La "zamacueca" o "marinera"

Historia

de la zamacueca

o marinera arequipeña

Por: César Coloma Porcari

Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo

La “cueca” es en la actualidad el baile nacional de la República de Chile,

y proviene de nuestra peruanísima “zamacueca”,

hoy llamada “marinera”.

Así lo reconocen los grandes historiadores chilenos,

como lo veremos más adelante.



Hace unos años publicamos un breve ensayo titulado “La verdadera historia de la marinera” (“Voces”, Revista Cultural de Lima, año 9, N° 32, Lima, 2008, páginas 56-57). Allí señalábamos que la misma Real Academia Española, (16° edición, Madrid, Talleres Espasa-Calpe, S. A., “Año de la Victoria”, 1939, página 1315, define el término “zamacueca”, como “Baile popular originario del Perú, y que se usa también en Chile y otras partes de América Meridional. // 2. Música y canto de este baile”. Además, en la página 380, afirman que “cueca” es sinónimo, en Chile, de “zamacueca”.

En estas notas ampliamos la información contenida en el artículo citado, agregándole testimonios sobre la zamacueca peruana, tomados de publicaciones chilenas, en donde, como ya lo indicamos, reconocen que su actual “cueca” tiene su origen, indiscutiblemente, en la peruanísima zamacueca o marinera.

LA ZAMACUECA O MARINERA AREQUIPEÑA

El Dr. Francisco Mostajo afirma que “‘Cueca’ deriva de ‘zamacueca’ y es el nombre del baile popular de Arequipa, donde también se le llama ‘baile de tierra’ y cursimente ‘baile de pañuelo’”. Añade este autor que “La ‘cueca’ es la ‘marinera’ actual, nombre que está desterrando a aquellos otros; pero la ‘marinera arequipeña’ no es sensual como la limeña ni desenfrenada como la chilena, formas que no han podido aclimatarse en nuestro pueblo; es parsimoniosa y de movimientos airosos y graves”.

Agrega el Dr. Mostajo que la zamacueca, cueca o marinera “No solo la bailan las clases populares. Muchas reuniones sociales, cuando se prolongan hasta avanzadas horas, suelen cerrarse con el donoso ‘baile de tierra’” (“San Gil de Cayma”, Arequipa, Imprenta “La Colmena”, 1956, p. XXI).

Debemos recordar que hemos tenido grandes compositores o recopiladores de marineras arequipeñas, siendo uno de los más notables el maestro Benigno Ballón Farfán (“La traidora”, “Sois sirena”, “La chica que me quiera”, etc.), así como el olvidado maestro Manuel Velásquez, autor, entre otras obras, de la marinera “Arequipeña”, grabada por la Columbia Phonograph Company de Nueva York, en la década de 1930.

EL BAILE DE LA MARINERA O ZAMACUECA

El Dr. José Gálvez es autor de un bello poema titulado “La marinera”, en el que describe brillantemente este baile de pareja, con sus pasos y coreografía (“Fanal”, año IV, N° 20, Lima, 1949, p. 15): “¡Una pareja alegre! Los pañuelos al aire / y los pies dibujando con criollo donaire / toda la gracia popular; / el mozo con un juego como de daca y toma / persigue a su pareja que finge una paloma / que no se deja conquistar; / mientras bajo los claros doseles de las parras / manos nerviosas pulsan armoniosas guitarras / y una voz y otra rompen a cantar. /

“En tanto la voz grave a la aguda se junta, / dibuja el mozo un paso de talón y de punta / que la moza replica con vivaz zapatear, / alza un punto la falda, quebrando la cintura, / y al girar grácilmente enseña con lisura / la curva de una pierna y la vuelve a ocultar. /

“La moza burla, esquiva, la rueda que hace el mozo, / un coro de palmadas enciende el alborozo / que aviva el golpe del cajón; / el ritmo se apresura con sonoro revuelo, / los pañuelos se cruzan cual palomas en celo. / ¡Hay un rumor de tentación! /

“Juegan los pies del mozo vivo repiqueteo, / la moza le responde con leve contoneo, / la voz grave y la aguda alzan su son; / y al callar las canciones y al morir las palmadas / aún hay en las miradas / fiebre y luz de ilusión! /

“Y no solo en las huertas; en saraos de otrora / entró la marinera aliada con la aurora / a destronar el rigodón!”.

EL “BAILE DE TIERRA”

Debemos recordar la descripción que hace don José Manuel Valdez y Palacios del baile de la zamacueca, en el Cuzco, en la primera mitad del siglo XIX: los danzantes se colocan uno frente al otro, “a diez o doce pies de distancia”, y “esperan el primer eco de los glosadores”, teniendo ambos el pañuelo en la mano derecha y la izquierda graciosamente puesta en la cintura. Cuando la glosa ha estallado, comienzan con la danza o el baile de tierra, tan original, tan gracioso, tan lleno de movimientos voluptuosos y seductores…” (“Viaje del Cuzco a Belén en el Gran Pará”, Barcelona, Red Ediciones S. L., 2017, p. 26).

Debemos notar que este autor llama también a la zamacueca “baile de tierra”, como se le conocía en Arequipa, tal como lo afirma el Dr. Mostajo, como lo hemos visto. Esta denominación de “baile de tierra” se extendió al Cuzco, al Altiplano y a la Argentina.

LA ZAMACUECA EN CHILE EN 1850

El Dr. Luis Merino Montero en su ensayo “Bello y la música” (en: Instituto de Chile: “Homenaje a don Andrés Bello con motivo de la conmemoración del bicentenario de su nacimiento 1781-1981”, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 1982, pp. 206-209), recuerda que el Dr. Andrés Bello (Caracas, 1781, Santiago de Chile, 1865), reprodujo en el periódico “El Araucano” (Santiago de Chile, 1850), el artículo titulado “Costumbres de Lima”, escrito por Adolfo de Botmiliau y publicado originalmente en la “Revista de Lima”. Allí este autor describe las fiestas en la pampa de Amancaes (24 de junio), y llama a la “zamacueca”, “zambacueca”, indicando que es “la única [danza] popular quizás del Perú”. Señala además que la acompañan con “vihuelas” o guitarras, y con “una caja desfondada colocada entre las rodillas de otro cantor que percute con ‘fuertes puñadas’”.

El Dr. Merino Montero afirma que los danzantes de la zamacueca se encuentran en “un círculo de espectadores que animan el baile con entusiastas palmoteos. Se inicia de manera lenta y un poco desganada para cobrar gradualmente mayor animación a medida que se desarrolla su coreografía”, semejante a la “persecución de la mujer por parte del hombre”.

Y agrega que “Esta ‘zambacueca popular’, de ardor estrepitoso y de libertad de movimientos, contrasta con la que se bailaba también en los salones de Arequipa, el Cuzco y las ciudades del interior del Perú”, descrita por Botmiliau como “una especie de pantomima decente, ligera y rápida, que presta mucha gracia al cuerpo y a la flexibilidad de los movimientos”.

LA “CUECA” CHILENA PROVIENE DE LA ZAMACUECA PERUANA

El Dr. Merino Montero reconoce que la actual “cueca” chilena proviene de la “zamacueca” peruana, y afirma que “existe el consenso más o menos generalizado de que a mediados de la década de 1820, aproximadamente, [la zamacueca] llegó a Chile procedente del Perú para integrarse vigorosamente a la cultura nacional [chilena]”.

Este autor sureño recuerda que el Dr. Benjamín Vicuña Mackenna, en 1882, afirmó que la zamacueca “bailada al uso de Lima”, en Chile, desde la década de 1830, se empezó a difundir en los “centros de esparcimiento criollos”, para luego introducirse a los salones de la aristocracia santiaguina.

El Dr. Merino Montero cita nuevamente al Dr. Vicuña Mackenna, quien recuerda que en 1824 no se conocía la zamacueca en Chile, pero ya al año siguiente, 1825, se había difundido en ese país. Y el maestro José Zapiola, su obra “Recuerdos de treinta años (1810-1840)” (Santiago, 1872), agrega que “Desde entonces, hasta hace diez o doce años, Lima nos proveía de sus innumerables y variadas zamacuecas, notables e ingeniosas por su música, que inútilmente tratan de imitarse entre nosotros. La especialidad de aquella música consiste particularmente en el ritmo y colocación de los acentos, propios de ella, cuyo carácter nos es desconocido, porque no puede escribirse con las figuras comunes de la música”.

Recuerda además que en la década de 1850 se imprimieron en Chile las primeras partituras de zamacuecas peruanas. Sería necesario estudiar esas partituras y reproducir la música, para rescatar composiciones peruanas que hace muchos años fueron olvidadas.

Como ya lo hemos señalado, reconoce el Dr. Merino Montero que la zamacueca es netamente peruana, que así lo afirman todos los investigadores, y que del Perú pasó a Chile, donde se desarrolló con ese nombre y con el de “cueca”, como se la conoce en la actualidad. Este autor cita a don Ignacio Domeyko, quien en 1838 se refería a la procedencia peruana de la zamacueca. Don Daniel Barros Grez y don José Victorino Lastarria, escritores chilenos del siglo XIX, opinaban lo mismo. Agrega, también, que el artículo de Botmiliau reproducido en Santiago por el Dr. Andrés Bello, que ya mencionamos, fue muy importante para la mayor difusión en Chile de la zamacueca peruana.

Revaloremos nuestra marinera o zamacueca, el baile nacional del Perú, que como lo hemos visto, es una creación netamente peruana, que se difundió en varios países sudamericanos, arraigándose también en Chile, en donde es muy apreciada en la actualidad.

* Conferencia para radio Filarmonía (Lima), 27 de agosto de 2018.

(Publicado en el diario “El Pueblo”, Arequipa, domingo 12 de agosto de 2018, p. A-10).