Técnica de carrera: circular o pendular

Técnica de carrera: circular o pendular

Cuando corremos, nuestra técnica puede ofrecernos muchos más detalles de los que pensamos. Cuando observas la fotografía de un atleta mientras está corriendo, ¿serías capaz de saber si va rápido o no? Si has respondido que sí, tienes buen ojo para la técnica o estás mintiendo… Un ejemplo muy claro: un corredor que levita –está como volando- sin tocar con los pies el suelo, está corriendo rápido, según dice la teoría. Y cuanto más despegado esté del suelo, más rápido.

Otro aspecto a tener en cuenta es el ángulo que forman los dos muslos. Cuando un ángulo es agudo -menos de 90º-, tenemos dos opciones distintas: el atleta no va demasiado rápido o el atleta quizá se encuentra en una fase que no es la de impulsión –despegue, vuelo, aterrizaje, impacto- pero va rápido. Es en el momento de impulsión, en el que se puede apreciar claramente si un corredor va rápido o no. Para saberlo, lo más importante es fijarnos en cómo están el tobillo y la rodilla. Si las dos articulaciones están en su máxima extensión el corredor va rápido; si la rodilla y/o el tobillo están sólo medio flexionados, casi seguro que ese corredor no va muy rápido.

La técnica de carrera puede ayudar a saber si alguien va más rápido o más lento. Y esto es así porque existen dos técnicas de carrera bien diferentes: la circular para correr rápido y la pendular para no ir tan rápido. Algunos corredores han conseguido velocidades muy altas con la segunda técnica, pero no es lo común.

Técnica circular

Se caracteriza por un movimiento más o menos circular que describe el tobillo -o el pie- mientras este se encuentra en el aire. Es una técnica que se puede apreciar corriendo por la calle o corriendo en cinta, aunque es en la segunda situación en la que mejor se aprecian los detalles.

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¿Cómo es el ciclo? El pie se despega del suelo con la rodilla y el tobillo en la máxima extensión y asciende a consecuencia de que la cadera y la rodilla se flexionan. Durante este movimiento, el pie pasa cercano a la altura de la rodilla que se encuentra más próxima al suelo y desciende hasta encontrar el suelo de nuevo. El momento antes de tocar el suelo, el pie empieza a retroceder un poco para acoplarse al suelo -a la cinta en este caso- sin producirse el movimiento de cizalla entre pie y suelo, es decir, sin chocar en dirección opuesta: el suelo hacia atrás, el pie hacia delante.

A su vez, esta técnica circular se puede dividir en ciclo anterior y ciclo posterior, pero lo explicaré en otra ocasión.

Técnica pendular

Adopta la característica que el propio nombre dice: El pie y todo el miembro inferior trabajan como un péndulo. Cuando el pie se encuentra en el aire, la rodilla casi ni se flexiona y el pie vuelve al inicio del paso cercano a los mismos puntos que pasó cuando estaba en contacto con el suelo. De ahí péndulo: va y vuelve de la misma manera. El tobillo dibuja una especie de media luna acostada.

Esta técnica la vemos más comúnmente en ritmos de carrera bajos y de atletas entrados en años, pero también se caracteriza por ser muy económica. Llevar las rodillas altas, característico de la técnica circular, permite correr más rápido pero desgasta mucho; esta es la razón por la que muchos maratonianos -y todos los ultrarunners- utilizan la técnica pendular.

Y no pienses que no hay atletas de élite corriendo con la técnica pendular. La italiana Valeria Straneo, subcampeona del mundo de maratón en Moscú 2013 y récord nacional con 2h23’44”, es un claro ejemplo de lo eficaz que puede resultar esta técnica. 

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