Fresno

El fresno es un árbol común en toda Europa que además de su apreciada madera cuenta con propiedades antiinflamatorias y diuréticas. Las infusiones de fresno son útiles para el reúma y la gota entre otras dolencias.

 

El fresno, un árbol apreciado por su madera pero también por sus propiedades curativas

Los fresnos son árboles esbeltos y majestuosos, emparentados con el olivo, y forman parte de los bosques de ribera –en el caso del fresno de hoja pequeña (Fraxinus angustifolia)–, o bien aparecen en prados de montaña y márgenes de bosques caducifolios –en el caso del fresno de Vizcaya (Fraxinus excelsior). 

El primero es común en toda la cuenca mediterránea y el segundo se encuentra desde las montañas del Cantábrico y los Pirineos hasta el sur de Escandinavia.

Son árboles caducifolios, de corteza grisácea, hojas compuestas de varios foliolos lanceolados, puntiagudos, con los márgenes dentados, flores en panícula y frutos alados.

Las excelencias de las hojas de fresno como remedio curativo ya eran bien conocidas en la antigüedad y el propio Dioscórides menciona el uso que se hacía de ellas, en emplasto, incluso para combatir la mordedura de víbora.

Propiedades medicinales del fresno

  • El fresno contiene flavonoides (rutina, quercitina), polifenoles, manitol, ácido málico, abundantes taninos y heterósidos cumarínicos en la corteza. Se le atribuyen virtudes diuréticas, antiinflamatorias, analgésicas, antirreumáticas, antipiréticas, astringentes, venotónicas y cicatrizantes.
  • Para rebajar la inflamación de las articulaciones y como remedio analgésico, en artritis reumatoides y procesos artrósicos, las hojas de fresno se han revelado como un apoyo de primer orden, aplicadas por vía tópica en compresas o bien en cremas y pomadas. 
  • El fresno se indica, asimismo, por su notable acción diurética y depurativa, cuando se requiere aumentar el flujo de orina, para facilitar la eliminación de los excesos de urea y las arenillas en el riñón.

El fresno se encuentra en planta seca para infusión, la corteza troceada para decocción, en tintura alcohólica, extracto líquido, jarabe, en polvos, cápsulas y como ingrediente en pomadas y cremas.
 

Cómo tomar el fresno en infusión

Para la retención de líquidos

Con fines diuréticos y para favorecer la reducción de los edemas, se asocia fresno con otras tres plantas depurativas: el diente de león, las hojas de abedul y la cola de caballo.

Cómo prepararla: Se emplean tres cucharadas soperas de la mezcla por litro de agua. Se hierve un minuto, se deja reposar otros 8 y se va bebiendo durante el día.

Infusión para bajar la gota

Los expertos proponen una excelente fórmula desinflamatoria para aliviar el dolor en las crisis. Esta infusión combina hojas de fresno con lespedeza y hojas de coronilla de fraile, además de anís estrellado para disimular el sabor intensamente amargo del fresno.

Cómo prepararla: Se precisan dos cucharadas soperas rasas de la mezcla por medio litro de agua. Se hierve uno o dos minutos y se deja que repose otros diez. En las crisis se bebe a lo largo del día, y fuera de ellas, un vaso diario, semana sí, semana no.

 

Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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