allí mismo y así esté reunido con sus amigos en un día como este.

¿Dónde puede celebrar la primera comunión?

No hay un sitio, ni lugar en concreto donde celebrar la primera comunión de un niño o una niña. Cada padre y madre, opta por lo que mejor le conviene o mejor se adapta a su presupuesto económico. Hay salones en los cuales se da la opción de compartir gastos con varias comuniones a la vez. De esta manera sale más rentable para los padres de los niños que comulgan, ya que por todos es conocido el gasto que supone celebrarla fuera de casa. Por ejemplo, en un mismo salón, se acogen varias comuniones, aunque cada familia pague el número de comensales que haya invitado. Sin embargo, los gastos de la orquesta contratada para amenizar la fiesta después del banquete, se repartirán entre el total de comuniones asistentes. Y lo mismo con el entretenimiento de los niños. Si hay payasos o no, monitores encargados de hacer talleres, castillos hinchables, colchonetas elásticas, rocódromo, etc… Todo se compartirá a gastos iguales por el total de comuniones que se celebren ese mismo día y en ese mismo lugar.

Otros sin embargo optan por hacerlo en «petit comité» y celebrarlo en su casa particular, sin ningún tipo de extravagancia o sin que haga falta invitar a una gran multitud de gente, puesto que a veces, los recursos que uno tiene para este tipo de eventos, se los gasta en el vestido o traje de comunión y sobre todo en un buen fotógrafo, que haga de este día, un precioso recuerdo para toda la vida.

Lo que está claro, es que tanto si se celebra a lo grande o no, a los padres del niño o niña que comulga, no se les suelen olvidar los detalles para niños, ya que al fin y al cabo, son regalos para los amigos de su hijo con los que se les recordará la fecha en la que hizo su primera comunión.

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