El Diario de Avisos de Zaragoza recuperó la historia de Santo Dominguito del Val y acusó a los judíos de tener «una satánica habilidad que les hacía cometer los más denigrantes crímenes movidos por la desenfrenada avaricia y la ruindad de corazón».
Muy a pesar de estar catalogado como BIC por parte de la administración, el Cortijo del Fraile se encuentra en la actualidad en un estado de ruindad total motivado principalmente por la falta de acuerdos económicos entre propietarios y administración competente.
En lo alto de la roca se encuentra la Fama montada en un caballo alado tocando su flauta de donde sale un chorro de más de 42 metros de altura. El caballo está pisando a cuatro guerreros que representan a la envidia, la ruindad, la maldad y la ignorancia.
Frente a él se alza la arrogancia y la ruindad de su joven rival, el «Ajiseco» quien «no parecía ser un gallo fino de distinguida alcurnia» y que «hacía cosas tan petulantes cuan humanas: miraba con desprecio a nuestro gallo y se paseaba como dueño de la cancha».
García es hombre, y en el hombre cabe mucha ruindad; mas la cuestión es grave, lector, y lo mejor que a mí me ocurre es discurrir con él, pues él discurre.
XIII Si quieres una vida de grandeza desprecia la ruindad de la manada que vive a lo animal, enajenada, y sólo te fomenta su pereza.
Así Serra vivió, y en su tristeza, viéndole agonizar le abandonamos: no por ruindad, ni envidia, ni vileza; por esta dejadez y esta torpeza que con la leche del país mamamos; porque éste es el país de la nobleza.
Que se recree en el arte, en la belleza eterna, noble y pura de los cuadros y las estatuas, en la armonía de los instrumentos, en la cadencia de los versos que se enlazan y se huyen como parejas de diestros danzadores... Que no profane sus ojos posándolos en la
ruindad y degradación de las formas, en la fealdad, en la desproporción, en la chusma.
Emilia Pardo Bazán
Pues oíd si el demonio ensayara otra tal hazaña.” Santiguándose los que lo oían, decían: “¡Mira, quién pensara de un muchacho tan pequeño tal ruindad!”, y reían mucho el artificio, y decíanle: “Castigaldo, castigaldo, que de Dios lo habréis.” Y él con aquello nunca otra cosa hacía.
Exhortamos nuevamente a todos los gobiernos locales para que con toda entereza y gallardía nos secunden y, así, no sean responsables ante la Historia de seguir respaldando a un individuo que todo lo inficiona y corrompe, ya que la única organización que se había conservado al margen de toda ruindad era nuestro Ejército Nacional...
Rodríguez no ballaba qué resolver, en presencia de una hostilidad tan manifiesta en su contra, considerando tan injusta su situacion como inmotivada la persecucion de que era objeto. En verdad que subleva el alma recordar semejantes actos de injusticia y de ruindad políticas.
Le vimos de niños, le hemos mostrado a nuestros hijos y a nuestros nietos, y a través de las generaciones, el rey de las selvas nos ha dado una sensación de ruindad y de pobreza, modo de que las nociones más bellas y conmovedoras se truequen en siniestras caricaturas.