Cuarta Bestia


 Introducción

La biblia habla de un imperio que se levantaría en la tierra, en el final de los días; este sería diferente a todos los que le precedieron o fueron antes de él; dicho reino pelearía y vencería a los santos del Altísimo. Muchas personas esperan la manifestación de este imperio, que aparezca, que se dé a conocer. En el presente estudio veremos como hace más de dos mil años atrás, inició un gobierno que ha permanecido en el poder más que cualquier otro, y que ha gobernado de diferentes maneras vastas regiones del planeta. La palabra del Señor manifiesta la verdad de todas las cosas, y nos advierte de los peligros presentes y futuros. Que importante es dejarse guiar por la luz de las Escrituras. Acompáñeme un momento.

 

Revelación a Nabucodonosor

En el libro de Daniel capítulo dos se narra un sueño o visión nocturna que Dios reveló al rey Nabucodonosor. Este rey se acuesta en su lecho, con el deseo de saber lo que sería o acontecería en la tierra en lo porvenir, de saber sobre el futuro, y Dios, que revela los misterios, se lo mostró.

 

"Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo porvenir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser" (Daniel 2.29).

 

El sueño:

"Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra" (Daniel 2.31-35).

 

Esta revelación mostrada a Nabucodonosor es muy importante, porque en ella se tiene el hito o punto de referencia para conocer a ciencia cierta todo lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá en este planeta, desde Nabucodonosor hasta el reinado de los santos del Altísimo o Milenio.

 

Explicación:

El rey ve una imagen que está compuesta por cinco elementos y dividida en cuatro partes. Estos son los elementos: Oro, plata, bronce, hierro y barro cocido o ladrillo. La división en cuatro partes se da así: La cabeza, una parte; el pecho y brazos, otra; el vientre y muslos, otra parte; y las piernas y pies, otra.

 

"La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido" (Daniel 2.32-33).

 

Cada área formada por un elemento, a excepción de la última que la forman dos. Cada parte representa un reino o imperio. Jehová dice a Nabucodonosor, que su imperio es el primero de estos cuatro reinos, y que éste es representado en la cabeza de oro de la imagen que ha visto.

 

"Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. y donde quiera que habitan hijos de hombres... tú eres aquella cabeza de oro" (Daniel 2.37-38).

 

También le manifiesta que despuès del suyo, se levantarían tres imperios más. "Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce... Y el cuarto reino que será fuerte como hierro..." (Daniel 2.39-40). Jehová hizo conocer a Nabucodonosor, sobre los cuatro reinos o imperios que se levantarían en la tierra, desde el babilónico hasta el romano.

En cuanto a la piedra que mira Nabucodonosor, que hiere a la imagen y la destruye, la cual se convierte en un gran monte que llena toda la tierra. "Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro... Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra" (Daniel 2.34-35).

 

Daniel manifiesta: "Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido... De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro... El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación" (Daniel 2.44-45).

 

Estos versículos expresan claramente, como en el final de los tiempos, cuando termine el reinado de la cuarta bestia, Dios dará el gobierno de la tierra a sus santos, en el milenio. La piedra es el Señor Jesucristo, y esto se cumplió cuando él murió en la cruz. "Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo?... Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará" (Mateo 21.42,44).

"Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" (Colosenses 2.15).

 

También se cumplirá en el final de los días, en la batalla de Armagedón, cuando Jesús acabe con el gobierno de los diez cuernos y del Anticristo, últimos representantes de la cuarta bestia (Apocalipsis 19.19-21). Y culminará, al final del milenio, cuando sea derrotado plenamente el diablo y erradicado totalmente el mal (Apocalipsis 20.7-10).

 

Revelación a Daniel

En el primer año del reinado de Belsasar, rey de Babilonia, tuvo Daniel una visión donde Dios le mostro cuatro bestias que emergían del mar. "En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho... cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar. La primera era como león, y tenía alas de águila.

 

Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre sus pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre. Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne. Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio.

 

Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas" (Daniel 7.1,3-8).

 

En esta visión nocturna o sueño, le es revelado a este hombre de Dios sobre lo que Jehová estaba haciendo en el planeta en sus días, y lo que haría en lo porvenir. Como expresa la palabra del Señor, estas cuatro bestias son cuatro reinos o imperios que se levantarían en la tierra. "Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra" (Daniel 7.17). La primera bestia es semejante a un león; la segunda parecida a un oso; la tercera semejante a un leopardo; de la cuarta no menciona Daniel la semejanza, solo dice que es espantosa y terrible, que tiene grandes dientes de hierro y diez cuernos. Tras ellos sale otro cuerno, el cual es el Anticristo.

 

Es de tener presente que estas visiones, la de Daniel y la de Nabucodonosor, donde ve la gran imagen, ambas se refieren al mismo asunto, a los mismos reinos o imperios. Por ejemplo, en las dos se dice que el último de estos reinos terminaría su gobierno hasta el inicio del Milenio. "Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo..." (Daniel 2.44). "Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra. Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre" (Daniel 7.17-18).

 

El punto de referencia en la revelación mostrada a Nabucodonosor es su mismo imperio, pues Dios le expresa que el suyo es el primero de estos cuatro. "...Tú eres aquella cabeza de oro" (Daniel. 2.38). En la visión revelada a Daniel, la referencia es la tercera bestia. "Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio" (Daniel. 7.6). Esta bestia, la tercera, representa al Imperio Griego, esto debido a varias razones: Primero, cuando en la biblia se habla de este imperio, se menciona la división en cuatro partes que se iba a dar en el mismo luego de la muerte del rey primero.

 

Esta división es representada, al menos en una ocasión, como cuatro pequeños cuernos surgidos de uno más grande. El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. "Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él" (Daniel 8.21-22). Tomando en consideración esto, se puede decir que: Las cuatro cabezas de esta bestia, la tercera, son los cuatro reinos en los que se dividió en su momento el Imperio Griego, después de la muerte de Alejandro magno, quien es representado por el cuerno más grande. Segundo, teniendo en cuenta que el Imperio Babilónico es el primero de estos cuatro que estamos tratando, podemos ver que según la palabra de Dios solo se levantaron tres imperios más después del babilónico, hasta la manifestación del Señor Jesús, quien es el hito en todo esto, y quien detuvo el tiempo con su venida, el cuál aun está detenido.

 

Estos imperios se sucedieron en este orden, y son: El medo-persa (II Crónicas 36.23); el griego (Daniel 8.5,21-22), y por último, el romano (Daniel 7.23). Así podemos concluir que: Sí el Imperio Romano es el Cuarto Imperio desde Nabucodonosor, entonces, la tercera bestia de este capítulo siete de Daniel, es el Imperio Griego, pues todo mundo sabe que los griegos reinaron antes que los romanos y después de los medo-persas. Como hemos visto, las dos revelaciones tratan de los mismos imperios que se levantarían en la tierra. De modo que, las bestias mostradas a Daniel, representan cada una de ellas un imperio de los revelados a Nabucodonosor.

 

¿Quién es, cuál es su semejanza?

Es de tener presente, que la cuarta bestia es la fusión o unión de las primeras tres, es decir, que el Imperio Romano se formó de la unión de los tres imperios que le precedieron o fueron antes. Dicha bestia tiene semejanza de leopardo, con siete cabezas y diez cuernos. "Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león..." (Apocalipsis 13.1-2).

 

Parece leopardo, porque esta fiera es la que representa al imperio griego y es este el que más predomina o influye en Roma. Estaremos hablando de esto más adelante, cuando tratemos acerca de su manifestación. Ya hemos visto que Roma es el Cuarto Reino, el último de los cuatro que le revelo Dios a Nabucodonosor (Daniel 2.40). Y que es también, La Cuarta Bestia, que ve Daniel emerger del mar (Daniel 7.7).

 

Roma ha reinado de diferentes maneras por más de dos mil años en este planeta, y continúa haciéndolo, hasta hoy, aunque no con la misma fuerza de antes. Se levantarán diez reyes o presidentes, quienes son los diez cuernos de esta bestia, para señorear en toda la tierra. Luego, tras ellos, saldrá el undécimo cuerno, éste derribará a tres de los primeros y gobernará con los restantes. El se levantará contra Dios y contra sus hijos y se sentará en el trono de Dios como Dios, pues este fulano es el Anticristo.(Daniel 7.24-25; II Tesalonicenses 2.3-4).

 

Manifestación

Ya hemos visto que Dios revelo a Nabucodonosor y a Daniel sobre este asunto; se ha observado que cuatro imperios se levantarían en la tierra, comenzando desde el babilónico hasta el romano. Para comprender bien la manifestación de esta bestia, es importante conocer en qué tiempo inició ella su gobierno, y en cual estamos nosotros viviendo. Roma conquistó Grecia en el año 146 a. C. Se iniciaba así la expansión del imperio fuera de la península de los Apeninos o italiana. Para cuando nació el Señor Jesucristo, Roma ya era un vasto imperio. En el año 63 a. C. había tomado Jerusalén y en el 31 a. C. Egipto.

Ahora, Daniel menciona que el Mesías vendría en la semana sesenta y nueve, pero que moriría y dejaría a los judíos hasta que los gentiles llegásemos al conocimiento de la palabra de Dios y nos convirtiésemos así en hermanos espirituales de los israelitas. "...Desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas... Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí..." (Daniel 9.26). Miqueas da a entender lo mismo. "Pero tú, Belén Efrata... de ti me saldrá el que será Señor en Israel... Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz..." (Miqueas 5.2-3).

 

Según el libro de Daniel aún estamos en la semana sesenta y nueve; según él, el tiempo se ha detenido desde que Jesús vino a esta tierra y ascendió a los cielos (Daniel 9.24-26). Tomando en cuenta lo anterior, podemos advertir que, si era el Imperio Romano el que gobernaba cuando Jesús vino, entonces es el mismo quien está gobernando en nuestro tiempo, porque aún estamos en la semana sesenta y nueve. Para comprender mejor el hecho de que el tiempo está detenido, es necesario conocer a profundidad lo relacionado a las setenta semanas.

 

Continuando con lo que estamos tratando, el Imperio Romano siguió gobernando durante varios siglos, después de la muerte y resurrección de Jesucristo. Después de "convertirse al cristianismo", Constantino el grande traslado la capital del imperio a Constantinopla, una ciudad que él había construido para tal fin. Esto ocurrió el año 330 de nuestra era. En este tiempo se individualizó administrativamente la parte oriental del imperio, pero sin crear un nuevo estado o reino. El imperio fue dividido cuando Teodosio1, lo repartió a sus hijos, Honorio (occidente) y Arcadio (oriente), año 395 d. C.

División que Teodosio hizo del Imperio.

En el siglo III comenzaron las invasiones en el territorio romano por parte de pueblos germánicos y otros; pero fue en los siglos IV-V que se dieron con fuerza. Estos pueblos se dividieron la parte occidental de este imperio. En la península italiana gobernaron los hérulos, los ostrogodos, los lombardos. España estaba ocupada por los alanos, los visigodos y otras tribus. Francia fue ocupada por los francos. Inglaterra invadida fue por anglos, jutos y sajones. De estas invasiones y la división que causaron, surgieron con el tiempo, a fines de la edad media, los estados europeos actuales. Roma gobernó en occidente (entiéndase esto por el territorio que hoy es gran parte de Europa occidental) hasta el año 476, cuando Rómulo Augustulo, el último emperador de las provincias occidentales, fue depuesto por Odoacro rey de los hérulos.

 

Es importante saber que no obstante las provincias occidentales del imperio habían caído, Roma continuaría gobernando estos territorios por medio de la Iglesia Católica; sobre todo desde mediados del siglo ocho, cuando los católicos inventaron un documento llamado "La Donación de Constantino" el cual fue aprobado por el rey de los francos Pipino el breve (741-768). Con este documento, esta iglesia afirmaba que Constantino el grande les había otorgado todo el occidente de Europa para su gobierno, y aun la potestad de poner y quitar reyes en esta región. Desde luego tal documento fue redactado por la curia de dicha religión; pero con esta mentira, los Papas fueron afirmando su poder temporal. Toda esta falsedad la develó o descubrió el historiador y filólogo Lorenzo Valla (1407-1457). El Papa llego a ser reconocido en estas regiones, como la máxima autoridad del cristianismo, y a tener un gran poder, no solo religioso, sino también político en la alta, plena y baja edad media (s. VIII-XV).

 

En oriente continúo el Imperio Romano, y se le conoce como Imperio Bizantino. Esta parte del imperio perduró hasta fines de la edad media, y lo hizo gracias a que abrazó con bastante fuerza el cristianismo, al menos en los primeros cinco siglos, desde la conversión del imperio (s. IV-VIII). En el decurso o transcurrir del siglo IV d. C. Cuando ya era la capital del imperio Constantinopla; según la historia, esta parte del reino sufrió una trasformación espiritual y moral grande. Se prohibieron los juegos o diversiones sangrientas, se aumentó la ayuda a los pobres y enfermos, la especulación o reflexión religiosa pasó a ocupar el primer lugar en las conversaciones. Al parecer, hubo una transformación en la vida, y en los valores espirituales y morales del pueblo.

 

La región ocupada por este imperio, gran parte de ella era la que había evangelizado el apóstol Pablo: Asia menor, Macedonia, Grecia etc. En Asia menor, territorio que hoy es Turquía, se encontraban situadas las siete iglesias a las cuales va dirigido el mensaje del libro de Apocalipsis. "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia..." (Apocalipsis 1.11). Los bizantinos fueron conquistados por los otomanos o turcos en el año 1453. Aquí terminaba, por el momento, el gobierno político de Roma o Cuarto Reino, en la parte oriental.

 

A fines de la edad media (s. XV), comenzó la expansión de algunos países europeos conquistando diferentes regiones del planeta.

Planisferio de Cantino (1502). Mapa más antiguo existente mostrando las exploraciones de Colón al CaribeCorte Real a Terranovada Gama a India y Cabral a Brasil.

El mundo o gran parte de él, cayó en manos de países de Europa, la antigua cuna del Imperio Romano. Diez reyes o presidentes harán una confederación, la cual gobernará en todo el planeta y tras éstos se levantará el undécimo rey, quien es el Anticristo (Daniel 7.24-25). Estos diez presidentes y el undécimo, se supone saldrán del territorio donde tuvo y tiene su gobierno Roma, de Europa. Pero podrían salir también de los territorios conquistados a fines de la edad media por los reyes del citado continente. Pues estas naciones colonizaron las regiones que conquistaron, y esto significa que su sangre, sus descendientes, viven, en o entre estos pueblos.

 

Por ejemplo, en Canadá y Estados Unidos colonizaron los ingleses y otras naciones europeas, desarraigando a los indígenas e instalándose ellos en esos territorios. En América latina, en algunos países, los nativos desaparecieron al ser exterminados sobre todo por los españoles, y hay en su mayoría mestizos, personas que tienen sangre europea y nativa. Hay naciones latinoamericanas habitadas prácticamente solo por descendientes de europeos, como es el caso de Argentina, en la que viven mayormente personas de ascendencia española e italiana. Lo mismo sucedió en otros continentes donde los europeos conquistaron. En Australia, se puede decir que solo gente de ascendencia europea habita allí.

 

De modo que algunos de estos diez presidentes que gobernarán el planeta en los últimos días, y aun el undécimo o Anticristo, bien podrían salir también de cualquiera de los territorios conquistados por los europeos. En estos días, La Cuarta Bestia continúa gobernando por medio de la religión Católica y religión en general. Gobierna principalmente en lo religioso, pero es de saber que también lo hace en lo político. Muchas naciones en el planeta tienen concordatos con el Vaticano. Este es un acuerdo en el cual el país se compromete con esta religión, en materia religiosa y política.

 

Esta bestia se ha quedado sosegada, como reposando, pero tomará nuevamente los hilos del planeta y se manifestará conforme a su naturaleza, matando, destruyendo y esparciendo el terror en el mundo. Lo hará un poco antes que aparezca el Señor Jesucristo en las nubes a llevar a su Iglesia a las bodas del Cordero. Veamos que dice la Escritura sobre esta última fase de este gobierno. Daniel expresa: "Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes, y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley..." (Daniel 7.24-25).

 

En Apocalipsis se lee: "Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón... y adoraron a la bestia, diciendo:

 

¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero..." (Apocalipsis 13.1-8).

 

Aquí se lleva a cabo la última fase del gobierno de esta bestia. El hecho de que los diez cuernos cada uno de ellos tenga una diadema o corona, habla del tipo de gobierno que tendrá en los días finales, que será a través de los diez cuernos o presidentes; y por supuesto, por medio del undécimo cuerno o Anticristo. En el aspecto que tiene La Cuarta Bestia, es importante notar que ella es la fusión de las tres primeras, de las cuales habla Daniel en el capítulo siete de su libro. Tiene boca como de león. "La primera era como león..." (Daniel. 7.4). Pies como de oso. "Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso..." (Daniel.7. 5). La semejanza de un leopardo. "...Otra, semejante a un leopardo..." (Daniel. 7.6).

 

Podemos observar, que las tres primeras bestias o reinos se fusionan o unen y forman el Cuarto Reino o Cuarta Bestia. Por esto es que dice Daniel que esta bestia es diferente a las primeras tres, por ser la fusión de ellas. "...Era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella..." (Daniel. 7.7). ¿Cómo pudo darse esto, la fusión de los primeros tres imperios para formar el cuarto?

 

Ocurrió porque un imperio iba conquistando y sucediendo al otro y las regiones gobernadas eran casi las mismas. El imperio conquistador tomaba la religión (o parte de ella) y costumbres de los pueblos sometidos. Así, Babilonia fue conquistada por los medo-persas, éstos fueron sometidos por los griegos y los romanos conquistaron a éstos últimos. De manera que la religión y costumbres de los babilónicos, las tomaron los medo-persas; las de los babilónicos y medo-persas, los griegos, y las de los babilónicos, medo-persas y griegos, los romanos.

 

De Babilonia, esta bestia, la cuarta, tomo la religión y brujería que practicaba este imperio. La biblia dice que Babilonia era muy inclinada a la hechicería. "Estate ahora en tus encantamientos y en la multitud de tus hechizos, en los cuales te fatigaste desde tu juventud..." (Isaías 47.12). Cuando Dios juzga a Babilonia o Gran Ramera (Apocalipsis 17.3,5), le dice que por sus muchas hechicerías han sido engañadas las naciones. "...Ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios... pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones" (Apocalipsis 18.2,23).

 

He escuchado el testimonio de ex-sacerdotes católicos que se han convertido al evangelio de Jesucristo, que dicen que en esta religión, la católica, cuando ordenan a un sacerdote, primero hacen el rito de consagración ante sus familiares y feligreses; pero inmediatamente después, en la misma iglesia, en lo oculto, por lo general en el sótano, hacen un rito satánico, una consagración a Satanás de él o los ordenados. La brujería siempre ha ido de la mano con la religión Católica. Por ejemplo, el Pontifex Máximum era el sumo sacerdote en la Roma pagana, y continua siéndolo en la Roma "cristiana". Los sacerdotes eran adivinos, practicantes de la hechicería, el sumo sacerdote era el hechicero mayor. El Papa sigue siendo el sumo sacerdote de la hechicería, pues es el Pontifex Máximun, y según tengo entendido, también es el Mason de más alta jerarquía en el planeta.

 

En el testimonios de ex-practicantes de la brujería, he oído que cuando alguien quiere pactar con Satanás, lo hace a la media noche, en la puerta de alguna Iglesia Católica, porque así lo ordena el Diablo. En los centros de brujería lo que hay son imágenes que esta religión venera, por ello muchas personas que profesan esta creencia, consultan a los adivinos o hechiceros y piensan que no está mal, cuando la biblia condena estas prácticas. "No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas..." (Deuteronomio 18.9-12).

 

De Media y Persia esta bestia tiene los pies, porque tomo de este imperio su manera de caminar. Los medo-persas, se supone que caminaban con Dios. Ciro, el rey persa, en el primer año de su reinado dijo que Dios le había ordenado edificarle casa en Jerusalén. "Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá..." (II Crónicas 36.23). Esto significa que, hasta cierto punto Jehová tenía un trato con este rey. "Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él..." (Isaías 45.1).

 

Cuando Darío de Media, conquista Babilonia, tiene por amigo y consejero a Daniel (Daniel. 5.31; 6.1-3,13-22). En los días del rey Asuero, en el séptimo año de su reinado, llego al palacio de este gobernante Ester, una muchacha con un gran temor de Dios, que había sido instruida en los mandamientos divinos, la cual se convirtió en reina. Pasado algún tiempo se estableció en el palacio, Mardoqueo tío de Ester, quien llegó a ser el segundo después de Asuero. En estos días la reina Ester descubre al rey su origen, su linaje y como hay una orden de exterminio contra los judíos, está se revierte y los judíos son exaltados por este rey (Ester 1.1...).

 

Con todo lo mencionado, este imperio, el medo-persa, fue muy influenciado por el Dios en el que confiaban y creían: Ciro, Daniel, Ester, Mardoqueo y el pueblo judío en general. Así, La Cuarta Bestia dice caminar, según ella, con Dios por medio de la religión Católica.

 

Grecia fue la que más influenció a los romanos, en la política, la filosofía, la ciencia y las artes. Por ello La Cuarta Bestia tiene la apariencia de la bestia que representa a este imperio, el leopardo. Tanto admiraban los romanos a los griegos, que el primer emperador romano Cayo Julio César Octavio Augusto (63 a. C. - 14 d. C.). Hizo que le compusieran un canto donde se dijera que el origen del pueblo romano era griego; dicha obra es La Eneida, escrita por Virgilio. Prácticamente toda la literatura de los romanos es una imitación de la griega. La religión romana es, se puede decir, la misma que tenían los griegos, pues adoraban a los mismos dioses, solo les cambiaron los nombres.

 

Según la biblia, griegos y romanos son, se podría decir, el mismo pueblo. En Daniel capítulo ocho se habla de La Cuarta Bestia como del Imperio Griego y que de él sale el último representante de esta bestia, el Anticristo. "Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo. Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo, y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra..." (Daniel 8.8-10).

 

Explicación de los versículos anteriores: El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. "Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. Y al fin del reinado de estos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente..." (Daniel. 8.21-24).

 

Como podemos advertir, de uno de los cuatro cuernos o reinos sale el Anticristo, y cada uno de estos cuernos o reinos, son parte del Imperio Griego. Es más que evidente que la biblia se refiere a los griegos y romanos como un mismo pueblo; pues como hemos visto en este estudio, el Anticristo sale de La Cuarta Bestia, la cual es Roma. Grecia es considerada la cuna de la civilización occidental y moderna.

 

Si nos detenemos un momento y observamos, notamos que es la filosofía griega, su pensamiento, su cultura, su literatura, la que gobierna en todo el occidente, en América, Europa y otras partes del planeta. Esto da fe de la supervivencia del Imperio Romano o Cuarta Bestia, que era y es gobernado por este pensamiento. Antes que los Césares o emperadores tomarán el control en Roma, allí, se supone, había una república. Este sistema o modelo de gobierno político es el que se ha adoptado en casi todo el planeta, ya sea el de la república democrática o la socialista, imitando el modelo romano.

 

Más ejemplos: * A nivel orbital o de todo el planeta, en la medicina, a quien venera esta ciencia es a Esculapio, el dios griego de la medicina. * Los juegos olímpicos que se realizan a nivel mundial, tienen también su origen en Grecia. * El teatro, el cine y la televisión, son otra muestra, ya que el teatro se originò en Grecia. El cine, como muchos saben, deriva del teatro. Alguien dirá ¿por qué la televisión? Es porque aunque este aparato es moderno, lo que se transmite en él, tiene su origen en el teatro griego, por ejemplo las películas etc.

 

* También la literatura, por lo general (si no es que siempre), está basada en los modelos griegos. Los occidentales y personas de muchas partes del planeta, adoran, veneran e imitan a los ancestrales escritores griegos. * En nuestros días, se le da mucha importancia al cultivo del intelecto, en las escuelas y universidades, quizá en todo el planeta. Esto por la influencia del pensamiento griego y romano.

 

Se puede ver claramente, que las prácticas babilónicas, medo-persas y griegas, están vigentes en nuestro tiempo, todavía se practican en la tierra. La hechicería cada día cobra más fuerza; la religión se propaga en todo el planeta, y el hombre dice creer en Dios y en Jesús aunque sea de manera superficial. Además ya hemos visto, la fuerza que tiene en el mundo la antigua cultura griega. Después de varios cientos de años de "desaparecido" el Imperio Romano, aún está vivo su espíritu, esperando resurgir en los últimos días, para traer destrucción y muerte a toda la raza humana.

Conclusión

Dios nos ha revelado todas estas cosas, y han quedado plasmadas en la biblia, para que los que ya le conocemos, estemos atentos a su venida y no ignoremos lo que ha sucedido, sucede y sucederá en el mundo. También para que los que aún no conocen su gracia, entiendan que el tiempo en que están viviendo es final, dominado por La Cuarta Bestia y entreguen sus vidas a él. Estamos en días finales desde que Jesús vino a morir en la cruz, el Cuarto Reino ha gobernado por más de dos mil años en vastas regiones del planeta y continúa haciéndolo. Solo resta hacer lo que a cada ser humano corresponde, asegurar el alma en las manos de Dios, recibiendo a Cristo Jesús en el corazón, y ya teniéndole, vivir como es digno de un hijo de Dios, en santidad. Es el deseo del Señor Jesús que sepamos todas estas cosas, para que velemos y esperemos su venida como las cinco vírgenes prudentes (Mateo 25.1-13). Amén.

 

Citas; Reina Valera 1960.