¿La pereza es pecado? ¿Qué dice la biblia acerca de la pereza?

En esta publicación,  examinaremos las enseñanzas de la Biblia sobre la pereza y responderemos preguntas como ¿La pereza es pecado en la Biblia?, y ¿qué dice la Biblia sobre la pereza?

Exploraremos los diferentes factores que pueden afectar nuestra comprensión de la pereza y cómo puede manifestarse en diferentes etapas de la vida.

Únase a nosotros mientras profundizamos en la perspectiva bíblica sobre la pereza y aprendamos cómo superarla.


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Qué significa la pereza en la Biblia

Existen diferentes palabras en el griego y hebreo para hablar de la pereza, idiomas en los que fue escrita la Biblia.

La definición bíblica de pereza es falta de ganas y voluntad para terminar lo que se ha iniciado o cumplir con la labor que se nos ha encomendado.

En la Biblia, la pereza se define como el acto de no trabajar o usar el tiempo y los recursos de manera inteligente.

Esta definición bíblica de la pereza difiere de la comprensión secular o cultural del término, que a menudo se centra en la falta de actividad o esfuerzo físico.

Si bien la falta de actividad física ciertamente puede ser un componente de la pereza, la definición bíblica también abarca la falta de esfuerzo espiritual, mental y emocional.

En la Biblia, la pereza se ve como un problema espiritual, ya que refleja la falta de disciplina y la incapacidad de usar el tiempo y los recursos de uno con prudencia.


Perspectiva bíblica sobre la pereza

La perspectiva bíblica sobre la pereza es clara: no es un rasgo deseable.

Cuando se trata de entender las enseñanzas de la Biblia sobre la pereza, uno de los mejores lugares para comenzar es con los Proverbios.

Estos textos de sabiduría contienen muchos versículos que abordan el tema de la pereza y ofrecen consejos sobre cómo superarla.

Veamos lo que estos, y otros apartes de la escritura tienen para decir respecto a la pereza y si la pereza es pecado o no.

La pereza puede considerarse pecado

La Biblia nos enseña que la pereza es un pecado al desobedecer el mandato divino de ser productivos.

Como dice en Génesis 2:15,

“Jehová Dios tomó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén para que lo trabajara y lo cuidara. «

Este mandamiento de Dios enfatiza la importancia de ser productivo y trabajar duro.

Esta idea tambien puede sustentarse en versiculos como Santiago 4:17, que dice:

El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, comete pecado.

Del tema concreto de si la pereza es pecado, nos ocuparemos más en detalle en un aparte posterior de esta publicación.

La falta de proactividad también es pereza

La Biblia también nos enseña que la falta de proactividad y acción autónoma también es considerada como pereza.

Como se ve en Proverbios 6:6-11, la Biblia nos anima a aprender de la hormiga, que trabaja sin necesidad de que alguien la vigile o la gobierne.

Por el contrario, el perezoso sólo hace lo que le obligan mediante el uso de la autoridad o la vigilancia y no se preocupa por asumir responsabilidades o iniciativas de forma autónoma.

En nuestro trabajo, cuando solo hacemos el mínimo esfuerzo posible, o cuando solo hacemos las cosas necesarias para que no nos regañen o despidan, estamos siendo perezosos.

Estamos cometiendo un pecado.

En nuestra vida diaria, cuando no tenemos metas u objetivos que nos motiven a la acción autónoma, también estamos siendo perezosos.

Incluso, aunque vea el peligro o el problema aproximándose a su vida, no actúa para cambiar la situación o resolverla.

La Biblia lo compara a lo siguiente:

El perezoso dice: Hay un león afuera; seré muerto en las calles.

Proverbios 22:13

Es decir sabe que hay un peligro, pero en vez de deshacerse del peligro se condena a sí mismo no haciendo nada.

Proverbios 18: 9 también nos dice que el ser perezosos o negligentes, al no hacer lo que debemos, es comparable a ser destructivos:

«El que es negligente en su trabajo es hermano del que destruye».

La pereza destruye nuestro futuro

La Biblia deja claro que la pereza destruye nuestro futuro, como se afirma en Proverbios 13: 4:

«El perezoso codicia, y nada logra; el diligente ve cumplidos sus deseos».

La Biblia también enseña que la pereza puede hacer que desperdiciemos años valiosos de nuestra vida en la inactividad, lo que luego limitará nuestras posibilidades en el futuro.

Si nos entregamos a la pereza, nos condenamos a un futuro mediocre.

Salomón nos deja claro en la historia de Proverbios 6:6-11, que es necesario aprender de la hormiga, quien en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos.

Del mismo modo, dejando de lado la pereza, debemos hacer provisión para el futuro, mediante el trabajo en el presente.

Dios está dispuesto a bendecirnos de manera abundante, pero como lo menciona el título anterior desea que por nuestro propio bien, seamos productivos y hagamos nuestra parte para alcanzar las metas y sueños que tenemos.

Es cierto que a veces la vida es difícil, y que no tenemos todo lo que deseamos, pero en muchas ocasiones puede ser que nos falte diligencia y constancia.

Si por el contrario, has dado tu mejor esfuerzo y aún no ves resultado, no te desanimes.

Toma una pausa para recargarte y continua hasta que veas el fruto de tu trabajo.

La pereza nos causa pobreza

Finalmente, la Biblia enfatiza la importancia de corregir el comportamiento perezoso para lograr la prosperidad financiera.

Pobre es el que trabaja con mano negligente, mas la mano de los diligentes enriquece.

Proverbios 10:4

De acuerdo con la biblia, una persona que, por causa de la pereza, no trabaja en pro de sus necesidades, no debería ni siquiera comer.

Quien se entrega a la pereza, y no trabaja sistemática y proactivamente en pro de objetivos claros, siempre será pobre.

Alguna vez, en alguno de mis viajes, escuché un dicho que decía «hombre flojo no monta caballo fino ni goza mujer bonita».

Un dicho popular que, si interpretamos dentro del marco de los valores cristianos, nos recuerda que solo el que trabaja merece disfrutar lo bueno de la vida.

La importancia del sosten propio y el trabajo duro

Otro pasaje importante que aborda el tema de la pereza es 2 Tesalonicenses 3:10, que dice:

“Porque aun cuando estábamos con vosotros, os dimos esta regla:

“Si alguno no quiere trabajar, no coma”.

La Biblia nos enseña que debemos ser responsables de mantenernos a nosotros mismos, y que aquellos que se niegan a trabajar no deben esperar ser sostenidos por otros.

Este pasaje está en línea con las enseñanzas de Proverbios que desalientan la pereza, también es un recordatorio de que en nuestra sociedad, se espera que las personas trabajen para mantenerse.

Este versículo también destaca la importancia de ser autosuficientes y no depender de otros para que nos provean.

Cuando comparamos este versículo con las actitudes de la sociedad moderna hacia el trabajo, vemos que hay una tendencia creciente de personas que se vuelven dependientes de los programas de asistencia y bienestar del gobierno.


📖 Echa un vistazo a: ‘Guía de Hábitos Inteligentes: 36 Pequeños Cambios de Vida que su Cerebro Agradecerá‘ de I. C. Robledo. Para una comprensión más profunda de cómo puedes superar los hábitos de pereza que arruinan tu vida.


Entonces, ¿La pereza es pecado en la biblia?

Si bien la pereza puede no estar etiquetada específicamente como un pecado en la biblia, ciertamente se desaconseja y al analizar los principios bíblicos, es posible concluir que esta y las acciones u omisiones que se derivan de ella pueden ser considerados como pecados.

No solo esto, sino que la pereza puede tener consecuencias negativas en nuestro crecimiento y bienestar personal, nuestras relaciones y nuestra capacidad para cumplir con nuestro propósito y potencial.

Son muy numerosos los pasajes en los que la biblia condena una actitud perezosa y para nada la promueve.

Cómo seres humanos, uno de los primeros mandatos que Dios nos dio después de salir del huerto del edén fue el de trabajar, Génesis 2:15.

El de ser productivos.

Dado que Dios nos dio ese mandamiento, una actitud perezosa injustificada puede considerarse pecado, pues estaríamos desobedeciendo el mandato divino.

La razón por la que Dios quiere que seamos productivos es porque Él sabe que es una bendición para nuestra vida.

Él sabe que trabajar o estar en actividad es positivo para nuestra salud espiritual, física, social y psicológica.

Como amoroso padre nos insta a huir de la pereza y a andar en el camino correcto.

Es allí donde cobra relevancia el versiculo de Santiago 4:17, que dice:

El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, comete pecado.

Trabajar es bueno, y si decidimos no hacerlo, sino que nos convertimos en cargas para otros o no desarrollamos nuestro máximo potencial, estamos pecando.


El impacto de la pereza

El impacto de la pereza puede ser de gran alcance y puede afectar muchas áreas diferentes de nuestras vidas.

Uno de los impactos más significativos es sobre el crecimiento y el bienestar personal de un individuo.

Cuando somos perezosos, tendemos a evitar tomar medidas y avanzar hacia nuestras metas.

Esto puede conducir a una falta de autoestima e insatisfacción con nuestras vidas.

La pereza también puede conducir a una mala salud física y mental, ya que podemos descuidar el cuidado de nosotros mismos y tener comportamientos poco saludables.

La pereza también tiene un impacto negativo en las relaciones y la comunidad.

Cuando somos perezosos, podemos evitar socializar e interactuar con los demás, lo que puede generar sentimientos de aislamiento y soledad.

También es menos probable que contribuyamos a nuestra comunidad y ayudemos a otros, lo que puede conducir a una falta de conexión social y una sensación de desconexión de nuestra comunidad.

Otro impacto de la pereza está en la capacidad de uno para cumplir con su propósito y potencial.

Cuando somos perezosos, es posible que no estemos motivados para perseguir nuestras pasiones e intereses, lo que puede conducir a una sensación de insatisfacción y falta de propósito.

También es posible que tengamos menos probabilidades de lograr nuestros objetivos y alcanzar nuestro máximo potencial.

Finalmente, la pereza puede tener un impacto significativo en la prosperidad financiera.

Cuando somos perezosos, es posible que no tomemos medidas para construir estabilidad y seguridad financiera.

También podemos dejar de aprovechar las oportunidades de crecimiento financiero, lo que puede conducir a dificultades financieras y pobreza.

La Biblia nos enseña que la pereza puede llevar a la pobreza, como dice Proverbios 13:4,

“El perezoso codicia, y nada logra; el diligente ve cumplidas sus deseos”.


📚 No dejes de leer: ‘Superación Personal: Cómo vencer el miedo, dejar de procrastinar y convertirse en una persona de acción‘ de Steve Allen. Este libro te ayudará a tomar acciones concretas para mejorar tu vida en áreas como la pereza y la falta de motivación.


Cómo saber si lo que siento es pereza

Teniendo claro todo lo anterior, quisiera agregar una serie de observaciones personales, las cuales son totalmente subjetivas, pero considero aportan una perspectiva más amplia al problema de la pereza y sus causas.

Pongámonos los lentes redentores de Dios utiliza para abordar el tema de una manera más balanceada.

Es posible confundir la falta de motivación con pereza.

Todas las personas somos diferentes, tenemos capacidades, aptitudes, intereses, tenemos fortalezas y debilidades diferentes.

Es por esta razón que no todos disfrutamos o encontramos realización en ejecutar las mismas actividades.

Una persona considerada poco productiva, o perezosa en cierta tarea, puede ser altamente productiva en otra.

Así pues, es importante determinar si la razón por la cual una persona rehúye cierta actividad se debe a una falta en su carácter, es decir es perezosa, o si se debe a que esta actividad, o tipo de actividad, le resulta altamente insatisfactoria y frustrante.

Para ser productivos deberíamos enfocarnos, en forma proactiva y en la medida de lo posible, en realizar aquellas actividades que nos traen mayor interés o que nos proporcionan mayor satisfacción.

También debemos admitir que todos los trabajos o actividades tendrán una parte no tan satisfactoria, pero que son necesarias ser realizadas para alcanzar nuestras metas.

Un ejemplo simple puede ser: viajar.

La mayoría disfrutamos de esta actividad, pero puede haber otras cosas como: empacar la maleta, hacer inmigración en el aeropuerto o dormir en la cama dura de un hotel.

Estas cosas no son muy placenteras, pero son necesarias para poder realizar el viaje.

Relación entre salud física o mental; y la pereza.

Otra consideración que quisiera hacer, es la de que diversas enfermedades físicas y mentales, o simplemente periodos por los que atraviesa una persona  a nivel emocional, pueden traer consigo disminución en los niveles de energía.

Por ende resultan en una actitud improductiva que pueden malentenderse como pereza.

Casos como la ansiedad, la depresión, la perdida de un ser querido, una ruptura sentimental, entre otros.

Es importante determinar si tu situación está asociada a alguna de esas causas para poder tratarla.

La pereza y la crianza en la infancia temprana

Por último, y muy importante, es comprender que un hábito de pereza una vez contundentemente determinado, tiene su origen principalmente en situaciones de crianza o de familia.

En muchos casos, este tipo de comportamientos son aprendidos en el hogar o son patrones de comportamiento que desarrollamos los cuales no nos fueron corregidos a tiempo.

Pero esto no quiere decir que seamos un caso perdido.

Quiere decir que con la ayuda de Dios, una vez determinada nuestra realidad, podemos afrontarla de una manera propositiva y redentora para mejorar aquellas debilidades.

Reconocer es el primer caso para el cambio.


Consejos para combatir la pereza

Si consideras que sufres de pereza, por las razones que sean, quiero invitarte a que empieces en oración a pedir a Dios que te muestre y te guíe hacia las ideas, los recursos y las personas que pueden ayudarte a salir de esa situación.

Tú no eres un caso perdido, eres una obra maestra en proceso de elaboración.

Con el tiempo y el auto conocimiento, Dios te irá mostrando cuáles son las causas, las cosas y las maneras en que puedes ser más productivo y útil.

Observa aquellos momentos en los que te encuentras perezoso y pregúntate por las causas.

Luego, decídete por actuar.

Al principio será dificil, la mente y el cuerpo se fortalecen por la actividad, si llevas mucho tiempo haciendo pereza es posible que estes algo oxidado.

Pero no te rindas, recuerda que en Cristo puedes hacer todo, porque Él te fortalece y el esfuerzo dará sus frutos.


📗  No te vayas sin este libro: ‘La ciencia de la autodisciplina: La fuerza de voluntad, fortaleza mental, y el autocontrol para resistir la tentación y alcanzar tus metas‘ de Peter Hollins. Este libro te ayudará a convertirte en una persona más disciplinada y a deshacerte de la pereza que te abruma.


Conclusión

En conclusión, esta publicación de blog ha explorado las enseñanzas de la Biblia sobre la pereza y su impacto en nuestras vidas.

Hemos visto que si bien la pereza no está específicamente etiquetada como un pecado en la Biblia, ciertamente se desaconseja.

La Biblia nos anima a ser diligentes, trabajadores y proactivos, y advierte contra los efectos nocivos de la pereza en nuestro crecimiento y bienestar personal, en las relaciones y en la comunidad, en la capacidad de cumplir nuestro propósito y potencial, y en la prosperidad financiera.

Alentamos a los lectores a reflexionar sobre sus propios hábitos personales y a hacer los cambios necesarios.

Es importante recordar que superar la pereza requiere tiempo y esfuerzo, y es importante no rendirse aunque los resultados no sean inmediatos.

La Biblia nos enseña a perseverar y seguir trabajando hacia nuestras metas, aún frente a desafíos y obstáculos.


¿Te consideras a ti mismo perezoso? ¿Te consideran los demás una persona perezosa? ¿Cuál es tu situación? Comparte con todos nosotros para crecer juntos.


Bendiciones y un abrazo.

 

4 comentarios en «¿La pereza es pecado? ¿Qué dice la biblia acerca de la pereza?»

  1. Hola buenas tarde soy José de Argentina.. pase por un período muy depresivo en mi vida producto de un divorcio y otro desamor ahi en seguida… luego de 25 años de casado y críar dos hijos trabajando mucho en mi iglesia… me divorcie porque una noche me dijo que no me quería más hacía mucho tiempo y que estaba conmigo por nuestros hijos y otras cosas más que son muy íntimas…luego me abre la tranquera diciéndolo en términos campestres.. y me dice que si quiero que me busque otra me lo dice de en serio…después de esa confesión de ella vivimos juntos dos años más yo tratando de ser lo que ella quería…nunca fui exitoso economicamente hablando…bueno sigo… en el último año me hice muy amigo de una persona, una mujer tuvimos nuestra historia…secreta y me había enamorado de ella mucho.. se lo confesé a mi sra. obvio se armó demasiado problemas, nos divorciamos, me quede solo… la otra que fue amante mía negó todo, también era mujer casada… no quiso seguir conmigo, obvio y dijo que yo inventé todo para divorciarme…una vez divorciado que solo completamente y llorando por ese desamor. Obvio totalmente depresivo, consegui un trabajo nuevo, porque perdí todo lo otro que tenía por el divorcio…me subí al taxi, trabajaba de noche…me asaltaron varias veces y la última casi me matan tuve dos operaciones en las manos producto de que me calvaron dos puñaladas en las manos. y me cortaron tendones,, nervios, venas.. casi me muero.-.
    para eso ya había pasado cuatro años del divorcio, mi ex la madre de mis hijos se caso con un conocido, no muy amigo mío pero conocido al finl… la noche que casi me matan en el asalto es la misma noche que ella se estaba casando de nuevo y yo solo y la otra con su esposo difamando que yo era un loco psiquiatríco…pasto el tiempo Dios me dio un nuevo amor una nueva esposa, muy buena chica creo que es la mejor de las tres…yo la quiero y amo mucho a ella… Todo eso lo viví en la etapa de mi vida desde los 50 años para adelante. el año que viene cumplo 60..reconozco que no tengo ganas de luchar por nada más allá de ese amor nuevo…estoy casi jubilado y vivo de eso… mientras vivía todo lo que viví en mi época de divorcio, desamor y asaltos en el taxi. muere mi padre de un día para otro antes de la pandemia en el 2019.. hoy vivo de la jubilación y pensión que recibe mi madre estoy con ella en su casa que me queda como herencia y con mi sra. nueva… reconozco que no tengo ganas de luchar para nada a veces hay días que me toca fuerte las nostalgias. del pasado… yo llegue a viajar por cinco países latinos y llegue a EE.UU: organizando eventos eclesiásticos… en este tiempo mi ex me dice que no me quería más…y consideraba ella que era un fracasado yo no me consideraba eso… pero mi problema es que no tengo ganas de nada… no me suicido,.porque no tendré ni ganas de eso, cuidar a mi madre no es fácil ella cada vez va más para atrás,. tiene parkison… y me prgunto muchas veces que hice de malo para vivir todo lo que viví que me tiró a unos años muy oscuros de mi vida… y donde perdí trabajo y privilegios que tenía en la sociedad.. Estoy con mi nueva mujer si veo que me quiere y ama mucho.. es muy buena mujer.. el asunto yo no logro enchufarme con las ganas de luchar por algo..hasta una vez fui político en mi país y ganes dos elelcciones en una localidad chica.. En esta semana se descompuso mi madre y se que si se va ella yo quedo sin nada económicamente… porque como dije vivo de lapensión de mi madre… mi pregunta hoy es pecado estar así? o es un dolor muy fuerte que todavía no supere y me cuesta sacarlo, ni si quiera a veces tengo ganas de hacer trámites, ir a las dependencia del estado para conseguir subsidios por la edad casí 60 años. lloro por todolo que viví y mis errores del pasado pero hay días que no tengo ganas de seguir, eso es pecado, es pereza o es depreciónfg?

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    • Hola José, gracias por compartirnos cosas tan personales y profundas. Creo que llegamos a pasar por experiencias que nos marcan y dejan secuelas graves en nuestra mente y nuestro corazón. Dios te ha bendecido con una nueva pareja y te ha puesto en una posición de servicio para que cuides de tu mamita en el tiempo que le resta. Mi consejo es que le pidas a Dios que te sane y que te ayude a entender lo que te pasa a nivel inconsciente y que te ayude a salir de ahí. Que le digas como te sientes y que tengas paciencia, con el tiempo y los años el puede volver a traer ilusiones y proyectos a tu vida. No es pecado sentirse abatido por una experiencia vivida. Creo que no eres lo que dice tu ex esposa y que no debes creerlo, pero también creo que no necesitas probarle nada a ella ni a nadie. Enfócate en ser mejor para Dios, para tu esposa, para tu madre y para ti. Ora a diario y pídele a Dios sanidad y el té la dará. Un abrazo.

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  2. Hola jose gracias por compartir, creo que tu situación no se relaciona con la pereza sino con las emociones, tu alma ha sido objeto de divisiones y ataduras que todavía no has resuelto porque sigues ligada a ellas, creo firmemente que tu potencial esta intacto y que todavía hay mucho Jose para dar, Dios te dio los dones no el hombre y esos dones son el propósito para que logres cumplir todos tus sueños, si tan solo entendieras que el Señor esta presente para verte cumplir tu propósito, tu vida no depende de tus emociones y de estar amarrados a ellas, tu vida depende de las convicciones que tienes de la verdad de la palabra de Dios, no importa lo que diga el hombre lo importante es lo que Dios dice de ti. Y lo que el te dice es que te ama y que te perdono y te dio vida eterna y eso es suficiente para tener nuevas fuerzas y lograr cumplir tus propósitos que Dios te bendiga.

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    • Hermosas palabras José #2 hehe, Voy a mandarle un correo al primer José con ellas. Muchas bendiciones para tu vida y que Dios siga hablando y edificando a otros a través de ella como lo hiciste en esta oportunidad.

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