Mecano derrochó luz y sonido ante 20.000 personas en Las Ventas

El trío madrileño Mecano conquistó anoche Madrid en el primero de sus dos conciertos en la plaza de toros de Las Ventas, con un auténtico derroche de luz y sonido. Veinte mil personas de todas las edades llenaron el recinto, y se entusiasmaron desde la primera canción, El peón del rey de negras, con la música de José María y Nacho Cano y la voz de Ana Torroja. Un espectáculo total, digno de las grandes figuras internacionales, que los confirma como banda número uno del pop español.

Para el concierto de esta noche, segundo y último en Las Ventas, las localidades llevan varios días agotadas, a 2.000 pesetas la entrada. La reventa se calcula que puede alcanzar hoy un precio de 10.000 pesetas.Después de 34 actuaciones por toda España, la nueva gira de Mecano, perfectamente rodada, ha llegado a Madrid en todo su esplendor. Adolescentes, matrimonios e incluso familias al completo se reunieron en armonía casi monacal en el que puede ser considerado como uno de los conciertos españoles del año. La gente estuvo entregada sin condiciones desde el primer momento, en un espectáculo que comenzó a las diez de la noche con un anuncio publicitario de Coca Cola, patrocinadora del concierto, que duró cinco largos minutos. Inmediatamente después imágenes siderales para un comienzo de concierto galáctico.

Juego de luces

Mecano actuó durante dos hora y media en un espectáculo cuyo juego de luces fue diseñado por Roy Bennett, el mismo que se encarga de los montajes luminotécnicos del cantante norteamericano Prince.Con la única ayuda de dos músicos (Ángel Celada en la batería y Javier Quílez en guitarra y bajos) Mecano recorrió un repertorio plagado de éxitos prestó especial atención, en la primera hora de concierto, a los temas de su último disco, Aidalai, del que lleva vendidos 611.000 ejemplares en tres meses en España, y casi 400.000 en el extranjero.

Malla roja

El fallo positivo; El uno, el dos, el tres; El lago artificial y Bailando salsa fueron temas coreados por el público como si ya fueran viejos conocidos. Bien de voz, vestida con un pantalón corto negro y una malla roja, Ana Torroja sólo perdió la compostura y se cortó durante unos segundos al ser interrumpida al grito de "¡Torera! ¡Torera!"Después vendrían, entre otras canciones, Mujer contra mujer, Cruz de navajas y una mezcla de varios temas de su primera época (Hoy no me puedo levantar; Perdido en mi habitación; Maquillaje), hasta completar un total de 27 títulos. Los hermanos Cano, polifacéticos instrumentistas, dirigieron de forma casi individual cada una de sus composiciones: José María tocó el piano, la guitarra, el bajo, el acordeón y los teclados; Nacho, los teclados y la guitarra.

Dentro del impecable montaje escénico, brilló especialmente el impresionante juego de luces y la calidad del sonido. Dos pantallas gigantes de vídeo, situadas a ambos lados del escenario, convertían cada canción en un preciso videoclip.

Cinco cámaras y tres técnicos de proyección se encargaron de que la imagen fuese parte importante en una noche teóricamente musical. El primer momento álgido llegó a los 45 minutos, con los primeros acordes de la canción Hijo de la luna, de la que Ana Torroja ha realizado una versión con su correspondiente vídeoclip en francés. El concierto ya no decayó a partir de entonces.

Sobre la medianoche, Mecano concluyó el grueso de su espectáculo. Comenzaron los bises con el tema Cruz de navajas, que fue recibido con una estruendosa ovación. Luego, el grupo recorrió su primera etapa, fundiendo sus primeros éxitos en un solo tema. Finalmente, interpretó una versión acústica de El siete de septiembre, y la canción Me cuesta tanto olvidarte.

Entre los asistentes se encontraban la infanta Elena, el cantante Miguel Bosé y componentes de diversos grupos madrileños. La velada, que comenzó con un calor sofocante, terminó con una brisa sumamente agradable.