Ficus

Ficus
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Nombre Científico:'
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Clase:Magnoliopsida
Familia:Moracea
Género:Ficus

Ficus. Este género de plantas contiene alrededor de 800 especies de árboles, arbustos y trepadoras de la familia Moraceae, oriundas de la Zona Intertropical, con algunas de ellas distribuidas por las regiones templadas. La mayoría son perennes, excepto las que vegetan en latitudes no tropicales y zonas con una larga estación seca.

Características

Una de las características de las especies de este género, y de la familia es la secreción lechosa llamada látex que segregan al cortar o herir cualquier parte de la planta.

La especie Ficus carica, la higuera común, pertenece a este género. Produce un fruto muy comercializado, el higo o breva. Otra característica importante de esta especie es la propiedad colorante de sus hojas.

Los frutos de otras muchas especies también son comestibles, aunque no se consumen extensamente. Estos falsos frutos derivan de una flor especialmente adaptada que se denomina syconium y su parte carnosa no proviene del ovario de la flor, sino de tejido adyacente. Poseen forma bulbosa con una pequeña abertura, el ostiolum, al final y una zona hueca en el interior recubierta por pequeñas semillas rojas comestibles. Este fruto/flor es polinizado por pequeñas avispas que avanzan por la abertura para fertilizarlo.

Reproducción

Los higos presentan dos sexos, los hermafroditas y los femeninos. Las avispas de los higos, de la familia agaonidae, habitan en los hermafroditas; cuando estos maduran se aparean y las hembras salen a la búsqueda de frutos inmaduros donde ponen sus huevos, polinizando las flores femeninas, pero sin hacer puesta en los higos comestibles. De este modo el higo madura sin desechos de avispas.

Las especies tropicales fructifican continuamente, permitiendo a los animales frugívoros sobrevivir gracias a la ininterrumpida cosecha. En climas templados, sin embargo, se producen distintas cosechas y las avispas hibernan en los frutos. Los higos hermafroditas dan tres cosechas al año, mientras que los comestibles solamente dos, la primera de las cuales produce frutos más pequeños llamados brevas. Algunas de estas variedades comestibles no requieren polinización, produciendo (sin semillas fértiles) y en ausencia de hermafroditas o avispas.

Existe solamente una especie característica de avispa capaz de fertilizar las flores de cada especie de ficus, por lo que las plantaciones fuera del ámbito nativo dan como resultado ejemplares estériles. En Hawaii, por ejemplo, se introdujeron 60 especies de ficus diferentes, pero sólo 4 especies de avispa, por lo que únicamente cuatro especies de plantas producen semillas viables.

Los Ficus también se reproducen fácilmente por esqueje.

Existen especies tropicales de este género llamadas bibosi que viven en espectaculares simbiosis con algunas especies de palmeras llamadas motacú (Attalea spp.).

Lo que no se conoce de los Ficus

Antecedentes

Los Ficus pertenecen a la familia de las Moráceas, siendo originarios de África e India, familia que comprende más de 60 géneros, sus necesidades climatológicas son más asociadas a climas cálidos, mostrando un oscurecimiento de las hojas cuando las temperaturas invernales son bajas.

Problemática

En la mayoría de casos, los problemas radican en un desarrollo excesivo principalmente de sus raíces, ramas principales y secundarias, así como el follaje; con sus consiguientes problemas de espacio, tanto en el propio jardín como en las banquetas, cuando traspasa su vegetación los lindes del mismo.

Los ficus, cuando las condiciones climáticas son óptimas, su crecimiento será muy rápido y en consecuencia los primeros daños los tendremos presentes muy pronto; y al ser plantados cerca de las casas, jardines, bardas, piscinas, banquetas, etc. Al poco tiempo comenzará a tener problemas ya que sus potentes raíces terminaran dañando las estructuras de casas, bardas; invadiendo muros, rompiendo y levantando las banquetas así como tuberías de drenaje e instalaciones hidráulicas.

Dónde plantar un Ficus

Los denominados “ficus urbanos o de exterior” son más adecuados para su plantación en grandes jardines, plazas con espacio suficiente para que con el tiempo lleguen a ser considerados “árboles monumentales”.

Cuidados de los Ficus

Una vez que hemos decidido plantarlos, debemos hacer un esfuerzo de “ver” a ese ficus como será dentro de varios años. Sólo así, sabremos cual es el sitio adecuado ya que con el tiempo, este tomará volumen y ya no sólo puede ocasionar daños a estructuras (casas, bardas, piscinas, drenaje, instalaciones hidráulicas y banquetas), sino que dificultará el paso peatonal por la zona de influencia e incluso nos creará sombras en zonas no deseadas. Una vez plantado, podemos controlar su desarrollo mediante podas adecuadas de formación, procurando que la poda no llegue a ser una mutilación de sus ramas y por consiguiente de su volumen foliar, e indirectamente y como consecuencia, con el radicular. En cuanto a la calidad de suelo y fertilización, debemos ser conscientes de que estos deben de ser los adecuados, ya que cuando es deficiente sólo nos proporcionaría una planta de mala calidad y con ello una planta enferma y siempre con problemas. En estos casos, siempre es mejor no tener la planta.

Selección de un Ficus

Se puede afirmar que cuando compramos un Ficus por lo general en un invernadero, centro de jardinería, etc., estamos comprando una planta en estado muy joven que en la mayoría de casos no supera el año de vida. Este aspecto es interesante conocerlo porque estamos disfrutando del estado ornamental de la planta en el tiempo y debemos saber que ésta, al igual que nosotros, cambia en el tiempo sin que ello signifique que es mejor o peor, sino distinto.

Tengamos en cuenta que muchas de estas plantas, en su estado natural son en gran parte árboles, muchos de los cuales alcanzan grandes dimensiones en raíz, altura y volumen foliar. Por lo tanto, la planta, conforme crece se va convirtiendo en árbol y su tronco engrosa, aumentan sus ramas primarias y secundarias y de la misma manera el follaje incluso tiende a adquirir una forma distinta a la inicial, de igual manera y en proporción la raíz. Mediante podas adecuadas podemos retrasar notablemente ésta evolución pero pensemos que en un plazo razonable de tiempo estas plantas continuarán su desarrollo vegetativo normal en nuestros jardines o incluso en el de nuestros vecinos.

Las raíces de los Ficus

Las raíces son una de las partes principales del árbol que no siempre tomamos en cuenta, debido a que casi siempre la totalidad de ellas se encuentran localizadas bajo el suelo; son de gran importancia y no sólo en cuanto al tamaño (recordemos que vienen a tener en circunstancias normales, el equivalente al ocupado por la parte aérea), sino porque son las encargadas de absorber del suelo el agua y las sustancias nutritivas necesarias para el correcto desarrollo de la planta, así como la función de fijarlo al suelo.Como descripción, podemos decir que las raíces son el eje de la planta que crece en sentido inverso al tallo.

Tipo de raíces de los Ficus

Como el resto de las partes de las plantas son todo un mundo en sí. Por su forma de enraizar los ficus en el suelo, podemos hacer dos grandes clasificaciones:

  • Raíz pivotante. Las raíces pivotantes compuestas principalmente, por una fuerte raíz principal que se desarrolla vertical y profundamente en el suelo a modo de pivote y de donde nacen las raíces secundarias.
  • Raíz fasciculada. Este tipo de raíz es la más común, carecen de raíz principal, está formada por tres o más raíces importantes que se desarrollan oblicuamente (extendiéndose), en el suelo, de las que nacen las raíces secundarias. En el caso de los Ficus, ésta segunda modalidad es la que se da prácticamente en la totalidad de las plantas comercializadas, ya que provienen de una reproducción vía esquejes. Con ésta técnica, el sistema radicular desarrollado es siempre fasciculado.

Los Ficus tienen un sistema radicular impresionante. Es muy común que éste tipo de raíces fasciculadas grandes y gruesas invadan a distancia algún muro, jardines, casas, pisos de cocheras y banquetas, lo cual se nota cuando las construcciones muestran fisuras que se convierten en grietas en sus estructuras.

Las raíces de los ficus son muy agresivas, no por lo profundas, sino por su avidez exagerada por la humedad. Cuando encuentra una fuente de humedad, por ejemplo una tubería, y detecta una mini fuga en ella, inmediatamente hace crecer raíces finísimas por entre las rendijas milimétricas de la mini fuga, para llegar al agua. Poco a poco las raíces finas se van engrosando y abriendo cada vez más la rendija de la tubería y, al mismo tiempo, las raíces que han conseguido entrar dentro de la tubería crecen en forma de cabellera para absorber el máximo de agua, con lo que acaban obturando la tubería con los problemas graves que ello comporta. Si son superficiales, y se ve que constantemente están en crecimiento, es porque no están encontrando humedad suficiente en el subsuelo, o el suelo es muy duro (puede ser roca) y sus raíces no van a lo profundo sino a los laterales.

Técnicas para trasplantar un árbol de Ficus

Paso a Paso

Podar: hay que podar las ramas para facilitar el proceso y para evitar posibles roturas.

Sacar las raíces con cepellón: en árboles grandes y de hoja perenne, debe hacerse siempre con cepellón, es decir, con una masa de tierra alrededor de las raíces.

Pintar las raíces: con pintura especial para cerrar las posibles heridas de las raíces.

Enyesado: para evitar el desmoronamiento del cepellón, se pone una malla metálica y se escayola.

Traslado del ejemplar: con una grúa o maquinaria especial.

Tratamiento de la tierra: con abono y riego abundante.
Uno de los principales argumentos que esgrimen aquellos que reniegan del trasplante del ficus es que éste, por su avanzada longevidad, podría morir durante el proceso o una vez recolocado en su nuevo emplazamiento.

Sin embargo, los expertos en jardinería aseguran que este tipo de árbol es bastante resistente y sobrevive muy bien una vez realizada dicha técnica. Es más, tiene un 85% de posibilidades de vivir a pesar de su edad.

Este proceso no es nada complicado y, siempre que se haga una buena poda de su copa y se asegure la tierra suficiente, el éxito está garantizado.

Siempre hay riesgos cuando se trata de trasplantar un árbol, bien porque no logre arraigar en la nueva tierra, bien por enfermedad. Pero el ficus resulta un leñoso muy resistente, al contrario de lo que ocurre con otros árboles, como es el caso del pino, que es bastante delicado y no soporta nada bien los trasplantes. Por otro lado, el ficus tampoco suele contraer enfermedades.

Mientras se siga correctamente todos los pasos del trasplante, y se haga una poda severa y un buen enyesado de la raíz, no hay por qué temer nada. El único problema es que, al tratarse de un árbol tan grande en este caso, los costes pueden ser elevados porque, quizá, sea necesario el empleo de una grúa.

Simbolismo

A causa de la peculiar forma de las flores, los antiguos hindúes consideraban la higuera como un árbol criptógamo (sin flores). En textos budistas e hinduistas se hace referencia a buscar flores en una higuera para indicar la carencia de sentido o imposibilidad de algo o, también, la total ausencia de calidad.

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