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El durián es una fruta oriunda del sudeste asiático que se conoce por su gran tamaño, su cáscara gruesa y puntiaguda, su olor acre y su sabor potente. De hecho, el durián se conoce como la fruta más olorosa del mundo e incluso se ha prohibido en ciertos espacios públicos debido a esto. El durián puede comerse crudo, junto con arroz o hasta frito. Al comprar un durián entero, debes cortar la cáscara con un cuchillo afilado para abrirla y así dejar al descubierto la fruta parecida a una crema que hay dentro antes de poder comerla.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Abrir el durián

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  1. Es importante usar guantes al abrir un durián por varias razones. En primer lugar, te protegerás las manos de las púas en la parte exterior de la fruta, además de que evitarán que tus manos huelan como la fruta, ya que a algunas personas les parece desagradable. Por último, con los guantes también podrás sujetar el durián con firmeza al cortarlo.
    • Puedes protegerte las manos con guantes gruesos de goma, guantes limpios de jardinería, un guante de béisbol o hasta una toalla limpia.[1]
  2. Debes colocar el durián de lado y sujetarlo con firmeza en su lugar con una mano. Usa la otra mano para cortar con cuidado el tallo de la parte superior de la fruta con un cuchillo afilado. Corta el tallo y una pequeña tajada de la parte superior de la cáscara. Luego, dale vuelta al durián y apóyalo sobre el borde cortado.[2]
    • Al cortar una tajada de la parte superior de la fruta, obtendrás un borde parejo sobre el cual puedas apoyar el durián al cortarlo.
  3. La fruta dentro de un durián crece en vainas, y la cáscara crece en secciones alrededor de estas vainas, por lo que el durián tendrá partes en las que la cáscara se una y, si ubicas y cortas las uniones, podrás abrir la fruta con facilidad.
    • De hecho, si un durián está maduro, sus uniones empezarán a desprenderse por su cuenta, así que quizás ni siquiera sea necesario que cortes la fruta.[3]
  4. En el caso de los durianes que no estén perfectamente maduros, debes cortar con cuidado a lo largo de las uniones de la fruta con un cuchillo afilado. Puedes empezar con un corte poco profundo y luego cortar cada vez con más profundidad hasta que las secciones de la cáscara empiecen a desprenderse. Corta la unión en toda su extensión y repite el procedimiento con cada unión en la cáscara.
    • Al cortar en rodajas cada vez más profundas, te asegurarás de realizar cortes lo suficientemente profundos como para romper la cáscara pero tampoco tanto que hagas muescas en la fruta que se encuentre debajo.[4]
  5. Después de realizar cortes en las uniones con la profundidad suficiente como para poder abrir la cáscara, deja el cuchillo y luego elige una unión por la cual empezar. Coloca los dedos pulgares u otros dedos a cada lado de la abertura y tira de las uniones en direcciones opuestas para abrir la cáscara y dejar al descubierto la vaina de fruta en el interior.[5]
    • Repite el procedimiento con todas las uniones, dejando al descubierto todas las vainas de pulpa.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Comer la fruta

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  1. Una vez que hayas abierto por completo la cáscara, sus secciones se desprenderán en gajos y, dentro de cada uno de ellos, habrá una vaina de fruta. Si el durián está maduro, te será fácil desprender la fruta de la cáscara pero, si no es así, debes cortar con un cuchillo afilado las partes fibrosas que unan la vaina a la cáscara y luego retirar la fruta.
    • La fruta comestible del durián es la pulpa suave y amarillenta similar a una vaina que se encuentra en el centro de cada gajo.[6]
  2. Debido a que la fruta del durián es suave y parecida a una crema, podrás desprender trozos de las vainas con facilidad. Retira un trozo del tamaño de un bocado de una de las vainas y come la fruta con las manos. Puedes seguir desprendiendo trozos y consumiendo la fruta con las manos.
    • Una sola taza (240 g) de durián contiene más de 350 calorías, además de que es rica en grasas y azúcar, pero el durián también contiene una gran cantidad de nutrientes, entre ellos vitaminas C y B6, hierro, manganeso, fibra y potasio.[7]
    • Algunas personas consideran que el durián tiene un sabor acre y afrutado, mientras que a otras les parece que tiene un sabor a cebolla, putrefacción o aguarrás. Debido a que el durián es un gusto adquirido, no debes preocuparte si no te gusta.
  3. Dentro de cada vaina de pulpa, encontrarás una semilla oscura de un tamaño similar a un dátil,[8] la cual no es comestible. Puedes ya sea cortarla antes de empezar a comer, retirarla con los dedos o comer bordeándola como lo harías con una cereza.
  4. Es posible cortar las vainas en tajadas delgadas y servirlas en una fuente o junto con otros alimentos en lugar de comerte el durián con las manos. Una vez que hayas retirado la vaina de la cáscara, puedes colocar la fruta sobre una tabla de cortar. Corta el durián en secciones pequeñas con un cuchillo y retira la semilla al encontrarla.[9]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Comer durián de otras formas

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  1. Puedes llenar un tazón con arroz pegajoso recién hecho, colocar una capa de unas cuantas rodajas de durián fresco sobre él y luego rociar leche de coco encima. Si quieres obtener una delicia más dulce, puedes rociar el arroz y la fruta con leche de coco ligeramente endulzada.[10]
    • Asimismo, es posible combinar el durián con mango y otras frutas frescas.
  2. Este constituye una delicia popular en muchos países de Asia. En caso de que no puedas encontrar este postre frío, puedes preparar helado tú mismo y usar trozos de durián fresco para darle sabor.
    • Si no te gusta de inmediato el sabor del durián, puedes ayudarte a adquirirle el gusto probando bocadillos con sabor a durián (por ejemplo, helado y trozos fritos).[11]
  3. Estos constituyen trozos de durián cortados en rodajas y fritos en abundante aceite. Pueden conseguirse en muchos mercados de Asia, así como también en supermercados asiáticos alrededor del mundo o en sitios web especializados en línea.
    • Los trozos fritos de durián tienen un sabor más leve, parecido al de unas papas fritas ligeramente afrutadas.[12]
  4. El durián constituye una excelente opción que puedes añadir a un coctel de frutas frescas. Puedes cortarlo en trozos pequeños y mezclarlo con otras frutas tropicales (por ejemplo, el mango, la papaya, la guayaba, el coco y la piña). Incluso podrías incorporarle unas cuantas nueces y coco tostado para que sea un bocadillo más sustancial.[13]
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Acerca de este wikiHow

Ollie George Cigliano
Coescrito por:
Chef privada e instructora en alimentación
Este artículo fue coescrito por Ollie George Cigliano. Ollie George Cigliano es chef privada, instructora alimenticia y propietaria de Ollie George Cooks en Long Beach, California. Con más de 20 años de experiencia, se especializa en utilizar ingredientes frescos y divertidos, y en combinar técnicas de cocina tradicionales e innovadoras. Además, sus clases de cocina están clasificadas entre las 3 mejores en el área de Long Beach. Ollie George tiene una licenciatura en literatura comparada de la Universidad de California, Berkeley, así como un certificado en nutrición y vida saludable de la Universidad eCornell. Este artículo ha sido visto 29 252 veces.
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