anca

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anca

(Del germ. *hanka, cadera.)
1. s. f. ZOOLOGÍA Cada una de las dos mitades de la parte posterior del cuerpo de las caballerías y otros animales les encantan las ancas de rana.
2. Grupa de las caballerías.
3. ANATOMÍA coloquial Cadera, muslo o nalga de una persona.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

anca

 
f. zool. Cada una de las mitades laterales de la parte posterior de las caballerías y otros animales.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

anca

('anca)
sustantivo femenino
1. mitad lateral de la parte posterior de ciertos animales ancas de rana
2. parte posterior del lomo de los équidos las ancas de los caballos
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

anca

nombre femenino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

anca

anca

anca

hofte

anca

hanke

anca

anca

anca

anca, torso

anca

Anca

anca

Anca

anca

SF
1. (= cacha) → rump, haunch
no sufre ancashe can't take a joke
llevar a algn a las ancas o en anca(s) (LAm) → to let sb ride pillion
esto lleva el desastre en anca (LAm) → this spells disaster
ancas de ranafrog's legs
2. ancas (= posaderas) → behind sing
3. (Andes) (= maíz) → toasted maize
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
-Asperaremos que encomience a caer la tarde y yo le llevaré a las ancas jasta la cruz de los Cipreses, y como dende allí ar pueblo no hay más que un tirón...
El cazador se subió a un árbol, sin que lo viese el elefante, pero él lo olió enseguida y vino mugiendo, alzó la trompa como para sacar de la rama al hombre, con la trompa rodeó el tronco, y lo sacudió como si fuera un rosal: no lo pudo arrancar, y se echó de ancas contra el tronco.
Callejas, de refilón, a nombre de la gauchada, le dedica esta enflautada celebrando entre otras cosas, ¡que en ancas le largue Rosas por el Harpy una ensilgada!
Marcelo Y trajinista, mientras la salú le asista: ya verá como trai yerba, y tabaco y aguardiente, y en ancas puede que traiga la frezada, sin que la haiga ni empeñao siquieramente.
Goyo temió por su resistencia; frescamente injerido, los tientos podían escurrirse. El gatiadito dejó, hacia adelante, pasar su cuerpo en un esfuerzo que le arrugó las ancas.
Venía tras él Miguel de Vergas, diciendo: -Yo soy el Miguel de las negaciones sin qué ni para qué y siempre ando con un no a las ancas:, y nadie me concede nada, y no sé por qué, ni qué he hecho yo.
Montaba yo, como dejo dicho, un rocín alquilón, y ellos dos caballos de sangre y raza, de finos remos, cabeza menuda, ojos de fuego y ancas perfectas.
Este sentía que una profunda inquietud aceleraba el latir de su corazón al pensar que un mal encuentro le hiciera perder los dos pequeños fardos de sedería amarrados a las ancas de su Careto, y con ellos el codiciado mantón y las dos magníficas arrancadas de oro y diamantes que rabiaba ya por ver adornando las casi invisibles orejas de su Rosalía.
Y rezó mentalmente en esta forma: «Padre nuestro (¡cómo tarda el otro!) que estás en los cielos (¿habrá otra vida y me verá este desde allá arriba?), santificado (haré los lutos baratos, porque no quiero gastar mucho en ropa negra) sea el tu nombre; venga a nos el tu reino (el entierro me va a costar un sentido si los del partido de mi difunto no lo toman como cosa suya), y hágase tu voluntad (lo que es si me caso con el otro, mi voluntad ha de ser la primera y no admito ancas de nadie -ancas, pensó mi mujer, ancas, así como suena) así en la tierra como en el cielo (¿estará ya en el purgatorio este animal?)».
Pasión, candor, amor, recuerdos y remembranzas; proyecciones de muchos sueños, que el mar acoge en sus entrañas. Arrastrándolos a su fondo, de vasta llanura que alcanza; a unirse con el firmamento, llevando el clamor en sus ancas.
Cuando ya estuvieron a algún trecho de allí, Fernando espetó a su antiguo condiscípulo gravemente: -Lo que tú necesitabas era que yo me entendiera con esta chiquilla, que debe de poseer, dicho entre paréntesis, unas ancas dignas del pincel de Rubens.
Uno se topó con la viuda, otro, con una luz mala que trepara en ancas del caballo a aquél le había salido el chancho, y éste otro se perdió en un cementerio poblado de quejidos.