tlacuache


También se encuentra en: Sinónimos.

tlacuache

s. m. Méx. ZOOLOGÍA Mamífero marsupial de color gris o amarillento, cola larga y prensil, hocico puntiagudo y orejas cortas y redondas.
NOTA: Nombre científico: (Didelphis virginiana.)
NOTA: También se escribe: tacuache
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

tlacuache

opossum

tlacuache

opossum, sarigue

tlacuache

Opossum
Ejemplos ?
Luego el vanidoso tlacuache precisó: -Ahora quiero una guirnalda de amapolas para utilizarla sobre mi cabecita como tiara en señal de mi dignidad.
Cuando el tlacuache vanidoso los miró, descaradamente se carcajeó de ellos y exclamó burlón: -No cabe duda que en mí lucen mejor sus adornos.
-Guíanos. A todo lo cual contestaba cada vez el tlacuache, halagado en su vanidad y crecido en su pedantería: -¡Bueno, bueno, bueno!
Después de que la asociación de animales había cumplido todos los gustos del tlacuache, éste concluyó: -La hora ha llegado de subir al monte.
-Sí, rey omnipotente, hazlo por nosotros. Al oír aquellos coros, el tlacuache se puso más vanidoso y pidió que levantaran su silla e iniciaran la procesión.
Cómo aquél llamado: El tlacuache vanidoso, o ése de El tecolote y el ocelote, o aquél de El gato montés y el zorrillo, o el de El conejo y la mazorca y muchos más.
Y así comenzó cierta vez este relato que sigue: EL TLACUACHE VANIDOSO Sin duda que alguna vez entre sus travesuras por el campo se han de haber topado con un tlacuache.
Doña Zorra moqueaba un poco y seguía su búsqueda: -Hermanito tlacuache, perdona que interrumpa tu siesta, pero, ¿acaso has visto a un lindo nene zorrito por estos parajes?- y el tlacuache que estaba dormitando, le contestó a Doña Zorra: -No.
Entonces los animales reunidos construyeron con finas maderas de ocote y pencas de maguey una suntuosa silla para llevar en andas al tlacuache, intercesor de las lluvias.
El tlacuache ante la admiración de la animalidad subió elegantemente a su casi trono y de pronto su humilde figura, un poco repulsiva, se transformó en la imagen clara de la vanidad.
Recién había terminado de llover y el tlacuache vanidoso se secaba la humedad y se quitaba el lodo que lo cubría, cuando de pronto vio pasar al tigre ocelote que se dirigía, como a escondidas, hacia la cumbre del monte de TLALOCTLI.
Y admirados por la valentía del tlacuache, todos se deshicieron en aullidos, maullidos, glogloteos, chirridos, trinos, rebuznos, cotorreos, cacareos, mugidos, berridos y demás lenguajes de la animalidad comentando elogiosamente la futura hazaña.