Cuando se preparan los alimentos empleando utensilios y ollas de acero quirúrgico, se evita la tan controversial contaminación de los alimentos con iones metálicos. Como ya hemos mencionado anteriormente, la principal característica y ventaja del acero quirúrgico es que no desprende elementos, ni siquiera cuando se ve sometido a altas temperaturas, por lo tanto protege nuestra salud.
La mayoría de ollas de acero quirúrgico actuales, son fabricadas con cinco capas distintas, esto se hace así para que la temperatura pueda distribuirse de forma uniforme, logrando de esta manera que los alimentos se cocinan rápidamente, empleando menos aceite y también menos agua, pero manteniendo su sabor. Existen muchas ventajas al disminuir la cantidad de grasa empleada para cocinar, se evitan muchas enfermedades prevalentes como obesidad, ateroesclerosis, colesterol alto y problemas cardiacos. Simultáneamente al emplear menos agua y aceite, los alimentos retienen sus propiedades nutricionales y sabor.
Los cuidados que debemos tener con las ollas de acero quirúrgico incluyen el evitar que su superficie entre en contacto con la sal, ya que ésta ocasiona que adquieran una cierta tinción. Como es inevitable el emplear sal para cocinar, lo que tenemos que hacer es disolver la previamente en una taza con agua y una vez así disuelta agregarla al guiso. Las ollas quirúrgicas deben ser limpiadas con frecuencia para garantizar su duración.
Los fabricantes de ollas quirúrgicas tienen especial cuidado en seguir altos estándares industriales, los cuales son similares a los seguidos para la fabricación de instrumental médico y quirúrgico. La mayoría de ollas de acero quirúrgico pasan exhaustivos exámenes y pruebas antes de salir al mercado, estas pruebas incluyen resistencia al calor, resistencia a la oxidación, a la deformación y la capacidad de evitar la formación de colonias de microorganismos.
Estas ollas también son especialmente controladas para evitar el desprendimiento de metales, algo que frecuentemente sucede con las ollas convencionales. La inclusión de cromo dentro de la aleación del acero quirúrgico le otorga resistencia a la corrosión y el desgaste. Por otro lado el níquel le otorga un acabado pulido y suave. También se suele incluir dentro de la aleación el elemento molibdeno para otorgarle mayor dureza.
Podemos resumir los beneficios de las ollas de acero quirúrgico en los siguientes:
1. Tienen un recubrimiento interno de acero inoxidable
2. Evitan la contaminación de los alimentos con sustancias nocivas para la salud. Se sabe que otro tipo de ollas metálicas desprenden no sólo partículas sino también gases y óxido que contaminan los alimentos constituyendo un riesgo para la salud.
3. Las ollas de acero quirúrgico logran que los alimentos sean más nutritivos, sabrosos y sobre todo saludables.
4. Los alimentos cocinados en ollas de acero quirúrgico necesitan muy poca cantidad de agua, por lo tanto no pierden nutrientes al no estar sometidos a temperaturas demasiado altas. Dentro de estas ollas los alimentos se cocinan en sus propios jugos, lo cual también ayuda a conservar el sabor.
5. La duración de las ollas de acero quirúrgico es notablemente superior a la de las ollas tradicionales. Estas ollas no se deforman, no se oxidan y tampoco se desgastan. Luego de un tiempo de uso siguen luciendo como nuevas. En definitiva las ollas de acero quirúrgico son una magnífica inversión.