¿Qué es la tecnología?

Sobre tecnología escuchamos hablar casi a diario. A diferencia del concepto de ciencia, la tecnología parecería estar más cercana a nosotros, porque reconocemos que vivimos inmersos en ella permanentemente. Incluso la vemos en espacios nuevos que nos toca recorrer, agilizando los procesos y acortando los tiempos. Y también tenemos noticias de ella cuando se le adjudica la culpa de la distancia entre la gente, su despersonalización y sus efectos no deseables sobre la vida y el medio ambiente. En fin, sabemos de muchos usos de la tecnología: cura pero también mata, educa pero también empobrece el pensamiento, agiliza o complica nuestra vida, acerca y aleja a las personas… Parecería ser que hay posturas tecnofílicas y tecnofóbicas entre las que nos debatimos, al tiempo que vivimos con ella. Esto no es nuevo, porque hay tecnología desde el momento en que el primer homínido tomó un trozo de madera entre sus manos, y lo usó para defender a sus hijos de las bestias o para matar a un vecino para quedarse con sus recursos. Ese pedazo de madera ya era tecnología.

“Tecnología” viene del griego τέχνη (se pronuncia “téchnē”) y quiere decir arte, oficio o destreza. Por lo tanto, la tecnología no es una cosa sino un proceso, una capacidad de transformar o combinar algo ya existente para construir algo nuevo o bien darle otra función. Y esa capacidad de transformación puede ser intuitiva o bien (como sucede en nuestras sociedades actuales) se trata de un saber que proviene directamente del campo de las ciencias.

Te invitamos a ver este video para comenzar a familiarizarnos con la complejidad de la tecnología. En él veremos algunas tramas de conocimientos previos y dispositivos integrados que se integran para conformar aquello que tenemos naturalizado.

Precisamente nuestra cercanía con la tecnología la hace sospechosa: no siempre nos detenemos a pensar por qué la tecnología es como es, por qué hace lo que hace y del modo en que lo hace. Así como vimos que la ciencia está hecha por seres humanos con intereses no siempre humanitarios ni éticos, la tecnología también hereda de la ciencia algunos de sus características. Así como la ciencia depende de una ideología, la tecnología también lo hace: no es inocente y está su creación y sus posibilidades de uso están orientadas a otros objetivos, más allá de sus fines prácticos inmediatos que empleamos.

Esta dimensión ideológica de la tecnología fue identificada y discutida desde el siglo XIX, especialmente cuando los desarrollos tecnológicos derivados de la investigación se proyectaron a la industria pero impactaron negativamente en la ciudadanía. La Revolución industrial es un ejemplo de ello: si bien la ciencia y la tecnología aportaron al crecimiento económico y médico de la población, sus beneficios no se distribuían de manera equitativa. En el siglo XX se profundizó esta crisis, cuando los avances de la física fueron apropiados por la tecnología militar, y se demostró que la misma tecnología que podía descubrir nuevas fronteras espaciales y curar enfermedades, podía matar en forma masiva, como fueron los casos de Hiroshima, Nagasaki y Chernobil. En los inicios del siglo XXI la discusión agregó nuevos casos como los de la ingeniaría genética, con usos tanto positivos como negativos para la vida de las personas y el cuidado del medio ambiente.

Estos casos (por citar algunos) nos convocan a reflexionar sobre un aspecto no menor de los usos de la tecnología: su dimensión ética. Oscar Varsavsky (1920 – 1976) fue uno de los científicos y tecnólogos argentinos que, ya en los años 60, afrontaba este tema como un aspecto insoslayable de la tecnología. La obra de Varsavsky, publicada por primera vez en 1974, se centra en uno de los desafíos más acuciantes en la historia de la ciencia y la tecnología de los países en desarrollo, como lo es la definición de un estilo propio de producción de tecnología.

Te proponemos que leas un fragmento de su producción para continuar debatiendo sobre la definición de tecnología:

Oscar Varsavky (1974): “Capítulo 1. Introducción en Estilos tecnológicos. Propuestas para la selección de tecnologías bajo racionalidad socialista. Programa de Estudios sobre el Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo (PLACTED). Buenos Aires: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y Ediciones de la Biblioteca Nacional. Reedición de 2013.

A menudo se asocian las tecnologías con dispositivos electrónicos de uso cotidiano que, a la vez, nos vuelve menos humanos y más insensibles al contexto social. Sin embargo las tecnologías hacen lo que nosotros les pedimos que hagan, y en ese sentido ellas nos obedecen. De modo tal que podemos pensar que somos los humanos quienes nos deshumanizamos culpando a las tecnologías por su influencia permanente, como si no tuviéramos libertad de decisión. Te invitamos a ver el siguiente video de CuriosaMente que profundiza este problema.