Cultura

Qué es la música drill y por qué Londres (y YouTube) la han prohibido

El fenómeno ha hecho saltar las alarmas en Reino Unido. ¿Son estos vídeos responsables de la violencia juvenil en los suburbios ?

Esta variante del trap nació en Chicago a comienzos de la década.

Getty Images

El debate sobre los límites entre la realidad y la ficción, el arte y la cultura popular, es uno que nunca vas a dejar de escuchar en charlas de amigos o de leer en columnas especializadas. ¿Recuerdas cuando tu madre te decía que los videojuegos te iban a dejar tonto, y cuando se relacionaron incluso con la violencia juvenil? Puede resultarnos extraño que un fenómeno similar esté sucediendo hoy, pero en Reino Unido han saltado las alarmas, y tanto la música como las plataformas sociales tienen mucho que ver.

Según la información publicada en el último mes por medios de comunicación como 'Forbes', la policía ha pedido a Youtube que retire numerosos vídeos de dril, una variante del trap que asocian con el auge de la criminalidad. En el portal 'Independent' hablan incluso de Londres como una zona de guerra: en solo dos semanas a mediados del pasado abril se registraron 50 muertes provocadas por armas blancas y de fuego, el mayor repunte de violencia en diez años. En solo 90 minutos de una noche especialmente sangrienta, seis adolescentes fueron agredidos de esta manera.

Es así cómo alrededor de 60 vídeos, entre ellos una de las últimas creaciones del artista 150, eminencia local del drill, han desaparecido de YouTube. Se trata de una iniciativa parte de la Operación Domain, de la Policía metropolitana, que ha involucrado además al alcalde de la capital británica: el propio Sadik Khan ha solicitado la colaboración de gigantes tecnológicos como Google y YouTube para evitar la difusión de este material. "Las bandas se provocan unas a otras con este contenido, vídeos musicales con lenguaje explícito y amenazante. Hay gestos de violencia, con señales que imitan el uso de armas de fuego y descripciones gráficas de lo que son capaces de hacer", explicó Mike West, de la Policía Metropolitana, a BBC.

¿Cuál ha sido la reacción de la popular web de vídeos ante la llamada a cooperar? Estas son las palabras de un portavoz de la compañía, recogidas en 'The Guardian': "Hemos desarrollado políticas específicas para eliminar los vídeos relacionados con el crimen en Reino Unido y seguiremos trabajando constructivamente con expertos en este terreno". En comunicados recientes han afirmado además que deben "prohibir contenido con violencia gratuita, discursos de odio e incitación a cometer actos violentos. Los vídeos se eliminan cuando violan nuestras directrices o las leyes locales".

Pero, en primer lugar, ¿qué es exactamente el drill? Podemos definirlo como un subgénero musical derivado del trap, nacido en los suburbios del sur de Chicago, a comienzos de nuestra década, caracterizado por sus letras violentas y nihilistas. En Estados Unidos cuenta con exponentes como Young Chop o Chief Keef, pero en Londres ha tenido una especial influencia gracias a raperos como 150, 67 o K-Trap, que lo sienten como vía de escape a la marginalidad de sus barrios de origen. En sus canciones y clips el consumo de drogas y la violencia entre las bandas se aborda de forma muy explícita (a veces con imágenes de enfrentamientos reales); es más, to drill es una expresión usada para referirse a matar a alguien a tiros. Es lo que ha hecho saltar las alarmas.

De hecho, desde 2016 las composiciones de drill se han utilizado en juicios por asesinato en Reino Unido, como los de los jóvenes Marcel Addai y Jermaine Goupall, de 17 y 15 años. En ambos casos se concluyó que los vídeos, en los que se incluían provocaciones y amenazas entre miembros de estos grupos, eran parte activa del problema. Tilisha Goupall aseguró incluso a reporteros de la BBC que su hermano estaría vivo de no ser por estos vídeos. ¿Hablamos de música realmente peligrosa o es una táctica para despistar de la ineficiencia de las autoridades? Ese es el debate que ya está sobre la mesa, y exactamente así lo plantean los especialistas versados en esta problemática.

"El drill está basado en la vida real, en cosas que suceden cada día. La música puede influir en tus emociones, pero no en lo que haces. No puede obligarte a salir de casa a matar a alguien ". Los primeros que lo cuestionan son los artistas, y estas son las palabras que DJ Bembah concedió a BBC Radio 4 hace unos semanas. También se ha pronunciado Abra Cadabra: "Señalar a los músicos es una distracción. Los recortes que afectan a las escuelas, a las viviendas sociales y a los subsidios hacen la vida más difícil a todas las personas que viven por debajo del umbral de pobreza".

Ciaran Thapar, un joven trabajador social y columnista, se alinea en 'Independent' junto a los compositores: "Si un adolescente no es capaz de distinguir el contenido de un tipo de música hasta el punto de matar a alguien, ¿no es un error nuestro como sociedad que la conexión entre la educación y esos colectivos haya degenerado tanto? La música no es responsable?". Y añade en una idea clave: "Mientras nuestro país viva en austeridad y siga permitiendo que la gentrificación margine a comunidades enteras de jóvenes, la música no desaparecerá. Seguirá conectando a la gente en la que resuena su mensaje".

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