rocín


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rocín

1. s. m. Caballo de poca alzada y de mala apariencia no podrás recorrer un trayecto tan largo con ese rocín.
2. Caballo de trabajo del carro tiran dos rocines. jamelgo
3. coloquial Persona tosca e ignorante mira si es rocín que no sabe cómo funciona un ascensor.
4. ir o venir de rocín a ruin coloquial Decaer o ir de mal en peor.
NOTA: También se escribe: rocino
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

rocín

 
m. Caballo de mala traza y de poca alzada.
Caballo de trabajo.
fig.Hombre tosco e ignorante.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

rocín

(ro'θin)
sustantivo masculino
caballo de mala apariencia o utilizado para trabajar atar los rocines al arado
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

rocín

nombre masculino
caballo*
Rocín se aplica especialmente a los caballos de mala raza y de poca altura.
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

rocín

roncin

rocín

ronzino

rocín

SM
1. (= caballo) [de trabajo] → hack, nag (Cono Sur) [de montar] → riding horse
2. (Andes) (= buey) → draught ox
3. (= persona) → lout
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Consta, al contrario, que aquella varona no gastó en su vida más arma que la vara de aguijón que le servía para picar a los bueyes y al peludo rocín en que cabalgaba.
La noche era oscura y los árboles la oscurecían todavía más, asi que dejó al animal elegir su propio camino a través del bosque cuando, de repente, de estar cansado y agotado, el rocín empezó a trotar, galopar y encabritarse, hasta el punto de que mi abuelo apenas podía mantenerse en la silla.
DON DUARTE La Mari-Ramírez es pieza de rey. MARÍA Helo sido: todo caballo escogido sirve de rocín después, que lleva a moler harina.
Huélgome. ¿Vienen las postas? HERNANDO. Ya comenzaba a subir el postillón, batanado en el angosto rocín. GARCIA. Mucho tarda a mi deseo.
Era Esteban un muchacho de diecinueve a veinte años, fornido, con la cabeza pequeña y hundida entre los hombros, los ojos pequeños y azules, la mirada incierta y torpe como la de los albinos, la nariz roma, los labios gruesos y entreabiertos, la frente alzada, la tez blanca, pero ennegrecida por el sol, y el cabello, que le caía parte sobre los ojos y parte alrededor de la cara, en guedejas ásperas y rojas semejantes a las crines de un rocín colorado.
Las vacas de leche, de monótono cencerreo, husmeaban sus ruedas; las cabras, asustadas por el rocín, apartábanse sonando sus campanillas y balanceando sus pesadas ubres; las comadres, apoyadas en sus escobas, miraban con curiosidad aquellas ventanillas cerradas, y hasta un municipal sonrió maliciosamente, señalándola a unos vecinos.
Cambiaba para ello de vestidos y montaba sobre un corcel, sobre un rocín, sobre una yegua, sobre un caballo ligero y le daba cien carreras, y lo hacía voltejear en el aire, saltar las empalizadas y correr en un círculo a la derecha o a la izquierda.
Sustenta, por parecer señor, caza de halcones, que lo primero que matan es a su amo de hambre con la costa, y luego el rocín en que los llevan, y después cuando mucho, una graja o un milano.
¡Qué risa, y qué boracear! Hasta que un mocito amargo Lo aflojó todo al rocín Y ¡bien haiga el ojo claro! Se vino al humo, llegó Y la sortija ensartando Le dió una sentada al pingo Y todos VIVA: gritaron.
En tanto se aprovecha el circasiano: monta el corcel, lo aguija y lo sujeta. Ella en el aliviado rocín pronta deja la grupa, y en la silla monta.
Durante este corto diálogo, nuestros camaradas que habían montado sus cabalgaduras, se nos reunieron al pie de la cruz; yo les explique en breves palabras lo que acababa de sucederme: monte nuevamente en mi rocín, y las campanas de la parroquia llamaban lentamente a la oración cuando nos apeamos en el más escondido y lóbrego de los paradores de Bellver.
Afírmó el monecipio que no había tal cosa, y en esto llegó el dómine de la escuela y aseguró que tenía costancia y esistencia de que en la sepoltura señalada por nusotros no podía haber otra cosa que el telar, o calavera en hueso puro y líquido de un rocín de cría; que por más señas el rocín fue suyo y se le desgració rondando con una cargo, de maíz que llevaba al molino en compañía de su sobrina Nestasia, por mal mote la Polida, a causa de estar en pocas carnes siempre y algo baja de color.