Citología: ¿Qué es y para qué sirve?

Por 14 agosto, 2019Donación de óvulos
Citología

La citología es una de las pruebas que se realizan en una revisión ginecológica.

Como te contamos en este otro artículo sobre cada cuánto tiempo debe hacerse una revisión ginecológica, una vez al año las mujeres deben acudir a su ginecólogo de confianza a realizarse una revisión ginecológica para realizarse, entre otras pruebas, una citología.

En dicha revisión, se valoran diferentes aspectos de la salud femenina, tanto a nivel general como ginecológico y reproductivo pues, por norma general, el ginecólogo observa los genitales y las mamas y realiza una ecografía vaginal. Además, solicita una analítica de sangre y puede pedir otras pruebas rutinarias, para poder detectar si hubiera cualquier problema como, por ejemplo, una infección de transmisión sexual.

La citología no tiene por qué solicitarse todos los años; de hecho, lo normal es que esta prueba se realice cada tres años, a partir de haber tenido la primera relación sexual o bien desde los 20 años, según recomienda la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). En casos de riesgo o cuando se han detectado anomalías en citologías previas, esta prueba puede realizarse cada año o cada dos años, en función de lo que el especialista determine en cada caso.

¿Qué es la citología?

La citología, también conocida como frotis vaginal o test de Papanicolau, es una prueba a través de la cual se toman varias muestras del tejido de la vagina y el cuello del útero, para poder detectar la presencia de infecciones o de posibles patologías, como el cáncer de cérvix (cuello uterino).

En la citología, la mujer se coloca en una camilla en postura de litotomía, es decir, tumbada boca arriba y con las piernas abiertas y flexionadas. Durante la misma, se realiza un raspado del tejido del útero para poder tomar las muestras correspondientes. Este raspado se obtendrá de tres zonas diferentes: el canal del cuello del útero, la parte externa del cuello del útero y la parte superior de la vagina.

Una vez recogidas, las muestras se identifican correctamente y se llevan a analizar a un laboratorio.

¿La citología duele?

No, la citología no duele. Puedes notar una ligera molestia a la hora de realizar la toma de las muestras, pues para tener una mayor visibilidad y apertura de la vagina, el especialista se ayuda de un espéculo, para después poder introducir por la vagina la espátula con la que realizará el raspado del tejido.

Tras la citología, si el tejido de la mujer es más sensible, puede ocurrir que se produzca un leve sangrado, aunque no es lo normal.

¿Para qué sirve la citología?

La citología es, como te hemos explicado, una prueba fundamental para la salud femenina. ¿Por qué? Porque gracias a esta prueba es posible identificar la presencia de bacterias u hongos que puedan causar infecciones, como el virus del papiloma humano (VPH) y, lo más importante, detectar de forma precoz un posible tumor en el cuello del útero o, en su defecto, lesiones precancerosas.

Citología¿Cómo debo prepararme para una citología?

Para una citología, es fundamental que acudas sin tener la regla, para que el ginecólogo pueda valorar el tejido en perfectas condiciones. En cuanto a las relaciones sexuales, es mejor que no se tenga sexo 48 horas antes de realizarse la prueba.

Tampoco se recomienda realizar lavados vaginales internos, únicamente limpiarse como cualquier otro día, de forma externa, con agua y jabón. Ni se deben utilizar lociones ni espermicidas los días previos a la prueba.

Resultado de una citología

El resultado de una citología puede ser negativo, es decir, que no se ha detectado ninguna infección y que las células de las muestras extraídas son normales; o positivo. En este segundo caso, puede deberse a la presencia de una infección o irritación, a que se ha detectado VPH o bien a que existen células precancerosas o cancerosas, lo que llevará a hacer un estudio más detallado.

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