Tecnología

Qué son exactamente los 'bots' y cómo funcionan

Los bots están empezando a dominar el mundo... Pero si aún no te has enterado solo tienes que hablar con tu móvil (y olvidarte de las app). En pocas palabras, un bot (de robot) es un software que sirve para comunicarse con el usuario, imitando un comportamiento humano (aunque a veces sea el de un humano de pocas palabras).
Apple
El lanzamiento de Siri, el 'bot' de Apple, se remonta a 2011, y ni siquiera fue el primero.Getty Images

Imagina por un momento que estás en el metro por la mañana, camino del trabajo, leyendo las noticias en tu smartphone, cuando te salta a los ojos el anuncio: los Rolling Stones han incluido en su gira de despedida (una de ellas) un concierto en tu ciudad dentro de dos meses, y las entradas ya están a la venta. Abres WhatsApp, lo cuentas en tu grupo de amigos, todos fans de Mick Jagger, y en un momento decidís ir. Así que pinchas en el enlace del anuncio y descubres que para comprar las entradas tienes que hacerlo a través de la plataforma de venta Vendetickets. Pero no en la misma web.

Cuando entras, te informa de que debes usar su propia app para móvil. Así que tiras de datos, te la descargas y la instalas, solo para comprobar que los requerimientos siguen: te solicitan que te hagas una cuenta, dejes tu correo y algunos datos más. Te armas de paciencia y rellenas los datos, te das de alta, seleccionas el concierto de los Rolling y le das a comprar. Es posible que te pida que conectes tu tarjeta de crédito a una plataforma segura de compra (¿tienes ya la app de esa plataforma en tu móvil? Seguro que sí) y tras un buen rato y haberte pasado tu parada, consigues adquirir tus entradas. Bueno, piensas: la próxima vez será más rápido, ya tengo la app instalada. Pero también es posible que no haya próxima vez, o que sea dentro de tres años. Tal vez por eso la gente está dejando de usar nuevas apps, salvo las sociales y de mensajería, según todos los datos disponibles.

Imagina ahora que en vez de hacer todo eso, justo después de hablar con tus amigos pudieras comprar desde el propio WhatsApp esas entradas simplemente escribiendo o diciendo "quiero comprar las entradas del concierto de los Rolling Stones del día tal". Y que fuera posible pagarlas en un momento poniendo tu huella dactilar en la base de tu móvil. Y que luego siguieras leyendo las noticias en el rato que aún te queda para llegar a tu destino.

En realidad, no es necesario imaginar ese futuro. Hace un año, en un evento de Microsoft para desarrolladores llamado Build, la ingeniera Lilian Rincón reservó una habitación en un hotel de Dublín hablando por Skype, sin necesidad de teclear nada ni de utilizar ninguna aplicación. Es más: cuando terminó de hacer la reserva, su agenda ya había sido actualizada por Cortana, el asistente virtual de Windows, que había hecho el trabajo como un secretario silencioso. Dos bots habían resuelto de forma eficaz y veloz las necesidades de Lilian con solo escuchar su voz.

Pide lo que quieras y te entenderán

En pocas palabras, un bot (aféresis de robot) es un software que sirve para comunicarse con el usuario, imitando un comportamiento humano (aunque a veces sea el de un humano de pocas palabras). Estos programas funcionan dentro de otras aplicaciones y dan información y ayuda al usuario. Algunos bots tienen una inteligencia artificial más sofisticada y tratan de imitar el lenguaje humano en toda su complejidad, llegando a mantener conversaciones. Otros, la mayoría, solo comprenden una serie predeterminada de conceptos relacionados con su función: comprar sushi, reservar una casa rural, pagar un recibo o poner música.

La parte 'revolucionaria' es que estos bots no necesitan nada especial para ejecutar sus acciones, no requieren conocer una herramienta o aprender un lenguaje por parte del usuario: basta decirles lo que quieres y ellos lo interpretan y lo hacen. ¿Y eso ya existe? ¡Por todas partes! Se cumplen casi 20 años desde que se puso en marcha el buscador de Google, la herramienta de Internet más usada de la historia. Y su éxito viene de su simplicidad: tecleas lo que quieres buscar y Google lo busca por ti. En estas dos décadas la inteligencia artificial del buscador ha mejorado hasta el punto de que muchos usuarios hablan con la barra de Google como si conversasen con una persona: no introducen palabras clave, sino que le interpelan con preguntas directas como "¿qué hora es en Los Ángeles?" o "¿cómo ha quedado el Atlético de Madrid?".

En las últimas dos décadas, muchos videojuegos, páginas web y aplicaciones han empezado a utilizar pequeños bots para brindar asistencia al usuario de forma sencilla o hacer pequeñas tareas por su cuenta. En 2006, Ikea presentó en su página española a Anna, una asistente virtual que pretendía ayudar al cliente a localizar todo lo que quisiese en la tienda de muebles respondiendo a sus preguntas. Es la idea tras los bots: pídeles lo que quieras, como quieras, y ellos te entenderán.

En realidad esto no siempre sucede, pero minimizar los fallos y conseguir hacer bots cada vez más inteligentes, capaces de comprender de forma precisa incluso las instrucciones más confusas –ya sean a través de palabras habladas, escritas o emojis–, es la apuesta de las grandes compañías de software mundial. En 2010 Apple lanzó un bot con bastante personalidad llamado Siri, que incluyó en su iPhone 4S. Solo dos años después, Google puso en marcha Google Now y este año aspira a convertir Assistant en el secretario artificial para el 85% de usuarios de smartphone en el mundo que usan Android; en 2014 fue Microsoft quien lanzó Cortana. Los tres bots interaccionan por medio de la voz y pueden hacer búsquedas en internet, pedir un taxi o poner música solo con pedírselo. Además, aprenden los gustos y rutinas del usuario, se adelantan a sus necesidades y le hacen sugerencias sobre lo que saben de él.

La realidad es incontestable: cada vez se descargan menos apps, por muy gratuitas y sencillas que sean. Es más, la mayor parte del tiempo solo utilizamos tres o cuatro de las aplicaciones que tenemos instaladas en nuestro móvil o en nuestra tableta, y si apuramos un poco más, el 90% del tiempo estamos dentro de un servicio de mensajería, ya sea WhatsApp, Facebook Messenger, Telegram, Skype o cualquier otro. La clave la tenemos, una vez más, en China. Wexin, el servicio de mensajería más utilizado en el país asiático, cuenta con más de 700 millones de personas al mes utilizándolo para muchas cosas que no son conversar: desde reservar vuelos a jugar a juegos, pasando por pagar las compras con un monedero electrónico. Todo ello sin salir en ningún momento de la aplicación. Ese es el horizonte que se extiende delante de nosotros: la vida en internet se hará dentro de los chats y los bots nos darán todo lo que necesitemos sin salir de ellos.

Ocurre por nuestra naturaleza perezosa e impaciente. Cuando llegó la alta velocidad, empezó a parecernos inaceptable tener que esperar a que se cargase una página web o una fotografía; del mismo modo, con la mensajería instantánea en el móvil, la llamada de teléfono o el correo electrónico nos resultaron casi redundantes; ya solo toleramos hacer un clic para conseguir la información que queremos. Las apps tienen perdida la batalla ante los bots: ¿por qué tengo que descargar, instalar y darme de alta para conseguir algo si puedo hacerlo simplemente poniendo un emoji en un chat?

Plataformas de 'bots'

Algo sucede cuando en apenas tres meses, entre marzo y mayo del año pasado, tres gigantes como Facebook, Google y Microsoft han lanzado plataformas para el desarrollo de bots, con el objetivo de que estos funcionen directamente en Skype, Facebook Messenger, Allo y otros servicios de mensajería. Todos miran como ejemplo a Slack, una herramienta de trabajo en equipo que nació en 2013 y que cuenta con más de tres millones de usuarios diarios. Slack es un hogar muy acogedor para infinidad de bots que hacen tareas enojosas como elaborar informes, resumir reuniones o avisar de que un empleado tiene una cita dentro de media hora con un cliente. La idea es que esos bots que hacen el trabajo más fácil funcionen también en todos los aspectos de la vida.

¿En todos? Vaya que sí. Otro gigante, Amazon, sonríe al ver su bot, llamado Alexa, aparecer en todas partes. Lanzado hace apenas un par de años como asistente de voz de los altavoces Echo, en marzo del año pasado la multinacional decidió liberar su código y dejar que otros lo desarrollasen. ¿El resultado? En la feria electrónica de Las Vegas CES 2017, más de 700 dispositivos incluían a Alexa como herramienta, desde una simple alarma hasta los coches de Ford, pasando por un muñeco cuentacuentos para niños, otros altavoces o ¡una nevera! Cuanto más se desarrolla Alexa, más aprende y más omnipresente se hace.

Google no se quiere quedar atrás y hace unos meses lanzó su proyecto Google Home, con la misma idea que acaricia Amazon con Alexa : controlar todos los dispositivos de la casa a través de la voz. Es el paso siguiente dentro de la "internet de las cosas", llevar los bots al mundo offline. Porque ese es el sueño de los desarrolladores de bots: romper para siempre la barrera entre el humano y la máquina, creando una interfaz que, simplemente, te escuche, te comprenda y haga todo lo que tú quieras que haga.

*Artículo publicado originalmente en el número 230 de GQ.