graznido


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graznido

1. s. m. ZOOLOGÍA Voz del cuervo, grajo, pato y otras aves que emiten un sonido semejante.
2. despectivo Canto desentonado o manera de hablar desagradable al oído los graznidos de la vecina que cantaba le despertaron temprano.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

graznido

 
m. Acción y efecto de graznar.
fig.Canto que disuena mucho al oído.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

graznido

(gɾaθ'niðo)
sustantivo masculino
voz de ciertas aves el graznido de un cuervo
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos
Traducciones

graznido

croassement

graznido

honk, squawk

graznido

SM [de cuervo] → croak; [de ganso] → cackle; [de pato] → quack
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Delante de mi caballo volaba con silencioso vuelo, un pájaro nocturno: Se posaba a corta distancia, y al acercarme agitaba las negras alas e iba a posarse más lejos lanzando un graznido plañidero que era su canto.
Pasé dos dedos en horqueta por las crispaciones de mis mejillas. Y el graznido de las bocinas de los automóviles se estiraba allá abajo, en la calle Esmeralda, como un ronco pregón de alegrías.
Cuarenta y tantas carretas toldadas con negruzco y pelado cuero se escalonaban irregularmente a lo largo de la playa y algunos jinetes con el poncho calado y el lazo prendido al tiento cruzaban por entre ellas al tranco o reclinados sobre el pescuezo de los caballos echaban ojo indolente sobre uno de aquellos animados grupos, al paso que más arriba, en el aire, un enjambre de gaviotas blanquiazules que habían vuelto de la emigración al olor de carne, revoloteaban cubriendo con su disonante graznido todos lo ruidos y voces del matadero y proyectando una sombra clara sobre aquel campo de horrible carnicería.
Los desiguales soplos de la brisa, el graznido de las aves nocturnas y el rumor de los reptiles que se deslizaban entre las altas hierbas, turbaban sólo de vez en cuando el silencio de la muerte de aquel lugar maldecido; los insepultos huesos de sus antiguos moradores blanqueaban al rayo de la luna, y aún podía verse el haz de armas del señor del Segre colgado del negro pilar de la sal de festín.
Escuchad, escuchad su voz maldita: «Los cuervos multiplican su graznido »Y aguzaron sus picos, israelita; »Tienen hambre y tus carnes me han pedido.
o, aquel que la Academia no ha premiado, ni de Bouillón el bárbaro diarista, ni el bonazo Guarinos ha elogiado; cuando me pica soy también coplista, y enhilo a millaradas consonantes, cual pudiera el más diestro repentista. Que del seco Forner no los tajantes reveses me amendrentan; no el graznido de la chusma de cuervos discordantes.
Por eso, porque un oscuro, porque un sincero es quien canta y no un cortesano impuro, oiréis el de mi garganta canto llano, pobre y duro. Más placerá a vuestro oído el débil trinar sentido del pájaro del erial que el resonante graznido del hueco pavo real.
A menudo se oía bajo los matorrales deslizarse un leve batir de alas, o bien el graznido ronco y suave de los cuervos, que levantaban el vuelo entre los robles.
De improviso llegan a sus oídos voces fuertes de hombre, y se paran para escuchar, pero les horroriza el graznido de un cuervo y sus piernas recobran el movimiento.
Pero como tienen perspicaz el oído y veloz el movimiento, al graznido de los gansos volvieron en seguida para defender siquiera la roca del Capitolio, que solamente había quedado; mas para poder venir a defender el resto de la ciudad llegó el aviso tarde.
Miente el graznido del cuervo, Brama como el ronco toro, Remeda el distante lloro De una garganta infantil; Y azotando los cristales, Finge el fantástico vuelo De espíritus infernales Que pasan de mil en mil.
PUERTO PILO.- SUGERENCIA TURISTICA.- Hoy el histórico y legendario Puerto Pilo, que permanece abandonado, reteniendo su característico paisaje agreste, arropado con el manto de una soledad melancólica, con lentas agonías azul-marinas en sus riberas y lánguidas blanquecinas calizas en tierra firme, apenas tiene el graznido y abaniquear de alas de esa inmensa variedad de aves marinas, que interrumpen su silencio y consumen, sin tregua, nuestra riqueza marisquera del manglar.