NUEVA ERA

Nombre genérico de diferentes movimientos y sectas. Este nombre procede de Alice Bailey, seguidora de la teósofa Elena Blavatsky, conocida como “Madame Blavatsky”.
En la Nueva Era predominan elementos pelagianos (® PELAGIANISMO), ya que generalmente se enseña que el hombre puede salvarse por sus propios méritos. Más importante todaví­a, rechazan las enseñanzas tradicionales acerca del pecado.
Sin embargo, el estudio de la Nueva Era obliga a tener en cuenta no solo elementos de nuevo pelagianismo, sino también de ocultismo, ideas esotéricas, espiritismo, cibernética, ecologí­a, ficción cientí­fica, ® ROSACRUCES, ® MAGIA, ® TEOSOFíA, las cuales se presentan en forma sincrética mediante la vulgarización de ideas extraí­das de antiguas y nuevas religiones, así­ como de todo tipo de literaturas cientí­ficas o seudocientí­ficas. Por supuesto que, al estudiar una variedad tan grande de probables influencias, no debe generalizarse.
Sus crí­ticos señalan en muchos de estos grupos la ausencia de principios éticos demasiado definidos, así­ como ciertas pretensiones de conocimiento cientí­fico que parecen atraer a personas desilusionadas por movimientos religiosos tradicionales o ansiosos de reconciliar algún grado de fe religiosa con los nuevos descubrimientos.

Fuente: Diccionario de Religiones Denominaciones y Sectas

El dios de la Nueva Era no es Dios, sino una forma de energí­a universal que se puede manipular para fines propios.

Antes de ofrecer una crí­tica sobre la Nueva Era, presento un artí­culo publicado por un proponente de la misma en el diario venezolano †œLa Verdad,† Junio, 2001:

Kaled Yorde (proponente de la Nueva Era)

El proceso de evolución espiritual del hombre es indetenible y avanza lenta e imperceptiblemente, pero de manera sostenida, y a pesar de que pareciera que estuviéramos en un callejón sin salida. Son tiempos de sufrimiento y de deshumanización abrumadora los actuales, producto de una sociedad sin alma y de una ciencia que actúa sin conciencia.

Sin embargo, muchos han comenzado a caer en cuenta que la ciencia, la tecnologí­a y un nivel de vida más alto para algunos, no producen necesariamente seres humanos más felices, ni hacen al mundo un lugar más agradable. ¿Razones? Muchas, pero la más importante es la ausencia de lo divino y lo esencial en el quehacer diario, es decir, la falta de Dios y de una vida divina genuina en el pensamiento, el sentir y las acciones del hombre. La consecuencia de esta reflexión genera como respuesta el nacimiento de un emergente movimiento espiritual mundial, espontáneo y transparente, que ha brotado de la luz interior de muchos hombres y mujeres, indistintamente del credo que profesen, nacionalidades, raza y condición social a las que pertenecen.

La Nueva Era representa el nacimiento de una nueva conciencia, una especie de apertura mental de tolerancia, fraternidad, reconciliación y una nueva manera de ver y de vivir la vida. La visión más ní­tida a la idea de lo que es la Nueva Era, la tiene uno de los ideadores del movimiento, David Spangler: †œEl nacimiento de una nueva conciencia y la percepción de la vida cotidiana como algo sacramental, como una búsqueda religiosa, intelectual, artí­stica, afectiva y fí­sica de la experiencia sagrada que deberí­a latir en el corazón de la nueva cultura holí­stica que comienza a emerger y que habrí­a de proporcionarnos un nuevo estilo de vida y una visión diferente del universo.†

La Nueva Era es un movimiento de crecimiento natural interior del hombre, producto del proceso de evolución espiritual que jamás se detiene, como ya se señaló. Carece de jerarquí­a, de dirigencia, de sumos sacerdotes, organización, etc., y lo que es más importante, de dogmas de fe. No se trata de una nueva religión que viene a sustituir a las viejas, sino el desiderátum de todas las religiones, con un objetivo claro: el fomento de la fraternidad universal fundamentada en que todos los seres vivos y el cosmos entero son criaturas de Dios, por lo que no puede haber en el proceso del vivir nada diferente a unión y solidaridad entre los hombres, bajo una única consigna: la del amor por todos y para con todos.

En el núcleo del pensamiento de la Nueva Era reside la idea de que los seres humanos poseen muchos niveles de conciencia dentro de los cuales podemos perfectamente trabajar, sin quedar reducidos exclusivamente al nivel más inferior de todos, como es la vida material con sus apegos, confrontaciones, egoí­smos, sectarismos, odio y violencia, temores y ansiedades.

La Nueva Era constituye una cultura emergente que enseña al hombre a conocerse a sí­ mismo como hijo de Dios que es. Promueve esta idea la unión fraternal de todos los hombres, así­ como también el cultivo del amor por la naturaleza y hacia todas las criaturas vivientes, además de la práctica de los valores humanos y del bien, que conducen indefectiblemente a las correctas relaciones humanas. En otras palabras, las enseñanzas verdaderas de Jesús de Nazaret.

El New Age, podado de algunos excesos y desviaciones producto de la mercantilización de estos tiempos, unificará todos los aspectos de la única verdad, admitiendo en su seno un sano sincretismo religioso. Este tendrá que ver con la promoción de la salud, la dieta, medicina natural, la práctica del yoga y la meditación, la creencia en la reencarnación como una verdad absoluta que los cultos oficiales deliberadamente ocultaron a los fieles, bajo un único credo: La Religión Universal del Amor y la Buena Voluntad. ¿Qué representa esto? Nada menos que el camino de la cristificación del hombre, quien se moverá con un nuevo grado de ampliación de conciencia.

La apertura mental y conciencial de la Nueva Era conducirá a la autorealización espiritual, estando el hombre consciente de que como hijo de Dios que es, debe siempre actuar como un ser divino en su trato con los demás. Es lo que Pablo el apóstol querí­a significar cuando señalaba que era necesario crucificar al hombre viejo que llevamos dentro, para darle nacimiento al hombre nuevo.

Lamentablemente, tal como ocurre en todo, el movimiento de la Nueva Era ha sido penetrado por intereses materialistas y por ello existen en su seno charlatanes y aprovechadores que comercializan productos para la supuesta transformación del hombre, la curación de las enfermedades, la buena estrella, etc. Esas cosas nada tienen que ver con la Nueva Era. El New Age no desdibuja para nada a Dios ni a Jesús; mucho menos desecha las enseñanzas espirituales que los grandes maestros han traí­do a la humanidad; todo lo contrario, las reafirman, afianzan y remarcan hondamente en el corazón de cada hombre, puesto que su filosofí­a básica no es otra que la práctica del amor incondicional y el bien hacia todo y todos.

Esta meta de la autorealización del hombre y su cristificación, será alcanzada sin la intermediación de ninguna de las organizaciones religiosas existentes, las cuales volverán a ser lo que en el principio fueron: simples sitios o asambleas de fieles en donde la gente se reúna para orar. Como se puede apreciar, esta última idea no es agradable a los hombres religiosos sectarios y por ello atacan acérrimamente a los movimientos de la Nueva Era, por constituirse en una grave amenaza a la pretensión autoritaria y el control que se adjudican las organizaciones religiosas sobre las almas de los hombres y su salvación.

¿Cómo ha sido el proceso de penetración del New Age?

(Del libro †œSí­ntesis del Movimiento de la Nueva Era† de Eileen Mc Garrity).

1. Etapa: Iglesia NO — Cristo SI: Etapa de penetración de las sectas de origen cristiano y en nuestros paí­ses, etapa de descrédito de la Iglesia y de los sacerdotes: †œYo creo en Cristo, pero no en los curas,† fue un comentario que comenzó a difundirse y a oí­rse entonces, convirtiéndose casi en †œeslogan.†

2. Etapa: Cristo No — Dios Sí­: Etapa de invasión de la religiosidad oriental y de los Gurúes orientales hacia el occidente cristiano.

3. Etapa: Dios No — Religión SI: Etapa en que asuntos seculares se convierten en cuasi-religiosos. En polí­tica, el Marxismo; en la ciencia, el Freudismo y el comienzo de los movimientos del †œdesarrollo del potencial ilimitado del ser humano.†

4. Etapa: Religión No — Sacralidad SI: Etapa de promoción de creencias y prácticas del ocultismo que se promueven como sagradas: es ya la Etapa de la Nueva Era.

Este ha sido un proceso de penetración inadvertido y solapado, lento y paulatino, pero efectivo y certero. Han sido fases de alejamiento de la verdad que se han ido sucediendo una tras otra en todo el mundo.

Análisis sobre la Nueva Era.

Se puede decir de la Nueva Era lo que ya se ha dicho del marxismo: †œTodo lo bueno que tiene no es nuevo y todo lo nuevo que tiene no es bueno.† La Nueva Era pretende tener †œun objetivo claro†: la fraternidad universal y el amor. Bonita máscara es el amor. ¿Pero que hay de verdad y quien es el agente detrás de la Nueva Era?

Veamos ahora el engaño y la manipulación de las palabras:

La Nueva Era habla de Dios pero ¿de que Dios? Aunque sus adeptos se lamentan de la carencia de Dios en el ambiente y pretenden ser la vanguardia de un resurgir espiritual, su concepto de Dios es muy distante del Dios de Abraham, Isaac y Jacob; del Dios que Jesús nos reveló como Padre. El Dios de la Nueva Era no es el Dios trascendente, sobrenatural, que interviene en la historia, que nos ama, que exige a sus hijos cumplimiento de Sus mandamientos. El Dios de la Nueva Era no es mas que una †œenergí­a interior.† El hombre no es movido por la gracia de Dios sino por un †œcrecimiento natural interior del hombre, producto del proceso de evolución espiritual que jamás se detiene† (citamos el artí­culo de arriba).

La nueva era pretende reconciliar lo que es contradictorio: El Dios Personal, Todopoderoso (cristianismo) y el †œdios energí­a† que se confunde con la materia (panteí­smo). También invocan a muchos dioses. Un ejemplo de ello: El IX Encuentro Feminista en Playa Tambor, Costa Rica, 2-XII-02. El parte dado por las feministas relata la noche de apertura: †œInvocando a las diosas ancestrales, las mujeres, conducidas por las xamanas de la Cueva Holí­stica se entregaron a la noche, en un ambiente de profunda reflexión y espiritualidad. Con maracas, velas e incienso, el ritual de inauguración incluyó a las mujeres negras, aztecas, mayas, incas, caribeñas, blancas, entre otras, ubicadas en los cuatro puntos cardinales y haciendo referencia a los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego.†

La nueva era es una religión hecha al gusto del consumidor. Mezcla los elementos religiosos que el hombre considera atractivos para satisfacer su necesidad espiritual, es decir para †œsentirse bien† sin tener que comprometerse seriamente. Se crea entonces un dios que es fruto de la mente humana, que parece tener cualidades muy bonitas pero todas centradas en nosotros mismos. Es verdad, por ejemplo, que Dios nos †œentiende† y nos †œacepta como somos.† Pero, a diferencia del verdadero Dios, el dios de la Nueva Era no hace nada para transformarnos. Es una justificación para nuestro pecado en los cuales quedamos esclavizados. Es un †œdios† que no se compromete con nosotros ni espera de nosotros ningún compromiso. Ese dios es muy diferente del que nos reveló Jesucristo muriendo por nosotros en la cruz.

†œPorque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna† (Juan 3:16).

El hombre se pone en lugar de Dios. La Nueva Era es una religión diseñada a la medida del hombre moderno que se ha hecho el mismo su propio dios. Es por eso que invita a cada persona a escoger de cada religión según su gusto. Se han hecho mas sabios que Cristo. Ahora cada hombre es su propio camino, su verdad y su vida. El mismo se absuelve, el mismo se salva. El crecimiento espiritual se reduce a una técnica personal con pretensiones de endiosamiento: †œen el núcleo del pensamiento de la Nueva Era reside la idea de que los seres humanos poseen muchos niveles de conciencia dentro de los cuales podemos perfectamente trabajar, sin quedar reducidos exclusivamente al nivel más inferior de todos, como es la vida material con sus apegos, confrontaciones, egoí­smos, sectarismos, odio y violencia, temores y ansiedades.†

El artí­culo también dice: la †œautorrealización del hombre y su cristificación, será alcanzada sin la intermediación de ninguna de las organizaciones religiosas existentes.†

El hombre de la Nueva Era se †œcristifica† a si mismo, no necesita de Cristo. Queda entonces claro que Cristo para ellos no es el Salvador del mundo, sino tan solo un ejemplo de lo que el hombre puede lograr por si mismo.

La Nueva Era cita a Jesús, pretende reconocerlo, pero manipula a sus enseñanzas y lo contradice esencialmente.

Mientras ellos dicen que no necesitan Iglesia, la verdad es que Jesús personalmente la instituyo con jerarquí­a y autoridad: †œSobre esta piedra [la fe en Mi, el Messia] edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedara desatado en los cielos† (Mt 16:18-19).

Más sobre los fundamentos de la Iglesia.

En la Nueva Era Jesús queda reducido a un maestro obsoleto de una vieja religión supuestamente superada. ¡El hombre cree haber superado a Jesucristo! Ahora se cree capaz por si mismo de la †œautorrealización espiritual† y de entrar en la †œcultura holí­stica† (nombre sofisticado para la mezcolanza de ideas de diferentes religiones que se propone). Nada nuevo, en realidad. Es la antigua arrogancia de lucifer y del gnosticismo.

La Nueva Era es particularmente alérgica a cualquier dogma u orden espiritual.

La Nueva Era, según nos dice el artí­culo de arriba: †œCarece de jerarquí­a, de dirigencia, de sumos sacerdotes, organización, etc., y lo que es más importante, de dogmas de fe.† Esta es una clave importante para comprender el grave error que es la Nueva Era.

El amor auténtico conlleva orden y compromiso. En el principio Dios puso orden en el caos. Igual ocurre espiritualmente. Los cristianos buscan liberarse de la opresión y del caos del mundo pero se someten por amor al orden de Dios obedeciéndole en todo.

Jesús le respondió: †œSi alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mí­a, sino del Padre que me ha enviado† (Juan 14:23-24).

†œAcercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo† (I Pedro 2:4-5).

La ausencia de dogmas, de jerarquí­a, de organización y de sacerdocio puede ser muy atractiva al hombre moderno, pero refleja que no hay en la Nueva Era ninguna verdad fundamental (dogma) y ninguna forma constructiva de vida (organización)

Los Dogmas.

En la Nueva Era, al no haber revelación, no puede haber dogmas, (verdades absolutas comunicadas por Dios). No hay tampoco estructuras ni jerarquí­as que ordenen la vida en relación con un Dios supremo y con los hombres.

Muy diferente es el Dios de los judí­os y de los cristianos. Es un Dios que se da a conocer, se revela. Es por eso que ambas religiones se fundamentan en dogmas. La palabra dogma tiene tres significados según el diccionario de la lengua española: Doctrina de Dios revelada por Jesucristo a los hombres y testificada por la Iglesia.

Estas doctrinas revelan el amor de Dios manifestado en Jesús y contienen mandamientos prácticos que nos ordenan en una forma de vida. Los cristianos se someten a las verdades que Dios revela. Hay por consecuencia una jerarquí­a de verdades que ordenan a la Iglesia y a la sociedad según los mandatos divinos, todo sometido a Dios como a la cabeza.

Mientras el amor une al amado y ordena todo hacia El. La Nueva Era busca liberarse de Dios y del orden que El ha establecido. La Nueva Era anuncia la †œliberación† del hombre de todo orden espiritual. Ya no se obedece a Dios sino que el hombre se hace el mismo dios. En realidad, la Nueva Era no es nada nuevo: es la misma tentación del principio: †œSeréis como dioses.† Aquí­ se delata quien esta detrás de esta honda espiritualista llamada Nueva Era.

¿Con que reemplaza la nueva era a los dogmas de la fe cristiana?

La nueva era no se preocupa de trazar un proceso razonable para buscar la verdad y el desarrollo del hombre. Pretende mas bien lograr resultados extraordinarios como por arte de magia. Volvemos al artí­culo de arriba:

†œLa Nueva Era representa el nacimiento de una nueva conciencia, una especie de apertura mental de tolerancia, fraternidad, reconciliación y una nueva manera de ver y de vivir la vida.†

¿Que pueden significar estas palabras tan atractivas en el mundo de la Nueva Era?

Tolerancia: Los adeptos a la nueva era exigen que haya tolerancia ante todo comportamiento porque para ellos no hay referencia objetiva sobre el bien y el mal. Pero saben ser intolerantes contra quienes se adhieren a los principios de moral.

Reconciliación: Para el cristiano la reconciliación es la unión en Cristo de las partes que antes estaban separadas (Ej: el hijo pródigo). Esto requiere que ambas partes cedan, que haya reconocimiento de la necesidad de conversión y se mueven hacia la verdad objetiva. Pero la Nueva Era no admite la existencia de verdades universales que puedan unir a los hombres. Cada uno tiene su verdad. Por lo tanto la nueva era no es propicia para la reconciliación. Lo mas que puede aspirar es a un egoí­smo compartido.

Una religión hecha por los hombres en la que se pretende unificar a todas las religiones.

De una manera meramente humana los proponentes de la Nueva Era pretenden hacer una sí­ntesis de todas las religiones escogiendo de cada una lo que les parezca mejor:

Este (sincretismo) tendrá que ver con la promoción de la salud, la dieta, medicina natural, la práctica del yoga y la meditación, la creencia en la reencarnación como una verdad absoluta que los cultos oficiales deliberadamente ocultaron a los fieles, bajo un único credo: La Religión Universal del Amor y la Buena Voluntad.

No se trata de una nueva religión que viene a sustituir a las viejas, sino el desiderátum de todas las religiones.

En la Nueva Era el hombre mismo establece sus propias †œverdades† y sus propios medios para auto-realizarse. Pero, habiendo tantos hombres, cada uno haciendo su propio †œdesiderátum† tendremos que preguntarles como llegarán a la unidad tan querida.

En realidad, la unidad no se logra inventando una religión sino solo obedeciendo a Dios quien a través de los siglos se ha revelado hasta llegar a la plenitud de los tiempos en que nos envió a Su Hijo. Solo Cristo nos puede unir en la verdad. El es la plenitud de la verdad que se ha revelado definitivamente. Cristo ya fundó su Iglesia hace casi 2000 años: La Iglesia Católica.

La Nueva Era no es nada nuevo. Desde el principio han existido similares imposturas religiosas que han querido suplantar a Cristo y a Su Iglesia. Al comienzo de el nuevo milenio no es de extrañar que el prí­ncipe de las tinieblas prepare un plan para robarse la nueva era que comienza.

Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra develará el †œMisterio de iniquidad† bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasí­a de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí­ mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesí­as venido en la carne.

Para todo cristiano con un poco de formación debe ser evidente que la Nueva Era es una religión radicalmente incompatible con el cristianismo, una impostura religiosa. Su amenaza debe animarnos a renovar nuestra fe en Cristo Jesús y dedicarnos a la nueva evangelización del mundo.

Fuente: Diccionario Apologético

[088]
Movimiento cultural y social, estilo artí­stico y secta pseudorreligiosa. (Ver New age)

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

(v. New age)

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización

ChamaneríaDesde hace treinta años se viene formando una ola cultural-filosófica-religiosa que pretende reaccionar contra el presente estado de la humanidad y empujar la humanidad hacia una nueva conciencia, hacia una nueva forma de ser espiritual. A esta ola le llamamos la Nueva Era (New Age) y, hoy por hoy, no hay ningún aspecto de nuestra vida que no ha sentido sus efectos de alguna forma. Limpieza con cuencos tibetanos Las ideas y los objetivos de la Nueva Era recogen elementos de las religiones orientales, el espiritismo, las terapias alternativas, la psicología trans-personal, la ecología profunda, la astrología, el gnosticismo y otras corrientes. Los mezcla y los comercializa de mil formas, proclamando el inicio de una nueva época para la humanidad. Pero, en el fondo, no parece ser más que otro intento vano del hombre de salvarse a sí mismo haciendo promesas que no puede cumplir y atribuyéndose poderes que no posee.
Mharishi Mahesh

Contenido

  • 1 ¿La Nueva Era es una secta religiosa?
  • 2 ¿Por qué, entonces, se dice que es una “nueva religión”?
  • 3 ¿Quiénes pertenecen a la Nueva Era?
  • 4 ¿Qué cree la Nueva Era?
  • 5 ¿Qué dicen los de la Nueva Era cuando uno les hace ver que estas creencias son pura fantasía?
  • 6 Pero ¿cómo esperan comprobar unas creencias que no corresponden en nada a la realidad?
  • 7 Si las cosas están así, ¿qué lugar hay en la Nueva Era para el Dios que se nos reveló en Jesucristo?
  • 8 ¿La Nueva Era dice algo de Jesucristo?
  • 9 ¿Un católico puede aceptar la creencia en la reencarnación?
  • 10 ¿La Nueva Era no se confunde con el ecologismo?
  • 11 ¿Hay también una música que se dice “nueva era”?
  • 12 ¿Está mal escuchar esta música?
  • 13 ¿Por qué habla tanto la Nueva Era de “energía”
  • 14 ¿Los programas de control mental, sanación y auto-superación son un engaño?
  • 15 ¿Las nuevas técnicas de meditación sirven?
  • 16 ¿Y el yoga?
  • 17 ¿Por qué la Nueva Era da tanta importancia a la astrología, al horóscopo, al tarot, al contacto con los espíritus, etc…?
  • 18 Sus promotores
  • 19 Algunas de estas organizaciones son

¿La Nueva Era es una secta religiosa?

No. La Nueva Era no es una secta, ni una iglesia, ni una religión. Es una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tienen en común. Pero no tiene jefe, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común. Feng shui

¿Por qué, entonces, se dice que es una “nueva religión”?

La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc… pero no es una religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y de la literatura y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más importantes de la vida humana. A veces inclusive usa un lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo. Eneagrama

¿Quiénes pertenecen a la Nueva Era?

Todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era. Sus líderes y pensadores suelen ser gente de la “revolución contracultural” de los años 60 y 70 que rechazó los valores y los caminos religiosos tradicionales a favor del libertinaje, de la cultura de la droga, del amor libre y de los experimentos de las comunidades utópicas. Hoy sus ideas están tan difusas que gran número de personas las comparten sin un rechazo formal y evidente de su propia cultura o su estilo de vida. Sai Baba

¿Qué cree la Nueva Era?

Lo típico de la Nueva Era es el espíritu de individualismo que permite a cada quien formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética. Pero hay algunas creencias comunes que casi todos los participantes de la Nueva Era comparten:

a) El mundo está por entrar en un período de paz y armonía mundial señalado por la astrología como “la era de acuario”. Limpieza con cuarzos
b) La “era de acuario” será fruto de una nueva conciencia en los hombres. Todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta conciencia y acelerar la venida de la era de acuario. 7 chakras
c) Por esta nueva conciencia el hombre se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de sí mismo.
d) Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad. Lectora de cartas

e) El universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno conocimiento de sí y el hombre es la manifestación de su auto-conciencia.

f) La naturaleza también forma parte del único ser cósmico y, por tanto, también participa de su divinidad. Todo es “dios” y “dios” está en todo. Sesión de espiritismo

g) Todas las religiones son iguales y, en el fondo, dicen lo mismo.

h) Hay “maestros” invisibles que se comunican con personas que ya han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos. Enya, famosa cantante new age

i) Todos los hombres viven muchas vidas, se van reencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del cosmos.

¿Qué dicen los de la Nueva Era cuando uno les hace ver que estas creencias son pura fantasía?

Cuando alguien no acepta esta absurda visión de Dios, del hombre y del mundo, la Nueva Era le dice que su conciencia todavía no está iluminada y que su comprensión está condicionada por esquemas culturales que serán superados en la nueva era.

Pero ¿cómo esperan comprobar unas creencias que no corresponden en nada a la realidad?

Normalmente echan mano a testimonios de experiencias subjetivas personales que son tan imposibles de verificar como lo son de desmentir. A veces se apoyan en mitos o en leyendas de las tradiciones de los antiguos pueblos. A veces toman datos de las ciencias y los aplican a la vida espiritual del hombre como si las mismas leyes rigiesen en ambos mundos.

Si las cosas están así, ¿qué lugar hay en la Nueva Era para el Dios que se nos reveló en Jesucristo?

Ninguno, el Dios de la fe católica es una persona, el “dios” de la Nueva Era es una fuerza impersonal y anónima. El Dios de la fe católica es Creador de todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El “dios” de la Nueva Era es la creación que poco a poco se va dando cuenta de sí mismo. El Dios de la fe católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia él para entrar en amistad con él. El Dios de la fe católica juzgará a cada hombre según su respuesta a ese amor. El “dios” de la Nueva Era es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. En la Nueva Era el amor más alto es el amor a sí mismo.

¿La Nueva Era dice algo de Jesucristo?

La Nueva Era dice que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos. Dice que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que El se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres todavía no la descubren. De esta forma la Nueva Era le quita a Jesucristo su carácter único e irrepetible de Hijo de Dios y ridiculizan el hecho de que Dios se hizo hombre para “salvarnos del pecado”.

¿Un católico puede aceptar la creencia en la reencarnación?

En absoluto. La reencarnación es la creencia en una cadena de regresos a esta vida bajo diverso aspecto corporal. Si fuera cierta, mi libertad sería inútil y mis decisiones, luchas, esfuerzos, sacrificios y sufrimientos en la vida no tendrían ningún valor, pues a fin y a cabo tendría que hacerlo todo de nuevo una y otra vez. Si la reencarnación fuera cierta, la pasión y muerte de Cristo no tendrían sentido y su resurrección no nos aseguraría la redención. La resurrección es la transformación definitiva del ser humano y la entrada a la eternidad. Se muere una sola vez y a la muerte sigue la resurrección y el juicio. Como dice San Pablo: “Si nuestra esperanza en Cristo es únicamente para esta vida, ¡somos los más miserables de entre los hombres!” (1 Cor 15,19).

¿La Nueva Era no se confunde con el ecologismo?

No. El verdadero ecologismo busca conservar el planeta y respetar todas las formas de vida, especialmente la vida humana que tiene un valor muy superior a todas las demás ya que el hombre fue hecho “a imagen y semejanza de Dios”. El ecologismo exagerado de la Nueva Era dice que el hombre vale lo mismo que una ballena o un monte o un árbol. Llega a considerar al hombre como el peor enemigo del planeta en vez de verle como su guardián y su dueño.

¿Hay también una música que se dice “nueva era”?

Sí. La música “nueva era” se llama así porque se inspira en algunos temas de gran interés para la Nueva Era: la naturaleza, las religiones de los pueblos antiguos, las culturas orientales, etc… Suele ser música instrumental, mezclada con sonidos naturales, a veces muy repetitiva, otras veces sin melodía ninguna.

¿Está mal escuchar esta música?

La música “nueva era” es como cualquier otra música: una combinación de sonidos más o menos agradable al oído. Lo que podría hacerla “mala” sería algún contenido dañoso (la letra) o algún uso irresponsable de la música (vg. para ayudar inducir un estado alterado de conciencia; para provocar sentimientos negativos, etc.).

¿Por qué habla tanto la Nueva Era de “energía”

Una de las ideas básicas de la Nueva Era es que toda la realidad visible, el hombre incluido, se reduce a una “energía cósmica”. Según eso, mientras el cosmos esté en fase evolutiva, su energía se manifiesta de muchas formas: una piedra, el viento, la mente humana, etc… Supuestamente hay cosas, lugares y ejercicios que pueden aumentar nuestra capacidad y nuestro control de esta energía (vg. llevarse puesto un cristal de cuarzo, visitar una pirámide u otro lugar “sagrado” el día del equinoccio primaveral, realizar ciertas posturas del yoga, etc.).

¿Los programas de control mental, sanación y auto-superación son un engaño?

Hay que ver y juzgar cada programa por separado. Pero algunos programas enseñan simples técnicas de relajamiento, concentración, memoria o fortalecimiento de la voluntad que producen resultados inmediatos en sus clientes. A estas técnicas, que no tienen nada de extraordinario, las revisten de un lenguaje pseudo-científico y las ponen como un gran descubrimiento o un secreto de la sabiduría antigua. Frecuentemente se pasa de una terapia psicológica o emocional al mundo espiritual, incorporando elementos del panteísmo, del gnosticismo o de la espiritualidad oriental sin prevenir al cliente. A los resultados más modestos en el campo humano se les atribuye un carácter sobrenatural. De ahí se convence al cliente de sus “poderes especiales”, su “conciencia iluminada”, o de cualquier cosa. Lo peor es que algunos de estos programas se presentan como un complemento excelente del cristianismo cuando, en el fondo, se basan en conceptos incompatibles con la fe católica.

¿Las nuevas técnicas de meditación sirven?

La Nueva Era no tiene ningún reparo en mezclar formas religiosas de tradiciones muy diversas, aun cuando hay contradicciones de fondo. Hay que recordar que la oración cristiana se basa en la Palabra de Dios, se centra en la persona de Cristo, lleva al diálogo amoroso con Jesucristo y desemboca siempre en la caridad al prójimo. Las técnicas de concentración profunda y los métodos orientales de meditación encierran al sujeto en sí mismo, le impulsan hacia un absoluto impersonal o indefinido y hacen caso omiso del evangelio de Cristo.

¿Y el yoga?

El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra “yoga” significa “unión”. Habría qué preguntarnos: ¿unión con qué?

¿Por qué la Nueva Era da tanta importancia a la astrología, al horóscopo, al tarot, al contacto con los espíritus, etc…?

Las antiguas técnicas de adivinación y el espiritismo siempre han provocado la curiosidad de la gente. La Nueva Era ha señalado un renacimiento del interés en el ocultismo, la magia, la astrología y las prácticas mediáticas. Son corrientes que pretenden dotar al hombre de poderes mentales y espirituales sobrenaturales y colocarlo como dueño absoluto de su propio destino. La Nueva Era borra las distinciones entre materia y espíritu, entre lo real y lo imaginario, entre lo posible y lo imposible. Pero ningún esfuerzo de la Nueva Era logrará conciliar el ocultismo, el esoterismo o el espiritismo con la fe y la vida del católico.

Sus promotores

De alguna forma se puede llamar promotores de la Nueva Era desde una brujita que hace limpias en la Pirámide del Sol en Teotihuacán hasta famosas personalidades en los medios de comunicación que se dedican a temas de esoterismo comercial y popular. Pero hay algunas organizaciones internacionales que también operan en Hispanoamérica.

Algunas de estas organizaciones son

a) La Sociedad Teosófica: fundada en 1875 en Nueva York por la rusa Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), espiritista y médium. Su doctrina es una mezcla de espiritismo, ocultismo, principios gnósticos y espiritualidad oriental. Las creencias principales de la Sociedad incluyen la reencarnación, la comunicación con maestros desencarnados, el yoga, la astrología.
b) La Nueva Acrópolis: fundada en Argentina en 1957 por Jorge Angel Livraga. Es un grupo ocultista y gnóstico inspirado principalmente en los escritos de Blavatsky y una mezcla de los conceptos de pensadores antiguos. Sus miembros buscan un estado espiritual superior a través de sugestivas ceremonias de iniciación y la utilización de muchos símbolos y ritos típicos de grupos paramilitares.
c) Control Mental Silva: fundado en Laredo, Texas en 1966 por José Silva (n. 1914), consiste en cursos breves de técnicas de control interno y concentración por las que se busca controlar las ondas mentales hasta alcanzar la Sobre-Conciencia o el dominio total de sus estados mentales. El método contiene elementos de espiritismo y sutilmente lleva sus practicantes al panteísmo. Maneja muchos conceptos fundamentales de la Nueva Era y centra la esperanza de salvación en los poderes mentales del hombre. A pesar del hecho de que muchos de los maestros del método hablan un lenguaje “cristiano” y aseguran a sus clientes que el método les ayudará en su vida espiritual, hay elementos substanciales del programa incompatibles con la fe católica. Últimamente la organización Silva en México se ha dedicado a recabar firmas de sacerdotes y monjas que aprueban el método para facilitar su promoción en ámbitos católicos.
d) La Meditación Trascendental: fundada en 1958 por Maharishi Mahesh Yogi en India pero no se popularizó hasta 1967, gracias a la publicidad ofrecida por los Beatles y otros artistas famosos de la contra-cultura de los años 60. En su doctrina, que nace del hinduismo, se busca la iluminación de la conciencia por la reflexión personal mediante la repetición de mantras (palabras sagradas) y ritos religiosos. Implícitos en las enseñanzas de la MT son el rechazo de doctrinas esenciales al cristianismo (un Dios personal, la Encarnación, la Resurrección, etc…) la veneración del Maharishi y del Guru Dev como santos y mensajeros divinos.
e) La Gran Fraternidad Universal: fundada en 1948 en Caracas por el francés Serge Reynald de la Ferriére (1916-1962), quien era muy activo con grupos de teosofía, astrología y la masonería. Su doctrina se basa en prácticas astrológicas, esotéricas y ocultistas, y afirma que todas las religiones son iguales, aunque favorece creencias y prácticas hindúes. Presenta un sincretismo religioso que apela a una ciencia superior que es la verdadera base de toda religión.
f) La Iglesia de Cienciología -Dianética: fundada por L. Ron Hubbard (1911-1986), novelista de ciencia-ficción que en 1950 publicó “Dianética: La ciencia moderna de la salud mental, un manual de autoconocimiento y desarrollo de potencialidad humana basada en el análisis de experiencias previas al nacimiento. “
Las asociaciones de médicos más prestigiosas de los EE.UU. han condenado repetidamente las teorías y las terapias de la Dianética como totalmente carentes de base científica y dañosa para la salud mental. Su teoría es que todos los males humanos son causados por “engramas” o cargas negativas que se graban en lo inconsciente del hombre y provocan estragos continuos. Para librarse hace falta una “audición” de parte de un experto que recomendará una serie de cursos que supuestamente llevará al cliente al estado de “claro” o libre de “engramas”. La reencarnación y las experiencias extra-corporales forman parte de la doctrina de la secta. Hubbard también tiene escritos que atacan duramente al cristianismo.
La Iglesia de Cienciología ha sido definida como una secta destructiva y belicosa y sostiene muchas asociaciones de carácter social y humanitario para lograr mayor aceptación en la sociedad, por ejemplo: Narcanon y la Comisión Ciudadana de los Derechos Humanos.

Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera
Publicado en la revista “Arbil”

Tomado de Aci Prensa

Selección: José Gálvez Krüger

Fuente: Enciclopedia Católica