Aunque no practiques yoga, seguro que alguna vez has dicho en voz alta la palabra OM para imitar a alguien meditando. Pues esto es precisamente un mantra, una palabra o una frase en sánscrito que se “canta” en voz alta o se dice mentalmente de forma repetitiva. Esto produce una vibración con un potente efecto sobre cuerpo, mente y espíritu.

Los mantras suelen utilizarse para meditar, de forma individual o en grupo, y son una herramienta fundamental para los practicantes de yoga. Repetirlos durante la meditación puede llevarnos a un estado de conciencia superior. Como ya sabes, el mantra más conocido es OM, y se canta al principio y al final de las clases de yoga. ¿Qué significa? OM (pronunciado A-U-M más la sílaba silenciosa) es el sonido del universo y cantándolo nos sintonizamos con él.

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Beneficios para cuerpo, mente y espíritu

Las vibraciones que producen los mantras y su pronunciación rítmica y repetitiva producen numerosos efectos físicos al ralentizar el sistema nervioso y calmar la mente, lo que tiene grandes beneficios para el sistema cardiovascular.

El efecto de los mantras tiene una explicación que va más allá de lo espiritual. Y es que el sonido es una forma de energía constituida por vibraciones o longitudes de onda: ciertas longitudes de onda tienen el poder de curar mientras otras son capaces de romper una copa en pedazos. Y eso son precisamente los mantras: sonidos calmantes y sanadores.

Cuando cantas o recitas un mantra no puedes pensar en otra cosa y las vibraciones resuenan en tu mente, liberándote de los pensamientos negativos, obsesivos o repetitivos. Según la tradición hindú y budista penetran en niveles sutiles de la conciencia y tienen el poder de reprogramar nuestro cerebro, liberándonos incluso de viejos patrones negativos de comportamiento, algo demostrado por la neurociencia, que se basa en la plasticidad cerebral.

Cada sistema espiritual, desde el hinduismo al cristianismo, tiene sus propios mantras y al decirlos conectamos con la deidad asociada a él, su intención o poder sanador. De hecho, según el hinduismo, el universo vibra a cierta frecuencia, y repitiendo estos mantras podemos sintonizar con esta frecuencia.

Para estas tradiciones los mantras tienen también un gran poder purificador. De hecho, hay mantras específicos para los chakras o centros energéticos del cuerpo. ¿Quieres saber algo curioso? Según la tradición hindú los mantras son sonidos o energías que han existido siempre en el universo y no se pueden crear ni destruir, pero tienen una clave que ha de ser descifrada mediante la repetición constante.

Mantras de yoga
Kris Ubach and Quim Roser//Getty Images

Ideales para calmar tu mente

No hace falta creer en nada místico o extraño para beneficiarse del poder de los mantras, ya que puedes crear el tuyo propio, aquello que a ti te resuene o te vaya bien. Y repetirlo puede hacer que estas palabras vayan sustituyendo poco a poco los pensamientos negativos o tormentosos, “recableando” tu cerebro y alejándote de las emociones que te perjudican.

La repetición constante de un mantra puede ayudarte a calmar tu mente y combatir el estrés y la ansiedad. Como dice la profesora de yoga Xuan-Lan en Yoga para mi bienestar, “nuestra mente es inquieta y rebelde por naturaleza, por eso un mantra puede ser de gran ayuda para trabajar la atención plena”. Estar presente y conectada contigo mismo te serenará y te calmará, te ayudará a aplacar las emociones demasiado intensas o negativas.

Pero ojo, los mantras no son afirmaciones ni oraciones. El poder de los mantras reside en la vibración que producen, que consigue sintonizar cuerpo, mente y espíritu. Es muy importante decirlos de forma precisa, sobre todo si se utilizan en sánscrito, para conseguir crear una pauta específica de pensamiento.

Mantras de yoga
Marilyn Nieves//Getty Images

Crea tu propio mantra y utiliza un mala

No hace falta que repitas complicadas frases en sánscrito para calmar tu mente o conseguir el efecto que deseas. El mantra puede ser una palabra o una frase que tengas un sentido especial para ti, con el que resuene tu cuerpo, tu mente y tu alma.

Puedes utilizar incluso un japa mala o mala, es decir, un rosario hindú de 108 cuentas del mismo tamaño con una más grande que indica que has dado una vuelta. Este collar tan típico ente los practicantes de yoga y meditación te resultará muy útil para no perder el hilo. ¿Por qué 108 cuentas? Se trata de un número sagrado para en el hinduismo conectado con el universo.

Como explica Xuan-Lan, el mala se coge con la mano izquierda, se apoya sobre el dedo corazón y se utiliza el pulgar para pasar las cuentas. “Canta el mantra completo antes de pasar a la siguiente cuenta del mala”, subraya.

¿Qué mantra utilizar? Pregúntate qué te preocupa, por qué te encuentras mal o triste, qué necesitas, cómo deseas sentirte, y busca una frase que te lleve a ese lugar mental y espiritualmente. ¿Necesitas inspiración? El subtítulo del libro de Xuan-Lan puede ser el mantra ideal: “Me escucho, me cuido, me quiero”.

Puedes decir el mantra en voz baja o alta, pero siempre con mucha conciencia, escuchando y sintiendo la vibración que genera. También es ideal coordinar el mantra con la respiración y practicarlo en un lugar tranquilo, por ejemplo sentada con la espalda recta, en un cojín de meditación o una silla. Si te sientes muy friki (lo entendemos), dilo solo mentalmente, pero conecta con su significado y deja que te invada.

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Amalia Panea

Experta en fitness, belleza, nutrición, salud, psico, pareja y sexo. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, escribe en Elle.com y Womenshealth.com y ha escrito para muchas cabeceras de Hearst, “mi segunda casa”. En sus más de 25 años de profesión, ha pasado por Terra Mujer, Sport Life, Runners, Atresmedia, La Ser, Radio Aragón o el programa Bellas & Sanas. Es autora de Cambiar de vida es fácil si te dicen cómo. 15 pasos para conseguirlo y de Una vida en forma. La guía de la actividad física y la mujer a cualquier edad. Amalia también es instructora de fitness, profesora de yoga, yoga facial y fundadora de Yogabrunch.es. "Por suerte, la vida me ha permitido unir mis dos pasiones, el periodismo y el mundo del bienestar".