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I PARTE. PENÍNSULA IBÉRICA

1. Creencias populares, supersticiones y fraseología en Castilla

Julia Sevilla Muñoz y María del Carmen Ugarte García
Universidad Complutense de Madrid (España)
sevilla@filol.ucm.es y cugarte@ati.es

Tú creías, tú creías, tú creías en agüeros.

Resumen: Durante siglos, las supersticiones y las creencias populares ocuparon una parte importante de la cultura castellana y, en la actual sociedad tecnológica, su importancia ha disminuido. El objetivo de esta investigación consiste en descubrir cuáles están todavía muy presentes en la vida diaria y cuáles permanecen aún en el recuerdo de nuestros mayores. El trabajo realizado se basa en la tradición oral para llegar a la información necesaria sobre las mismas, ya sean informantes, refranes o expresiones de la sabiduría popular.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. Castilla.

Titre : « Croyances populaires, superstitions et phraséologie en Castille »
Résumé : Pendant des siècles, les superstitions et les croyances ont occupé une partie importante de la culture castillane et, dans la société technologique actuelle, leur importance a diminué. L’objectif de cette recherche consiste à découvrir quelles sont les superstitions et les croyances qui sont encore très présentes dans la vie quotidienne et celles qui perdurent encore dans le souvenir des personnes âgées. Le travail ici réalisé, part de la tradition orale pour aboutir à l’obtention de données nécessaires à l’étude des superstitions et des croyances, et ceci par le biais d’informateurs, des proverbes ou des expressions de la sagesse populaire.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Castille.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Castile»
Abstract: For centuries superstitions and believes have had an important role in the Castilian culture and, in the present technological society, its importance has decreased. The aim of this research is discovering the superstitions and the believes which are still present in our daily life and those one which still remains in the memory of our elders. The work carried out is based on the oral tradition in order to reach the necessary information about superstitions and believes, either through reporters or through popular proverbs or expressions of the popular wisdom.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Castile.

 

Introducción

Durante siglos, las supersticiones y creencias populares ocuparon una parte importante de la cultura castellana, pero su importancia ha disminuido de forma considerable en la actual sociedad tecnológica. Si bien es cierto que el número trece causa bastante pavor o hay quien procura no pasar por debajo de una escalera o la novia tira con frecuencia su ramo a las amigas solteras, muchas supersticiones o creencias han ido cayendo en el olvido.

El objetivo de esta investigación consiste en descubrir las supersticiones y las creencias populares que están todavía muy presentes en la vida diaria y aquellas que permanecen todavía en nuestro recuerdo, en especial en el de nuestros mayores. Por este motivo, para llegar a la información necesaria sobre las supersticiones y las creencias populares, apenas se han consultado fuentes escritas, sino que se ha recurrido a la tradición oral, ya sea informantes, refranes o expresiones de la sabiduría popular.

El trabajo de campo ha permitido reunir un buen número de supersticiones y creencias populares, que aparecen agrupadas teniendo en cuenta su referente y de acuerdo con las pautas generales establecidas para la obra colectiva. La existencia de varios referentes en una misma superstición o una misma creencia nos llevó a crear un sistema de reenvío, con el objeto de facilitar su localización. Si bien, se ha recurrido a él en pocas ocasiones, pues se ha preferido por lo general repetir la información, para evitar al lector tener que buscarla en otro apartado.

En cuanto a los informantes, proceden de distintos puntos de Castilla (Ávila, Burgos, Guadalajara, Madrid, Salamanca, Segovia, Toledo...) y la edad de los mismos tampoco es homogénea. De forma sistemática, se proporcionan los datos de los informante (nombre, lugar y año de nacimiento), salvo si se trata de nosotras mismas; en tal caso, indicamos sólo las iniciales (C. U. = Carmen Ugarte, y J. S.= Julia Sevilla). De este modo, nos hemos convertido en informantes, pues estimamos que también resulta relevante dar a conocer las supersticiones y creencias de las que somos testigos o aquellas que permanecen en nuestros recuerdos, precisamente porque muchas de las supersticiones recogidas ya no se practican sino que remiten a un tiempo pasado, a una sociedad rodeada de creencias y supersticiones.

En lo que atañe a la temática, bastantes supersticiones o creencias populares se refieren a la buena o mala suerte, a lo que se debe hacer para ahuyentar la mala suerte y atraer la buena. Los portadores de la buena o mala suerte están por todas partes, desde una aguja o un alfiler hasta una herradura o un gato negro. Se trata en su inmensa mayoría de referentes habituales de la vida diaria: objetos, animales, plantas, números, colores... Todo ello destaca la gran imaginación del ser humano para interpretar los distintos signos que pueden aparecer en el día a día.

El presente trabajo ofrece sólo una pequeña muestra del mundo de las creencias populares que durante largo tiempo han pasado de generación en generación por tradición oral, pero constituye un número lo suficientemente importante para conocer el papel relevante que hasta no hace tanto tiempo tenían las supersticiones en la sociedad.

No estamos ante un trabajo realizado de forma conjunta fruto de un simultáneo intercambio de datos, sino de dos trabajos paralelos que se han unificado al llegar el momento de la redacción, efectuada en dos tiempos. Al trabajo redactado de Carmen Ugarte centrado principalmente en una zona geográfica determinada, la provincia de Burgos, se han ido uniendo los datos aportados por Julia Sevilla de otras provincias1. De este modo, se ha llegado a unos resultados que abarcan una amplia zona geográfica de Castilla, lo que permite disponer de una visión bastante interesante sobre sus supersticiones y creencias populares.

En definitiva, se trata de una información de interés no sólo paremiológico sino cultural; una información que ayuda a conocer un poco más la riqueza etnolingüística de unas tierras poseedoras de un importante legado cultural y lingüístico.

1. Objetos

1.1. Aguja

  • Da buena suerte encontrar una aguja (F. Nieto, Madrid, 1915; E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937). Como no resulta nada fácil localizar algo tan fino como una aguja, se emplea la expresión esto es como encontrar una aguja en un pajar para aludir a la dificultad que entraña un acto.

1.2. Alfiler (o imperdible)

  • Si se cae la carterilla de los alfileres, trae mala suerte (F. Nieto, Madrid, 1915). Esta superstición alude a las modistas, porque tenían la costumbre de llevar los alfileres en una carterilla.
  • Si se encuentra un alfiler, trae mala suerte (I. Rubio, Segovia, 1927).
  • Los alfileres, muy grandes y con una cabeza blanca, que sujetan el traje de la novia el día de su boda o los que sostienen su velo traen buena suerte, si se regalan a las solteras que desean encontrar novio (J. S.).
  • San Antonio de Padua (13 de junio) está relacionado con el noviazgo. En la Ermita de San Antonio de la Florida (Madrid) y en el día de la festividad de Santo, el 13 de junio, las solteras posan sus manos en una pila bautismal situada fuera de la ermita con alfileres y el número de alfileres que se claven en la mano indica el número de novios que tendrán en el año. Las modistillas practicaban esta costumbre, pero con el tiempo se extendió a las mujeres que deseaban encontrar novio.
    En la actualidad, es indeterminado el número de alfileres que se echa en la pila, pero el número exacto asciende a 13 alfileres, por representar las 13 arras que el esposo entrega a la novia el día de la boda. Después se posa la palma de la mano y el número de pretendientes que tendrá durante un año, de los que uno posiblemente será su marido (F. Nieto, Madrid, 1915).
    Sobre qué hacer con los alfileres existen dos versiones recogidas de informantes anónimos (C. U.) el día de San Antonio del 2011 en los alrededores de la ermita del santo en Madrid:
    • La primera aconseja prender los alfileres en un sitio en el que puedan perderse; a medida que se van perdiendo van saliendo los novios.
    • La segunda, por el contrario, aconseja prenderlos en una estampa del santo.
    En cualquier caso el refranero deja claro que San Antonio da novio y San José matrimonio.
  • En la calle toledana de los alfileritos hubo durante mucho tiempo una hornacina con la imagen de la Virgen de los Alfileritos, adonde acudían las mozas para pedirle un joven que las cortejara y dejaban un alfiler (I. Rubio, Segovia, 1915). Esta creencia está basada en una leyenda (Moreno, 1999)2.
  • En Gumiel del Izán (Burgos) con los alfileres con los que se sujetaba el manto a la Virgen de los Dolores, durante las procesiones de Semana Santa, se sacaban los pinches (espinas), pues así no se infectaban. Esta costumbre se halla en otras localidades de la Ribera del Duero, siempre relacionada con alfileres que han sujetado alguna de los ropajes de las imágenes durante la Semana Santa (C. U.).

1.3. Anillo

  • Para poder recordar algo, hay quien se cambia el anillo de dedo o de mano (J. S.) (Véase 1.37. Pañuelo).
  • En el Año Nuevo, al hacer el primer brindis después de las doce campanadas, hay que llevar algo rojo y tener algo de oro —un anillo, por ejemplo—, que se introduce en la copa (I. Rubio, Segovia, 1927; R. Arias, Madrid, 1972). El llevar algo rojo es una costumbre de origen italiano, como recuerda Rosario Arias.

1.4. Bolso

  • No se debe dejar el bolso en el suelo porque se va el dinero (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937); por eso, conviene dejarlo en alto (V. Rodríguez Marlasca, Madrid, 1980).

1.5. Botella

  • Si se toma una botella de vino entre varias personas, quien termine la botella, se casará (J. S.).

1.6. Botón

  • Abrocharse de forma incorrecta una camisa o una chaqueta, según las informantes, puede significar buena o mala suerte (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915). Según Flores (2000: 57), anuncia un gran peligro, porque «se forma una abertura por la que se introducen los maleficios».
  • Los botones del vestido de novia han de ser pares (F. Nieto, Madrid, 1915).
  • Si se encuentra un botón con cuatro agujeros es buena suerte, con dos no tanta porque resulta muy habitual (F. Nieto, Madrid, 1915).

1.9. Cama

  • La cabecera de la cama debe estar orientada al norte, porque, además de ayudar a dormirse mejor debido a las corrientes magnéticas que van de norte a sur (J. S.), sirve para que se engendren varones (C. U.). El refranero alude a poniente y oriente:

    Échate al oriente; échate has sano y levantarte has doliente.
    La cabeza para el naciente y los pies para el poniente, si quieres vivir eternamente.

  • La cama debe estar hecha y ordenada de día. No debe dejarse nada encima de la cama, en especial el gorro, porque trae mala suerte (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila 1937).
  • Para la noche de bodas, las hermanas o las amigas de la recién casada tienen que hacer la cama (Madrid: F. Nieto, 1915, y R. Arias, 1972).
  • Hay que levantarse de la cama por el lado derecho para que el pie derecho sea el primero en ponerse en el suelo. Así no se tendrán problemas ese día (J. S.).
  • Se procura evitar dormir en la cama donde ha muerto alguien, por miedo a encontrarse con su espíritu (J. S.).

1.10. Campana

  • En la villa medieval de Covarrubias (Burgos), se encuentra la Colegiata de San Cosme y San Damián, un edificio gótico de finales del siglo XV (1470-1480) y, en el claustro, se puede admirar el precioso sepulcro protogótico de la infanta Cristina de Noruega. La tumba se ha convertido en un símbolo del amor para las jóvenes, pues, junto a ella, colgada en la pared, hay una campana. Se dice que la mujer que haga sonar la campana se casará en el plazo de un año y, más concretamente, con el hombre elegido (J. S.)3.
  • Se tocaba también la campana en otros lugares, pero con otra finalidad, para disipar las tormentas (Véase el apartado 9.5. Tormenta y tempestad).

1.13. Casa

  • Cuando se habita una casa de segunda mano, uno se informa o le informan de si han sucedido desgracias en ella, como la muerte de alguno de sus moradores. Por otra parte, se procura no vivir en una casa cercana a un cementerio, para que no entren los espíritus en la casa (J. S.).
  • Colocar una herradura —en especial boca arriba— en el umbral de las casas sirve para protegerlas de los malos espíritus (C. U.).
  • Colocar romero en las ventanas y balcones sirve para proteger las casas de todo mal (C. U.).
  • Se aconseja no soplar las velas encendidas en casa sino dejar que se consuman por sí solas o utilizar un apagavelas, para no atraer la desgracia (J. S.).
  • Entrar en casa con el paraguas abierto o abrir el paraguas dentro de casa trae desgracias, incluso la muerte (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915) (Véase 1.38. Paraguas).
  • El refranero relaciona la obra terminada con la desgracia: La casa compuesta, la muerte a la puerta.

1.14. Cencerro o esquila

  • En Aranda del Duero (Burgos), el día de San Isidro Labrador (15 de mayo) es costumbre —para los niños, por lo general— tocar las esquilillas de los bueyes que acompañan a la imagen a la vez que formulan un deseo (Véanse las campanillas en el apartado 13.10. San Antón).

1.15. Cigarro y cigarrillo

  • No deben encenderse tres cigarrillos con una misma cerilla porque el tercer fumador se muere. Parece que esta superstición procede de un hecho real, cuando tres soldados encendieron sus cigarrillos con la misma cerilla en las guerras de trincheras durante la I Guerra Mundial. El enemigo pudo identificar así la posición con el primero, apuntar con el segundo y disparar para matar al tercero. Al pasarse la cerilla para encender los cigarrillos, el enemigo localizaba más fácilmente el blanco por la noche (C. U.).

1.19. Cubiertos

  • Si se cruzan los cubiertos al poner la mesa, es signo de mala suerte (F. Nieto, Madrid, 1915).

1.19.2. Cuchillo

  • No se deben regalar cuchillos ni objetos punzantes (navajas, tijeras, etc.), pues la amistad se rompe. Para evitarlo, se puede aceptar el regalo dando algo a cambio, como una moneda, aunque sea de escaso valor, puede ser perfectamente un céntimo (J. S.) (véase 1.34. Moneda y dinero).

1.22. Escalera

  • Da mala suerte pasar debajo de una escalera apoyada contra una pared (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915) o debajo de un andamio (I. Rubio, Segovia, 1927; C. Sevilla, Guadalajara, 1968).

1.23. Escoba

  • Se aconseja barrer hacia la puerta principal para echar la mala suerte o los malos espíritus (J. S.).
  • No hay que barrer después del atardecer, porque el descanso no podrá llegar a la casa (J. S.).
  • Cuando hay una visita inoportuna, se pone la escoba con el mango hacia abajo detrás de la puerta de modo que no se vea. Así la visita se irá (C. U.; F. Nieto, Madrid, 1915). También se pone detrás de la puerta o se barre hacia arriba para no tener visitas inoportunas (G. Ramírez, Palencia, 1953). Según Flores (2000: 185), la escoba detrás de la puerta de la casa sirve para evitar el mal del ojo.
  • Si se barren los pies a una mujer, no se casa (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915).

1.24. Espejo

  • El hecho de que se rompa un espejo trae mala suerte, concretamente siete años de desgracias (C. U.), incluso puede significar la muerte de un familiar (F. Nieto, Madrid, 1915). El refranero contiene una alusión irónica a esta superstición: El mal agüero del espejo roto, es que hay que comprar otro.
  • Cuando moría alguien, daban la vuelta a los espejos en señal de luto (P. Hoyos, La Alberca, Salamanca, 1918).
  • No se debe mirar un espejo de noche, porque se sueña con el diablo (J. S.).

1.26. Gorro o sombrero

  • Poner el gorro en la cama trae mala suerte (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937).

1.27. Herradura

  • Encontrarse una herradura es señal de buena suerte (C. U.), sobre todo si los agujeros suman un número impar (F. Nieto, Madrid, 1915). Hay que guardarla para que la buena suerte no se vaya, como explica el refrán: Quien encuentra una herradura, guárdela para su ventura.
  • Colocar una herradura en el umbral de las casas sirve para protegerlas de los malos espíritus (C. U.). Se dispone con los extremos hacia arriba, porque de lo contrario se vaciará su reserva de buena suerte.

1.29. Hilo

  • Si una mujer encuentra un hilo en la ropa, quiere decir que se va a echar novio. Si es blanco o de color claro, significa que un rubio te persigue y, si es negro, un moreno (F. Nieto, Madrid, 1915). Para saber con qué letra empieza el nombre del futuro novio, se coge el hilo, se enrolla en el dedo índice y se va desgranando el abecedario, una letra por cada vuelta. La letra con la que se termina el hilo indica la inicial del nombre del novio (C. U.).

1.31. Llave y cerradura

  • La llave está considerada un amuleto para la fertilidad. En muchos sitios se colocaban llaves debajo de las camas o en los somieres donde dormía una mujer estéril para que fuera fértil (Lázaro, 1988: 67). Sin lugar a dudas, la llave se puede considerar un símbolo fálico (Lázaro, 1988: 67), como parece demostrar la cerradura de la casa de la Bodoca (apodo de la familia), en el pueblo burgalés de Zazuar. La mencionada cerradura, de la que hoy ya sólo queda la silueta —pues sus dueños han guardado la parte metálica—, según comenta una vecina del pueblo, tenía forma de mujer con las sujeciones —clavos metálicos— a la altura de los pezones y el ojo de la cerradura en el bajo vientre.
  • Con una llave hueca se quitaban los orzuelos aplicándola sobre el orzuelo (E. Lillo, El Pedernoso, 1946).
  • Las cerraduras constituyen también los puntos débiles por los que puede entrar en las casas tanto el bien como el mal; de ahí que se protejan con distintos símbolos especialmente religiosos, no solo ornamentales. En cerraduras de la Ribera del Duero (Burgos), observamos cruces protectoras, desde algunas muy sencillas hasta otras más sofisticadas y templos que se entrelazan con las iniciales de los dueños.

1.33. Mesa

  • No se deben poner los zapatos encima de la mesa porque trae mala suerte (F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929).
  • Si en la mesa se derrama sal o se cae el salero de forma involuntaria, es señal de mala suerte. Hay que actuar inmediatamente echando un poco de sal por encima de cada hombro, aunque algunos informantes indican que solo se echa por encima del hombro izquierdo (J. S.) (Véase 11.24. Sal).

1.34. Moneda y dinero

  • Como explica el refrán Por San Blas la cigüeña verás, y si llevas dinero cuando la veas, dinero no te faltará, existe la creencia según la cual, si se lleva dinero en el bolsillo cuando aparece la cigüeña, el día de San Blas, el dinero no faltará durante todo el año (Vivencia, 80 años; dato aportado por M.ª del Lirio Gallego Ayuso del I. E. S. El Empecinado).
  • Si se encuentra dinero, por ejemplo una moneda en la acera o en el suelo, es señal de buena suerte (F. Nieto, Madrid, 1915). Hay que recogerla porque traerá fortuna, por lo que se aconseja comprar a continuación lotería (I. Rubio, Segovia, 1927; M. T. Bouyssi, Barcelona, 1921). La moneda debe estar de cara (I. Rubio), pero se recomienda recogerla de todos modos y, si está de cara, mejor.
  • En España en general se compra mucha lotería para el sorteo de Navidad y para elegir el número que se va a comprar, algunos buscan combinaciones relacionadas con alguna fecha importante, ya sean personales (nacimiento de un hijo, fecha de una boda, cumpleaños, aniversarios) o eventos (victorias deportivas como el triunfo de España en el Mundial de fútbol, muerte de un personaje famoso, llegada del Papa). Otros se mantienen fieles al mismo número (J. S.). Otros prefieren comprar a ciegas el número, porque, piensan que, para tener suerte, no se debe saber el número del billete de lotería hasta no salir de la tienda (A. Marañón, Alcalá la Real en Jaén, 1905).
  • Mucha gente viene a Madrid a comprar lotería, especialmente a Doña Manolita, porque piensan que ahí siempre toca (A. Marañón, Alcalá la Real en Jaén, 1905)4. También hay quien se desplaza a lugares marcados por un gran desastre, porque se cree que la buena suerte les recompensará de la desgracia (J. S.). Asimismo, se suele comprar lotería en las administraciones agraciadas con el Gordo el año anterior.
  • Especial atractivo tiene para los compradores de lotería el pueblo leridano de Sort, 'suerte' en catalán, cuya administración La Bruixa d'Ort vende el mayor porcentaje de décimos en la lotería de Navidad (C. U.).
  • La lotería hay que pagarla, no sirve regalarla, porque de lo contrario no toca (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927).
  • Para que toque el billete de lotería comprado, se suele pasar sobre el vientre de una embarazada, un bebé recién nacido o un niño, pues se considera que son afortunados (J. S.). Otros prefieren pasarlo sobre la espalda de un jorobado (J. S.) o una prenda de color verde (C. U.)
  • La moneda puede servir para evitar que se rompa una relación, cuando alguien regala cuchillos u objetos punzantes (navajas, tijeras, etc.), pues se debe dar a cambio del regalo una moneda, aunque sea de escaso valor, un céntimo (J. S.) (Véase 1.19.2. Cuchillo y 3.4. Joroba).
  • Para pedir un deseo, se suele tirar una moneda a un pozo o a una fuente, a veces de espaldas. En el caso de los turistas que van a Roma, es obligado tirar una moneda de espaldas —algunos dicen tres— a la Fontana di Trevi, para regresar a Roma. Incluimos este dato en este apartado, porque son muchos los turistas españoles que cumplen con esta tradición. De hecho, cuando en alguna fuente o pozo, se ven muchas monedas o a mucha gente tirando monedas, se piensa: «Seguro que son españoles» (J. S.).

1.37. Pañuelo

  • Para no olvidar algo, se solía hacer un nudo en la punta de un pañuelo (J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927; A. Díez, El Villar, León, 1941). Esa costumbre ha ido desapareciendo, puede que debido a la llegada de los pañuelos de papel (Véase 1.3. Anillo).
  • No se pueden regalar pañuelos de bolsillo porque se pierde la amistad (I. Rubio, Segovia, 1927; M. L. Ortega, Melilla, 1928).

1.38. Paraguas

  • Entrar en casa con el paraguas abierto trae mala suerte. Abrir el paraguas dentro de casa o en un lugar cerrado trae desgracias, incluso la muerte (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915). Si no queda más remedio y hay que abrirlo, se aconseja hacerlo de lado, tal como explicó una vendedora de paraguas (J. S.). Se trata de una superstición reciente, pues los paraguas se introdujeron en Europa en el siglo XVII.
  • Sacar el paraguas cuando está medio nublado espanta la lluvia (C. U.).

1.39. Peine

  • No se debe compartir el peine, pues trae consigo desgracias (J. S.).

1.40. Perla

  • Las perlas equivalen a lágrimas (I. Rubio, Segovia, 1927; E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937). No se deben regalar perlas, porque con ello se regalan lágrimas. Por eso, la novia no debe llevar perlas, pues equivaldría a muchas lágrimas en el matrimonio (F. Nieto, Madrid, 1915).
    Federico García Lorca recoge esta superstición en su obra La casa de Bernarda Alba (1936=2005: 247):

    Prudencia (A Angustia): ¿Te ha regalado ya el anillo?
    Angustias: Mírelo usted (Se lo alarga)
    Prudencia: Es precioso. Tres perlas. En mi tiempo las perlas significaban lágrimas.
    Angustias: Pero ya las cosas han cambiado.
    Adela: Yo creo que no. Las cosas significan siempre lo mismo. Los anillo de pedida deben ser de diamantes.
    Prudencia: Es más propio.
    Bernarda: Con perlas o sin ellas, las cosas son como uno se las propone.
    Martirio: O como Dios dispone.

1.43. Puerta

  • Aparte de lo comentado para las cerraduras y las llaves (Véase el apartado 1.31. Llave y cerradura), las puertas, al igual que las ventanas, eran el lugar por el que podían entrar en la casa los distintos peligros; de ahí que durante una época fuera usual protegerlas poniendo en los dinteles jaculatorias, como la que puede verse en la siguiente imagen tomada en Campillo de Aranda (Burgos) (C. U.).
  • Para tener felicidad en el matrimonio, el recién casado cruza el umbral de la puerta del lugar donde pasa la primera noche llevando en brazos a su esposa (F. Nieto, Madrid, 1915; I. Rubio, Segovia, 1927).

1.47. Tijeras

  • Cuando hay una tormenta, se suele no tocar objetos metálicos, como las tijeras, porque atraen a los rayos en las tormentas (C. U.).
  • Dejar las tijeras abiertas trae mala suerte (C. U.; F. Nieto, Madrid, 1915; E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937). Lo mismo sucede si se caen abiertas (F. Nieto, Madrid, 1915; I. Rubio, Segovia, 1927) o entregarlas abiertas.
  • Ni las tijeras ni cuchillos ni objetos punzantes se pueden regalar, porque conllevan la ruptura de la amistad. (C. U.; F. Nieto, Madrid, 1915) (Véase 1.34. Moneda y dinero).

1.51. Vela

  • Sobre la tarta de cumpleaños se ponen tantas velas como años se cumplen, porque el fuego de la vela representa la vida misma (Flores, 2000: 290). Una vez encendidas, hay que desear algo, y apagarlas todas de un solo soplo para que se cumpla el deseo (C. U.; J. S.).
  • Para atraer la riqueza en todos los niveles, tanto material como espiritual. En el sorteo de Navidad del 2010 se jugaba en Roa el número 00147 considerado un número feo por ser bajo. La dueña de la administración encendió dos velas doradas para atraer la buena suerte, y momentos después el segundo premio cayó en el 00147 (C. U.)5.
  • En general, se aconseja no soplar las velas encendidas en la casa; se deben dejar que se consuman por sí solas o utilizar un apagavelas, para evitar alguna desgracia (J. S.).
  • Cuando alguien se presenta a una prueba o a un examen por lo general académico, una persona que lo aprecia —como su madre— enciende una o varias velas en casa para que tenga éxito. La vela permanece encendida durante el tiempo que dure el acontecimiento (J. S.).
  • La noche de Todos los Santos (31 de octubre), en un recipiente con aceite de oliva se encienden palomillas (lamparillas hechas con mechas sobre un círculo con dos capas, una de corcho y papel de cartas de juego), tantas como familiares o amigos fallecidos, para recordarlos e iluminar su camino en el más allá. Se deja que se consuman las palomillas. Esta costumbre ya no se practica mucho en la actualidad (J. S.).
  • En Gumiel de Izán y Boada de Roa (Burgos) si, en la procesión de las Candelas (2 de febrero), que se realiza alrededor de la iglesia, la vela que lleva la Virgen en la mano vuelve encendida a la iglesia, es señal de que el año va a ser bueno y habrá una buena cosecha. En cambio, si se apaga, el tiempo va a estar muy revuelto y la cosecha será mala. La mayoría de los años la vela se apagaba (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923; C. García, 1926; E. Calle, 1926. G. Viyuela, Boada de Roa, 1926).
    La misma creencia se tenía en otra localidad burgalesa, Quintana del Pidio, donde el día de las Candelas había una procesión (C. Pérez, Quintana del Pidio, Burgos, 1932). Por otra parte, se dice que, si las velas que llevan los asistentes en la mano lloran mucho, esto es sueltan mucha cera, significa que el invierno está por llegar (S. Cilla, Gumiel de Izán, Burgos, 1928). En este sentido, otra informante comunica que «este año [2008] la vela de la Virgen volvió encendida a la iglesia, pero las velas, que llevábamos en la mano, lloraban mucho» (C. U.)
    Esta creencia está documentada también en pueblos de la provincia de Salamanca (Blanco, 1987: 57).

1.52. Ventana

  • Dado que la ventana era otro de los puntos por los que podía entrar el mal en las casas, se procurara protegerlas. Sobre el dintel de alguna ventana moderna, se ha conservado un doble símbolo: la cruz, y una rosácea de significado astral, bastante abundante, por ejemplo, en los dinteles de la Ribera del Duero (C. U.).
    Pero también eran puertas para mostrar el bien. En el pueblo palentino de Becerril de Campos, y siguiendo una determinada moda de la arquitectura de principios del siglo xx, pero con clara intención didáctica, grabaron encima de las ventanas de las escuelas distintos refranes morales.
  • Colocar romero en las ventanas y balcones sirve para proteger las casas de todo mal (Véase el apartado 5.1.16. Romero).

1.53. Vestimenta

  • Cuando uno se ha puesto una prenda al revés, significa que le van a dar un regalo (I. Rubio, Segovia, 1927; Madrid: F. Nieto, 1915 y R. Arias, 1972).
  • Antes de la boda, el novio no debe ver a la novia con el traje de novia, pues trae mala suerte (J. S.).

1.54. Zapato

  • No se deben poner los zapatos encima de la mesa porque trae mala suerte (F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929), si se trata de zapatos nuevos (informante de 69 años de Valladolid Capita, en Miravalles, 2007).

1.55 Otros objetos

1.55.1. Armario

  • Para evitar alguna desgracia, hay que dejar las puertas de los armarios cerradas (J. S.).
  • (1) Apartados cuya autora es Carmen Ugarte: 1.9./ 1.10./ 1.22./ 1.30./ 1.39./ 4.2./ 4.5./ 4.11./ 4.22.2./ 4.3.1/ 4.33.4/ 5.1.2./ 5.1.11./ 5.1.14./ 5.1.16./ 5.2.4./ 5.2.5./ 6.7.8./ 7.2./ 8.1./ 8.2./ 8.6./ 8.10./ 9.5.3./ 10.1./ 10.3./ 11.2./ 11.8./ 11.14.4./ 11.14.8./ 12.4./ 13.3./ 13.5./ 13.9./ 13.10./ 13.11.2./ 13.11.3/ 13.11.5./ 13.11.9./ 13.11.12./ 13.11.14./ 15.2./ 16.1./ 16.2./20.1.<br />
    Apartados cuya autora es Julia Sevilla: 1.1./ 1.3./ 1.4./ 1.5./ 1.7./ 1.13./ 1.13.2./ 1.16./ 1.19./ 1.23./ 1.26./ 1.28./ 1.29./ 1.32/ 1.40./1.41./ 1.42.1./ 2.2./ 2.4.2/ 3.2./ 3.3./ 3.4./ 3.5./ 3.6./ 3.7./ 3.10.4.1./.3.10.5./.3.10.6./.3.10.7./.3.10.8./ 4.5./ 4.9./ 4.10./ 4.12./ 4.13./.4.14./ 4.15./ 4.16./ 4.17./.4.20./ 4.21./ 4.22.1./ 4.26./ 4.28./ 4.29./.4.30./.4.31./.4.32./ 5.1.4./ 5.1.5./ 5.1.6./ 5.1.8./ 5.1.10./ 5.1.12./ 5.1.13./.5.1.15./ 5.1.17./.5.2.2./ 6.1./ 6.2./ 6.3./ 6.4./ 6.6./ 6.7.5./ 7.5./ 7.6./.8.3./8.5./ 10.1./ 10.2./ 10.3./ 10.5./ 11.1./ 11.3./ 11.5./ 11.6./ 11.12./ 11.13./ 11.14.6./ 13.2./ 14./ 19./21.1./21.3.<br />
    Apartados con redactados por Carmen Ugarte y Julia Sevilla: 1.2./ 1.6./ 1.15./ 1.17./ 1.20/ 1.24./ 1.27./1.34./ 1.35./1.37./ 1.38./ 1.42.6./1.42.10/ 2.3/ 3.1./ 3.8./ 3.9./ 3.10.2./ 3.10.4.2./.4.1./.4.3./ 4.4./ 4.7./ 4.18./ 4.21./ 4.24./ 4.25./4.27./ 4.33.8./ 5.1.9./ 5.2.1./.5.2.2./.5.2.3./ 6.5./ 7.3./ 7.8./ 8.4./ 9.1./ 9.3./ 9.4./ 10.4./ 10.6./ 11.4./ 11.9./ 11.11./ 11.14.8./ 11.20./ 12.2./ 12.3./ 13.1./ 13.4./ 13.6 / 13.7./ 13.8./ 13.9./ 13.10./ 15.1./ 16.3./ 17/ 18./ 20.2./ 21.2./ 22. volver
  • (2) En la época de los descubrimientos y las guerras en Flandes, muchas mujeres rezaban por sus esposos o novios en tierras lejanas, como Doña Soledad Vargas, doncella de noble familia enamorada de don García de Ocaña, quien se marchó a las Indias a los pocos días de prometerse con ella ante la imagen de la Virgen. Pasó el tiempo y don García no regresaba. Cerca del palacio de la joven había una hornacina con Nuestra Madre Dolorosa y a ella encomendó sus oraciones. Como al día siguiente tuvo noticias de su amado, intensificó sus rezos nocturnos a la Virgen. Para que no interrumpiera sus oraciones por el sueño, su doncella la despertaba clavándole un alfiler, que después dejaba a modo de ofrenda a la Dolorosa. Esta escena se repitió en bastantes ocasiones hasta que don García volvió y se casó con doña Sol. La Devoción a la Virgen se transformó con el tiempo en la piadosa creencia para las jóvenes de que, si le rezaban y depositaban un alfiler en la hornacina pronto tendría un novio. volver
  • (3) La princesa Cristina, hija del rey Haakon, tenía 24 años cuando llegó a Castilla en el año 1257. Se desposó con el infante don Felipe de Castilla, hermano de Alfonso X el Sabio. Murió cuatro años después, en Sevilla, donde se instaló con su esposo. Su cuerpo fue trasladado al pueblo burgalés de Covarrubias, en cuya Colegiata reposan sus restos (Véanse fotos de la estatua de la princesa situada delante de la Colegiata, del sepulcro y la campana en la página web http://www.ecovarrubias.com/ es/turismo/index.asp?iddoc=9, consulta: 02-1-2008). volver
  • (4) Miguel Marañón recuerda una anécdota de su abuelo Adolfo Marañón Serrano, nacido en 1905 en Alcalá la Real (Jaén), contada por su padre. Su abuelo era pescadero en un pueblo de Jaén y, una vez que tenía que venir a Madrid por negocios, se llevó a su padre también. Decidió que había que comprar lotería en la capital, «porque en Madrid es donde siempre toca». Se acercaron a Doña Manolita y su abuelo pidió a su hijo que comprara el billete a ciegas, diciendo que «no lo mires, no debes saber el número que compras hasta que no salgamos de la tienda». Cuando ya habían salido del despacho de lotería, su abuelo le dijo a su padre que mirase el número. Su padre se lo dijo y la respuesta de su abuelo fue de lo más divertido: «¡Maldita sea: ya nos han engañado!». volver
  • (5) Según la noticia aparecida en el Diario de Burgos (23/12/2010). volver
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