boyero


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boyero

1. s. m. OFICIOS Y PROFESIONES Persona que se dedica a cuidar o conducir una boyada.
2. Argent., Urug. ZOOLOGÍA Denominación de diversos pájaros pequeños, de plumaje negro, que se caracterizan por su nido colgante en forma de bolsa.
NOTA: También se escribe: boyerizo
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

boyero, -ra

(bo'yeɾo, -ɾa)
sustantivo masculino-femenino
occupations persona que cuida o conduce bueyes El boyero guiaba los bueyes.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

boyero

nombre masculino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

boyero:

pastor de bueyes
Traducciones

boyero

bouvier

boyero

drover, oxherd

boyero

/a
A. SM/F (= persona) → oxherd, drover
B. SM
1. (= perro) → cattle dog
2. (Andes) (= aguijada) → goad, spike
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
La desdicha común, ocasionada por la demencia de uno solo, ha caído sobre la tierra del Simois, y los males han sucedido a los males. La querella, que falló el boyero en el Ida entre tres hijas de los Bienaventurados.
Al lado de la yunta andaba un boyero de piernas desnudas y quemadas por el sol, los pies calzados con sandalias, y vestido con una especie de camisa de tela, ahuecada en la cintura; un sombrero de paja cónico, echado hacia atrás y sujeto al cuello por una cinta, dejaba ver su cabeza, de un tipo desconocido hoy, la frente baja atravesada por duras nudosidades, el pelo rizado y negro, la nariz recta, los ojos tranquilos como los de sus bueyes, y el cuello de Hércules campesino.
El boyero vio a Octavien y pareció sorprendido, pero siguió su camino; una vez volvió la cabeza, pues sin duda no hallaba explicación al aspecto de aquel personaje extraño para él, aunque dejaba, en su plácida estupidez rústica, la clave del enigma a personas más hábiles.
Así pues, de su legítima esposa mientras vacío está su lecho, al encontrarse ella muy cargado de vino a Cíniras, mal diligente la nodriza, con un nombre mentido, verdaderos le expone unos amores y su faz alaba; al preguntársele de la doncella los años: 440 “Pareja”, dice, “es a Mirra.” A la cual, después que conducirla a su presencia se le ordenó y cuando volvió al palacio: “Alégrate”, dijo, “mi ahijada: hemos vencido.” Infeliz, no en todo su pecho siente alegría la doncella, y su présago pecho está afligido, pero aun así también se alegra: tan grande es la discordia de su mente. 445 “El tiempo era en el que todas las cosas callan, y entre los Triones había girado, oblicuo el timón, su carro el Boyero.
14 Entonces respondió Amós, y dijo á Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y cogedor de cabrahigos: 15 Y Jehová me tomó de tras el ganado, y díjome Jehová: Ve, y profetiza á mi pueblo Israel.
Y si completa la primera prueba, mas muestra maña en la segunda vana, muerte hoy le dan, y el que consigo lleva boyero o labrador queda mañana.
Fue aquél día en que arrastró los bueyes de ancha frente hasta la sagrada Tirinto, atravesando la corriente del Océano, después de matar a Orto y al boyero Euritión en su sombrío establo, al otro lado del ilustre Océano.
De la Virgen y del salvaje León tocando, así pues, 65 las luces, a Calisto unida, la Licaonia, me torno al ocaso, conductora yo delante del tardo Boyero, que apenas en el vespertino, alto Océano se sumerge.
DONCELLA Dime tu nombre, agradarame acaso. DAFNIS Dafnis, de Lycas y de Nomis hijo. DONCELLA Soy bien nacida como tú, boyero. DAFNIS Menos ilustre, de Menalcas hija.
Los peones, sentados en el pértigo, picanean y gritan, apurando los bueyes; tratarán de llegar pronto al término del viaje, la plaza Constitución, al rededor de la cual, una vez llevados los bueyes a alguna chacra, y libres de toda preocupación, podrán encontrar los mil medios paradisiacos de gastar su plata, con que sueñan voluptuosamente, durante el largo viaje de la vuelta, los marineros, en el mar, el boyero, en el camino.
Instruye también a su hijo y: “Por la mitad de la senda que corras, Ícaro”, dice, “te advierto, para que no, si más abatido irás, la onda grave tus plumas, si más elevado, el fuego las abrase. 205 Entre lo uno y lo otro vuela, y que no mires el Boyero o la Ursa te mando, y la empuñada de Orión espada.
170 Entonces por primera vez con rayos se calentaron los helados Triones y en la vedada superficie en vano intentaron bañarse, y la que puesta está al polo glacial próxima, Serpiente, de frío yerta antes y no formidable para nadie, se calentó y tomó con esos hervores nuevas iras. 175 Tú también que turbado huiste cuentan, Boyero, aunque tardo eras y a ti tus carretas te retenían.