VALENTIA

Varios vocablos hebreos se traducen como †œvaliente† en el AT. Uno de ellos, gibbor, alude a un guerrero fuerte, osado y sin temor en la batalla. Se utiliza mucho para designar a los héroes militares. El término usado en la amonestación a †¢Josué (†œEsfuérzate y sé valiente† [Jos 1:6]) tiene el sentido de †œser fuerte†, o †œser sólido†. La v. era sumamente apreciada como cualidad de todo hombre, especialmente en la guerra, así­ como se menospreciaba la cobardí­a.

En el NT no se utiliza la palabra valiente. En versiones españolas antiguas aparecí­a, pero el sentido está más claro al traducir, como hace RV60, como †œfuerte† (Mat 12:29; Mat 14:30; Mar 3:27; Luc 11:21-22).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

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Virtud o cualidad de mostrarse con valor y fortaleza ante las personas, las circunstancias y los problemas de la vida.

Es una cualidad psicológica asimilable a la fortaleza. Pero es también una virtud que se adquiere con la repetición de actos valerosos.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Nota: Para “valentí­a” (Luk 1:51, RV, RVR: “proeza”), véase PROEZA.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

La palabra heb. ḥāzaq significa literalmente “mostrarse fuerte”. Otras palabras, p. ej. rûaḥ, ‘espíritu’, ‘aliento’ (Jos. 2.11), lēḇāḇ, ‘corazón’, ‘ardor’ (Dn. 11.25), y ˒āmaṣ, ‘presto’ o ‘alerta’, denotan la actitud básica de donde proviene la valentía. La valentía, por lo tanto, es una cualidad mental, y como tal tiene su lugar entre las virtudes cardinales (Sabiduría 8.7). Lo opuesto, la cobardía, se encuentra entre los pecados mortales (Ecl. 2.12–13). Esta cualidad puede verse únicamente por sus manifestaciones y en especial en el AT, en el campo de batalla (Jueces, Samuel, Crónicas). No está totalmente ausente, tampoco, el concepto moral. Aquellos que son objeto del especial cuidado del Altísimo son exhortados a “no temer” (Is. 41.13–14; Jer. 1.8; Ez. 2.6).

Es muy notable la ausencia de esta palabra en el NT. El sustantivo tharsos aparece una sola vez (Hch. 28.15). El ideal del creyente no es la cualidad de los estoicos, aretē (virtud), sino una calidad de vida basada en la fe en un Cristo vivo y presente. No se trata de una actitud de “aguantar con una sonrisa”, sino de una predisposición sobrenatural que descubre en toda oposición una oportunidad para lograr una victoria (cf. 1 Co. 16.9).

El verbo tharreō, forma corriente desde los tiempos de Platón con el sentido de “tener confianza, esperanza, ánimo y coraje”, se encuentra en Heb. 13.6; y en 2 Co. 5.6, 8 (“confiados”); 7.16 (“confianza”); 10.1–2 (“osadía”). El término afin tharseō aparece con expresiones más emotivas y se traduce “ten ánimo” en Mt. 9.2, 22 y Mr. 10.49, como asimismo en Hch. 23.11. El valor forma parte del deber del creyente, pero es a la vez una constante posibilidad para el que se entrega en las poderosas manos de Dios. Se evidencia cuando se soporta con paciencia, con constancia moral y con fidelidad espiritual.

H.D.MCD.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico