Durante nueve días al mes Mónica Leyva, de 43 años, toma agua de sábila en las mañanas. “Es buena para los riñones, me limpia el organismo, me hace ir al baño a cada rato”. Esa costumbre se la enseñó su madre.
Esta infusión la prepara en su casa o acude al puesto de venta de Carmen Criollo, en el Mercado Central, en el centro de Quito. Ahí el vaso cuesta USD 0,25.
Durante 35 años, Criollo vende aguas medicinales en este sitio, pero la sábila es la más demandada por sus clientes, prepara hasta 50 litros diarios.
Las propiedades curativas de esta planta es la razón de la demanda. “Es buena para los riñones y el hígado”, dice Criollo.
Sus clientes consumen el agua de sábila pura o con hierbas medicinales, tales como toronjil, manzanilla y hierbaluisa y para mejorar el sabor amargo añade miel de abeja y panela.
María del Carmen Álvarez, nutricionista del Hospital de las Fuerzas Armadas de Quito, confirmó los efectos terapéuticos de la sábila. Indica que su nombre científico es aloe vera y tiene propiedades diuréticas y laxantes, que ayudan a limpiar el organismo. Además se caracteriza por ser antioxidante y cicatrizante.
Julio Villarroel, médico naturista, indica que la sábila disminuye el crecimiento del Helicobacter pylori, bacteria que activa la gastritis. “La sábila previene y cura esta enfermedad”.
Alvarado agrega que los antioxidantes también bloquean la acidez que causa la gastritis.
Por los efectos cicatrizantes también se usa en trastornos de la piel como irritaciones, úlceras y quemaduras. Recomienda aplicar localmente el cristal de la sábila en la zona afectada.
Además actúa como antibiótico y bactericida y es anti infeccioso. Esa es la razón por la que se encuentra en productos, como jabones, cremas y champú, señalan ambos especialistas.
Es popular en distintas culturas y desde hace milenios se usa para tratar lesiones de la piel.
La recomendación en estos casos es elegir los productos que tengan registro sanitario.
Villarroel aconseja utilizar la sábila en problemas de encías sangrantes, en una semana se notará la cicatrización. La recomendación es usar la sábila en lugar de la pasta dental al cepillarse los dientes.
Pero pese a todas las bondades curativas, el consumo debe ser moderado. La ingesta continua o excesiva puede provocar diarrea, porque es un laxante suave.
La dosis indicada es de una a tres cucharadas diarias de la pulpa por nueve o 10 días. Pueden consumir niños y adultos.
El consumo de esta planta está contraindicado para embarazadas. El sabor amargo de la planta pueden producir abortos, advierte Villarroel.
La forma de consumo es variada. La primera opción es comer directamente la pulpa, sacarla de la corteza con una cuchara. De esta manera se aprovecha mejor los nutrientes. La dificultad es el sabor amargo y baboso.
Una alternativa para mejorar el sabor de este producto es acompañar con frutas picadas, o licuarla pero sin azúcar.
Para Álvarez se puede preparar en infusiones con otras hierbas medicinales como manzanilla. Pero aclara que no hay que cocinar a la sábila, porque se pierden sus nutrientes.
En el mundo existen al menos 400 especies de aloe vera, pero las más usadas son cuatro: aloe barbadensis, aloe ferox, aloe saponaria y aloe vaombe.
En el mercado se encuentran plantas desde los USD 4. El precio varía según el tamaño.
Dos formas de preparar
Infusión de sábila
3 cucharadas de pulpa de sábila
Un vaso de agua
Preparación
Haga hervir el agua, añada la sábila y vuelva a hervir, cuide de que la pulpa no se cocine. Endulce con miel de abeja.
Sábila con fruta
1 guayaba o manzana
3 cucharadas de pulpa de sábila
1 cucharadita de miel de abeja
Preparación
Licue la guayaba o manzana junto con la sábila. Añada a la mezcla la miel de abeja.
Cómo puede conservar la pulpa
La pulpa se oxida fácilmente, por eso se aconseja que una vez retirada la corteza se debe consumir inmediatamente.
La sábila hay que consumirla cuando esté madura, porque cuando está tierna es más amarga y tóxica.
Una planta madura sobrepasa los ocho meses. Las hojas deben tener por lo menos 30 centímetros de largo y 10 de ancho. No elija las pequeñas.
La cocción elimina los nutrientes de la planta. Es mejor consumirla pulpa cruda.
No consuma la cáscara, el alimento está en la pulpa o cristal. Cuando pele la pulpa deje escurrir el líquido amarillento, conocido como server. Este es el que provoca el sabor amargo. Enjuague la hoja y retire la pulpa con una cuchara.