Edad Moderna

Te explicamos qué fue la Edad Moderna, sus descubrimientos, inicio, final y otras características. Además, el humanismo renacentista.

¿Qué fue la Edad Moderna?

La Edad Moderna o Modernidad fue el período de la historia universal que comprendió entre mediados del siglo XV y el final del XVIII, es decir, entre el final de la Edad Media y el inicio de la Edad Contemporánea.

Fue una época de grandes cambios en los ámbitos políticos, sociales, económicos, culturales y científicos, que sentaron las bases del mundo tal y como hoy lo conocemos. Marcó un alejamiento de los dogmas religiosos que durante la Edad Media limitaron el pensamiento y el arte (lo que algunos autores llamaron “oscurantismo”). El movimiento intelectual que promovió este cambio recibió el nombre de humanismo renacentista. Además, durante esta época surgió la Reforma protestante.

En la Edad Moderna se constituyeron los Estados modernos en Europa y se afianzó una clase social vinculada al comercio y otras actividades urbanas: la burguesía. Con este hecho y la expansión mundial de los nacientes imperios portugués, español, británico, francés y neerlandés, Europa se ubicó en el centro de la escena política y económica del mundo.

Por esta razón, en el estudio de la Edad Moderna suele hacerse mucho énfasis en Europa occidental, pero muchos académicos critican este hincapié e incluso la idea de una “Edad Moderna” porque los consideran eurocéntricos.

Aunque no existe un consenso respecto a cuándo empezó la Edad Moderna, se suelen tomar dos eventos posibles como indicadores de su inicio: la caída de Constantinopla frente al Imperio otomano en 1453 (lo que puso fin al Imperio bizantino) o la llegada de Cristóbal Colón a las costas de América en 1492. Su final se suele marcar en la Revolución francesa de 1789, aunque algunos estudiosos optan por la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776.

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Características de la Edad Moderna

A grandes rasgos, la Edad Moderna puede caracterizarse de la siguiente manera:

• Fue un período de profundos cambios en la cultura y la sociedad occidentales, cuyo primer impulso se dio con el Renacimiento y la Revolución Científica. Así, se abandonó la tradición medieval centrada exclusivamente en la figura de Dios y se favorecieron los nuevos valores de la razón y la ciencia.
• Fue una época de formación de los grandes poderes imperiales europeos, con el fortalecimiento de sus monarquías, conocidas genéricamente como “Antiguo Régimen”. Estos imperios establecieron colonias en los demás continentes, lo que inició una competencia por la obtención de recursos según los principios del mercantilismo. De este modo, se sentaron las bases de la expansión mundial del capitalismo.
• Fue una era de exploración y expansión colonial en América (donde se llevó adelante una guerra de conquista que marcó el fin de los imperios precolombinos), África, Asia y Oceanía, lo que llevó a la difusión de las ideas modernas, de las lenguas europeas y de la religión cristiana por gran parte del mundo.
• Fue el momento en el que nacieron los Estados modernos, que tenían un territorio claramente delimitado, una población más o menos constante, un gobierno centralizado y una burocracia. Un ejemplo de esto fueron las monarquías absolutas.
• Fue la etapa en la que creció y se consolidó una clase social nueva: la burguesía. Esta clase no basaba su riqueza en la herencia o en los privilegios de nobleza sino en la actividad mercantil y profesional, y fue concentrando poder económico a lo largo de la Edad Moderna. Sin embargo, el poder político continuó en manos de la monarquía y la aristocracia.
• Fue una fase de transformación para la Iglesia católica, que se vio desafiada por la Reforma protestante y por el humanismo. La cultura occidental comenzó un camino de secularización.
• Fue un período en el que se dieron grandes cambios en la ciencia y la tecnología, que repercutieron enormemente en la vida laboral, militar y filosófica de Occidente. Además, se instauró la fe en el progreso, la comunicación y la razón, nuevos valores filosóficos que pronto se expandieron a la mayor parte del mundo.

El humanismo renacentista

Entre los siglos XV y XVI se produjo en Europa un cambio cultural fundamental para comprender la Edad Moderna, que posteriormente fue bautizado como Renacimiento. Su nombre se debe a que, tras siglos de predominio de los valores religiosos de la Iglesia (tradicionalmente identificados con el concepto de oscurantismo medieval), se experimentó una recuperación de obras, ideas y valores de la cultura clásica grecorromana.

Este proceso fue posible gracias a la erosión de los valores religiosos tradicionales. Se reemplazó la fe religiosa por la razón humana y los métodos escolásticos de lectura de textos antiguos por la observación, la investigación y la evaluación de la realidad empírica.

El paradigma intelectual del Renacimiento fue conocido como humanismo, ya que dejaba de considerar a Dios como la medida de todas las cosas y colocaba en su lugar al ser humano, que pasó a ocupar el centro de las preocupaciones humanas (este fenómeno fue llamado antropocentrismo).

El arte y la filosofía fueron parte importante de este cambio. Las pinturas medievales, centradas en la representación de lo divino, dieron paso a representaciones de escenas mitológicas grecorromanas, en las que el cuerpo humano y sus acciones ocupaban un plano central, y a nuevas formas de comprender la estética cristiana.

Por otro lado, la divulgación de los saberes en lenguas vulgares se hizo imperativa. Por eso, se tradujeron obras clásicas, y especialmente la Biblia, del latín a las distintas lenguas europeas, un paso importante hacia la construcción de las identidades nacionales y de los Estados-nación, así como para la separación entre política y religión.

La filosofía fue la gran protagonista del movimiento humanista. Se destacaron pensadores como Petrarca (1304-1374), Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494), Erasmo de Rotterdam (1469-1536), Tomás Moro (1478-1535) y Nicolás Maquiavelo (1469-1527). Este movimiento posibilitó la aparición posterior de filósofos como René Descartes (1596-1650), Thomas Hobbes (1588-1679), John Locke (1632-1704) o Gottfried Leibniz (1646-1716), quienes abordaron los grandes temas de la época desde una perspectiva nueva.

La racionalidad, la libertad, el libre albedrío, la formación del individuo, la tolerancia y la curiosidad formaron parte de los valores que defendió el humanismo. Así se fundó un nuevo sistema filosófico, caracterizado por una moral y una ética seculares, que entendía al ser humano como un ser capaz de procurarse su propio bienestar.

De este modo, el humanismo sentó las bases de la Ilustración de mediados del siglo XVIII, un movimiento cultural de importancia crucial en el pensamiento contemporáneo.

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La era de los descubrimientos

Entre el siglo XV y el XVII tuvo lugar la llamada “era de los descubrimientos”, cuyo nombre se debe a que los reinos europeos comenzaron la exploración global del planeta. De todos modos, el término “descubrimiento” ha sido cuestionado por su sesgo eurocéntrico, pues promueve la idea de que las poblaciones de la América precolombina y otras regiones solo entraron en la historia al ser “descubiertas” por los europeos, cuando en realidad tenían una larga historia propia.

Los portugueses y españoles comenzaron la exploración y cartografía más allá del mundo que conocían hasta entonces, motivados por la demanda de mercancías de Oriente y por el deseo de hallar nuevas rutas comerciales, ya que el Imperio otomano controlaba el sudeste de Europa y el Mediterráneo oriental.

Los navegantes portugueses exploraron las costas de África occidental y meridional y llegaron hasta la India. Por otro lado, Cristóbal Colón fue financiado por los Reyes Católicos para encontrar un camino alternativo hacia las Indias y llegó a las costas del Caribe, hecho que marcó el llamado descubrimiento europeo de América.

Esto produjo un cambio fundamental en el paradigma medieval del mundo, pues los europeos se dieron cuenta de que existía un mundo inexplorado por ellos, ajeno a los antiguos libros y a la tradición escolástica. Además, en ese mundo podían hallarse importantes recursos que convenía reclamar antes de que lo hicieran otros imperios competidores, lo que llevó a la conquista y la colonización.

Por lo tanto, durante este lapso se exploraron las costas africanas y se conquistó el continente americano mediante la derrota de los imperios azteca e inca y de muchos otros pueblos indígenas. Además, se produjo la primera circunnavegación del planeta y se inició una competencia entre los nacientes imperios europeos (portugués, español, británico, francés y neerlandés), que establecieron sus colonias a lo largo del mundo.

De esta manera, el eje comercial del mundo se desplazó desde el oriente europeo hacia el occidente a través del océano Atlántico y se produjo un proceso de mundialización, es decir, el primer flujo económico a escala mundial. Además, los mares y océanos se convirtieron en uno de los principales escenarios de la lucha armada mediante la guerra naval.

La Reforma protestante y las guerras de religión

En el siglo XVI se produjo un movimiento religioso cristiano conocido como Reforma protestante o protestantismo. Fue iniciado por el teólogo Martín Lutero (1483-1546) en Alemania y tuvo representantes en otros lugares de Europa, como el francés Juan Calvino (1509-1564).

Este movimiento se oponía a la autoridad absoluta del papa sobre los cristianos del mundo y reprochaba a la Iglesia católica el haberse corrompido y alejado de los preceptos cristianos fundamentales de la Biblia. En consecuencia, proponía un retorno al cristianismo primitivo.

En el marco de un gran escándalo en Alemania por la venta de indulgencias de los sacerdotes católicos (o sea, el intercambio de absoluciones religiosas por dinero), el protestantismo nació con las noventa y cinco tesis de Lutero. En ellas denunciaba las indulgencias y proponía una nueva doctrina cristiana basada en la salvación por la fe y el arrepentimiento personal.

Las tesis de Lutero pronto fueron distribuidas masivamente, gracias a la reciente invención de la imprenta moderna. Diversos soberanos adhirieron al protestantismo como un modo de apropiarse de bienes eclesiásticos y reforzar su autoridad mediante la fundación de iglesias nacionales bajo su estricto control (no dependientes del papa).

La Reforma fue un duro golpe a la hegemonía de la Iglesia católica en Europa. La respuesta fue la Contrarreforma, con la que la Iglesia introdujo cambios internos y se dedicó a perseguir a los protestantes. A finales del siglo XVI estallaron las guerras de religión, como las que enfrentaron a católicos y hugonotes (calvinistas) en los reinos de Francia y Navarra (1562-1598), que se cobraron la vida de millones de personas.

A pesar de la oposición católica y de las persecuciones por parte de la Inquisición, la Reforma se expandió y hoy el protestantismo es la segunda gran rama del cristianismo.

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La Revolución Científica

Uno de los aspectos centrales de la Edad Moderna en Europa fue el surgimiento del método científico, un concepto filosófico y metodológico que cambió la comprensión del mundo para siempre.

La Revolución Científica tuvo lugar entre el siglo XVI y finales del XVII. Consistió en una verdadera explosión de nuevos saberes en física, biología, astronomía, anatomía humana, botánica, matemáticas, química y otros campos del saber. Su impacto en la historia humana fue comparado al de la revolución neolítica que produjo la invención de la agricultura.

Esta revolución fue posible gracias a la existencia del humanismo, que hacía hincapié en la observación para contestar las preguntas sobre el mundo natural, y especialmente gracias al trabajo de filósofos y científicos como Nicolás Copérnico (1473-1543). Su obra “Sobre las revoluciones de los orbes celestes” se considera el hito fundacional de la Revolución Científica. En ella cuestionó el modelo geocéntrico que planteaba que la Tierra se ubicaba en el centro del universo y propuso en su lugar el modelo heliocéntrico, que sostiene que la Tierra gira alrededor del Sol.

Otros nombres clave fueron los de Galileo Galilei (1564-1642), Johannes Kepler (1571-1630), Francis Bacon (1561-1626), René Descartes (1596-1650), Isaac Newton (1643-1727), Robert Hooke (1635-1703), entre muchos otros.

El método científico consiste en la formulación de hipótesis con la intención de confirmarlas o refutarlas mediante la experimentación y los cálculos matemáticos. Representó un cambio filosófico mayúsculo, que permitió estudiar el mundo natural al margen de lo que dictaba la tradición religiosa.

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El fin de la Edad Moderna

El fin de la Edad Moderna se ubica generalmente en la Revolución francesa de 1789, o en la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776, es decir, a finales del siglo XVIII. Sin embargo, en el ámbito de la historiografía anglosajona se llama a este período Edad Moderna temprana (Early modern period), pues se considera que tiene muchos aspectos de continuidad con la Edad Contemporánea (llamada en inglés Late modern period o Edad Moderna tardía).

La Revolución francesa y sus ideales sociales de libertad, igualdad y fraternidad pusieron fin al Antiguo Régimen. Fue el comienzo de un proceso en el que el mundo republicano burgués se impuso al orden aristocrático que hasta entonces prevalecía en Occidente, a medida que el capitalismo se afianzaba como sistema económico mundial, de la mano de la Revolución Industrial, y la burguesía se convertía en la clase social dominante.

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Referencias

• Dewald, J. (2024). The Early Modern Period. Encyclopedia of European Social History. https://www.encyclopedia.com/
• Hunt, L. et al. (2016). The Making of the West. Peoples and Cultures. 5th edition. Bedford/St. Martin’s.
• Tenenti, A. (2001). La Edad Moderna XVI-XVIII. Crítica.
• Ribot, L. (2021). La Edad Moderna (siglos XV-XVIII). Marcial Pons.