La presurización de un avión es el bombeo activo de aire comprimido en el interior de la nave para garantizar la seguridad de los ocupantes: a 14.000 pies de altura todas las personas necesitamos oxígeno adicional.

La despresurización explosiva ocurre cuando un daño en la aeronave hace que el sistema deje de funcionar. La secuencia a partir de ese momento es sencilla: el avión pierde estabilidad, baja la temperatura y puede llenarse de niebla.

Si el daño ha provocado una apertura en la aeronave, también se producirá un gran ruido, los objetos no fijados serán succionados y se puede sufrir hipoxia e hipotermia.

Lo primero que hay que hacer es ponerse la mascarilla de oxígeno más cercana y sujetarse a un objeto fijo del avión. Los pilotos iniciarán un descenso de emergencia, que dura un máximo de cinco minutos, hasta alcanzar una altitud mucho menor.

Es muy poco habitual que el aparato no pueda aterrizar sin grandes problemas, aunque el susto durará toda la vida. Si no lo crees, solo tienes que ver el vídeo.