5 ideas para jugar a la mímica con los niños

Los juegos de mímica, las charadas o el teatro son muy útiles para jugar con grupos de niños. Son juegos que les ayudan a expresar su creatividad, a trabajar su desarrollo psicomotor, pero sobre todo, a mejorar su sociabilidad y aprender a exponerse ante un grupo de personas. También es verdad que algunos niños pueden sentir algo de miedo escénico, pero todo depende de que sepamos ayudarles; poco a poco se irán acostumbrando para que en el futuro no les resulte tan complicado.

La cuestión en este post es: ¿qué juegos se pueden hacer con mímica? ¿cómo amenizar una velada en un campamento, o en una fiesta de primera comunión, cuando tenemos a nuestro cargo a un grupo de niños? En este post te daremos algunas ideas que puedes poner en práctica.

Qué es la mímica y cómo hacer mímica

Para que quede bien claro el concepto, la mímica tiene que ver evidentemente con los mimos, los gestos. No tienen que hablar, sólo tienen que moverse, pero de una forma expresiva. Esto puede ser una manera de convencer a los niños para perder la vergüenza; al fin y al cabo, no tienen que hablar en público, sólo moverse como ellos lo sientan.

La mímica tiene mucho que ver con la expresión corporal, la danza, las artes escénicas, lo que en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Garner llamamos “inteligencia corporal-cinestésica”. Por tanto, si eres maestro, animador socio-cultural o simplemente papá o mamá, nunca olvides que la mímica puede ser no sólo un juego, sino una herramienta educativa muy útil.

¿Qué necesitas para hacer mímica?

La mímica es uno de los juegos más fáciles del mundo porque… ¡prácticamente no necesitas nada! Basta una idea, algo que quieras representar, y tu propio cuerpo, para poder jugar a la mímica. Ahora bien, evidentemente, cuanto más herramientas tengas, va a resultar mucho más creíble.

De hecho, la gracia está precisamente a veces en el disfraz que llevas, o si te has cubierto la cara de pintura o maquillaje, ya que es lo que hace que tu representación resulte más creíble, incluso si sólo haces gestos.

Si buscas material para jugar a la mímica, puedes comprar por ejemplo un set de maquillaje, ya que es una forma bastante sencilla de caracterizar a los niños antes de su representación. Hay de varios tipos: maquillaje para zombies, por ejemplo, por si necesitas colores especiales para pintar una cara terrorífica, o un set de maquillaje completo con diferentes colores.

Por lo demás, puedes echar mano de todo lo que tengas cerca. Una sábana vieja, un sombrero de cartón, ropa vintage o cualquier manualidad que se te ocurra y con la que puedas caracterizarte. Puedes añadir cosas que puedas manejar con las manos, por ejemplo una pelota pequeña, o algún juego típico de nuestra sección de artículos para fiestas de cumpleaños.

Lo importante es que al final consigas el efecto deseado y te tomes un tiempo para preparar tu juego de mímica. Si vas a hacer sombreros o incluso trajes con manualidades, también puedes encontrar montones de materiales en nuestra sección de juegos de manualidades.

Juegos típicos para hacer mímica

Una vez que ya estés preparado, hay montones de ideas para jugar a la mímica que puedes poner en práctica. Te contamos algunas de ellas.

1. Adivina qué película es

Uno de los niños tendrá que pensar en el nombre de una película, el niño tendrá que hacer una representación (sin usar palabras) tratando de que los demás niños adivinen qué película es. Lo ideal es que dispongan de algo de material para disfrazarse del personaje, aunque siempre será mejor que genere un poco de incógnita.

2. El payaso y el intérprete

Un juego que también puede ser muy entretenido es el del payaso y el intérprete. El payaso es el encargado de hacer la mímica y los gestos. Tiene que tratar de representar una palabra, concepto o frases. O incluso contar una historia, solamente haciendo gestos. Entonces el intérprete, que tendrá que estar a su lado, tendrá que tratar de traducir con palabras lo que intenta decir, pero de forma un poco graciosa.

Os lo pasaréis muy bien con lo absurdo que puede llegar a resultar la diferencia entre lo que quería decir y lo que el intérprete realmente entendió.

3. Finge que eres un animal

¿Por qué no jugar a imitar a los animales? Hacer la mímica de los animales puede ayudarnos a conocer un poco más sobre ellos, a saber identificarlos. Puede situarse el animador delante de los niños y tratar de imitar a los animales, y los niños tener que identificar cuál es. Luego, el niño que lo adivine se pondrá delante de todos y tendrá que imitar otro animal. La gracia es que lo haga sin hacer ruidos, ni onomatopeyas, ya que si no sería demasiado fácil.

4. Completa la frase

Primero tenemos que hacer un montón de papeles con una frase en cada uno. Tiene que ser una frase sin concluir. Por ejemplo, “yo todos los sábados por la noche…”. Entonces, antes de hacer la imitación, el monitor de niños leerá la frase, y el niño tendrá que representar, mediante la mímica, el final de la frase que quiera darle (puede ser verdad o mentira).

5. Hacer una obra completa

Este juego de mímica es un poco más difícil, pero se trata de hacer un pequeño sketch de unos 10 minutos con varios personajes. Lo ideal es hacerlo por grupos de niños. Cada sketch de mímica puede tener, por ejemplo, algunas condiciones, para que resulte más divertido.

Por ejemplo: tiene que salir un extraterrestre, uno de los personajes deberá quitarse los zapatos y alguien tiene que tirarse al suelo muerto de risa (pero sólo con los gestos, sin hacer ruido). Cuanto mayores sean los niños, más alocadas pueden ser las condiciones del sketch.

¿Qué opinas de los juegos de mímica? ¿Llevas un grupo de niños y te gustaría hacer mímica con ellos? Te invitamos a que nos dejes tu opinión en los comentarios.