lodo


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lodo

(Del lat. lutum.)
1. s. m. Mezcla de tierra y agua, especialmente la que forma la lluvia en el suelo por el lodo de las botas dedujeron que había salido de la casa . barro, fango, limo
2. Deshonra o descrédito llenó de lodo el buen nombre de sus antepasados.
3. poner, llenar o cubrir de lodo a alguien Ofenderlo, desacreditarlo me han cubierto de lodo por todas partes y estoy hundido.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

lodo

 
m. Barro que forma la lluvia en el suelo.
Líquido muy denso que se hace circular en el interior de un pozo petrolífero para evitar hundimientos y lubrificar el trépano de una máquina de perforación.
Pasta para tapar intersticios en los empalmes de máquinas, aparatos químicos, etc.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

lodo

('loðo)
sustantivo masculino
1. mezcla de tierra y agua Después de llover se forma lodo en las aceras.
2. falta de honor o buena reputación Con esfuerzo y conducta pude salir del lodo.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

lodo

nombre masculino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

lodo

fang, llot

lodo

bláto

lodo

ælte

lodo

koto

lodo

muta

lodo

boue

lodo

blato

lodo

sár

lodo

lumpur

lodo

진흙

lodo

modder

lodo

søle

lodo

błoto

lodo

lama

lodo

noroi

lodo

blato

lodo

блато, муљ

lodo

lera

lodo

lú-dzaka

lodo

çamur

lodo

çamur

lodo

мул

lodo

bùn

lodo

الطين

lodo

кал

lodo

lodo

lodo

בוץ

lodo

lodo

SM (= barro) → mud, mire (liter) lodos (Med) → mudbath sing (Min) → sludge sing
lodo de depuradorasewage sludge
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
También se alegra la vaca; va a dejar de estar tan flaca. Siempre en el lodo el muy terco; por algo le dicen puerco. Con tanta lana, al borrego le encanta ser andariego.
Ya no quieren más burreros: ahora buscan caballeros. El pato dice a su pata que en el lodo no se bata y doña Pata, bañada le grazna, tú ¡calla!
(Con energía.) Tú sientes el apetito de la bestia: ¡sácialo, monstruo! El amor no puede residir en tu corazón, ¿o es que hay perfume en el lodo?
Los perseguidores se sintieron satisfechos de aquel hombre que captaba tan plenamente la misión de la humanidad, ayudar a la energía creadora en la destrucción de la bestialidad y en el perfeccionamiento del universo. Un montón de ajolotes se agitaban en el lodo y de entre ellos, uno hacia esfuerzos increíbles por salir de ahí.
Ella siempre se dedicó a seguir la sublime voz del TEOTL-IPALNEMOHUANI, la energía creadora por la cual existimos. Y si por un descuido murió ahogada en el lago, su inmaculada blancura nunca logró ser manchada por el lodo.
Su cuerpo da la impresión de estar siempre sucio y cubierto de lodo, y luego con esa larga cola redonda tan parda en su extensión y tan negra al final, resulta hasta cierto punto, repulsivo.
Recién había terminado de llover y el tlacuache vanidoso se secaba la humedad y se quitaba el lodo que lo cubría, cuando de pronto vio pasar al tigre ocelote que se dirigía, como a escondidas, hacia la cumbre del monte de TLALOCTLI.
Después, cuando TENOCHTÍTLAN, convertida en la noble y leal ciudad de México, se pobló de mujeres blancas y rubias, algunas bellas, pero igual de ignorantes y supersticiosas, al escuchar el llanto de nuestras madrecitas por sus hijos, se asustaban tanto que se encerraban a piedra y lodo en sus recién construidas casas, parecidas a enormes y oscuros castillos.
El camino en mención atraviesa generalmente las montañas de Dumarí, que son de humedad constante y de fastidiosas lloviznas perennes, que vuelven fangoso el camino. Por efecto de las pisadas de las bestias se forman lomas pronunciadas de lodo, en un sentido paralelo, denominadas camellones.
-¡No le hagas nada, abuelito! Le daré yo de mi comida. Don Santos se acercó, hundiendo su pierna de palo en el lodo. -¡Nada de perros aquí!
En todos lados, junto al arroyo, bordeado en aquel sitio por tierras bajas, el suelo había sido hollado y transformado en lodo por los pies de los hombres y los cascos de los caballos.
En fin, es éste un desahogo indispensable que me hace descender al Iodo. No quisiera que de lodo estuviera hecho el final de mi testimonio.