Paz positiva y paz negativa

El pasado mes de abril, la organización Visión of Humanity dejó en claro que México tiene la capacidad y las condiciones para mejorar sus niveles de paz positiva, pues sus niveles en este aspecto son más altos que los de la paz negativa.

Para lograr este objetivo nuestro país tiene que poner más empeño en erradicar la corrupción misma que, en los últimos 14 años, empeoró en un 12 por ciento, lo que provoca que sus habitantes no puedan acceder a los bienes que merecen y necesitan para tener vidas más plenas y productivas y pueda darse un mejor desarrollo.

Otro de los problemas es la pésima distribución de los ingresos, el abismo que se abre, ya no digamos entre la clase media y pobre, sino con la más rica del país, es inmenso y pese al crecimiento de la macro economía del país, la riqueza no se ha visto reflejada en un ingreso mejor y más justo para las familias.

No olvidemos que más de la mitad de la población de México vive en la pobreza.

Otro aspecto negativo que impide al acceso a esta paz positiva es que en México faltan jueces y magistrados, lo que impide un adecuado y eficaz funcionamiento de la justicia.

Así también, es muy digno de consideración la falta de policías, de hecho, México es el país que menos invierte en seguridad en América Latina, lo cual resulta increíble si comparamos nuestra economía con países pobres como El Salvador u Honduras; siendo además que sufrimos el flagelo del narcotráfico y del crimen organizado, lo que debería obligar al Gobierno a aumentar el presupuesto en un área que es tan prioritaria.

Nuestro país no sólo debe buscar restablecer la paz y recomponer el tejido social, todo eso será insuficiente si no se empeña también en buscar la paz positiva, es decir, que se logre un verdadero desarrollo en el que las personas logren su realización y alcancen su felicidad; pero esto no será posible sin una verdadera participación ciudadana y sin una clase política que mire a cumplir con su cometido que es logar la seguridad, alcanzar la paz y procurar el desarrollo de sus gobernados.

•Sacerdote y exvocero de la Arquidiócesis de México