Ideales para el invierno, los acolchados de pluma o plumones están especialmente diseñados para impedir la entrada de frío y conservar el calor del cuerpo mientras descansa. Esta posibilidad se logra gracias a sus componentes.
En esta nota, repasamos las principales características, los tamaños adecuados para cada cama, los estilos y los colores disponibles para adecuarlos a la decoración del ambiente.
El relleno
Uno de los principales elementos que componen los plumones es el relleno, el material que lo distingue. El poder aislante que logran se debe a su material, que puede ser sintético o de pluma. El sintético es más fácil de mantener, resulta más liviano y además es hipoalergénico (indicado para personas con signos de asma o alergia).
Por otro lado, el plumón de pluma está relleno con plumas de pato, excelentes aislantes naturales y sumamente esponjosos. Las plumas, si bien las hay de diferentes tamaños y flexibilidad, se caracterizan por tener una parte sólida al centro.
El plumón, en cambio, tiene una zona central de filamentos suaves y flexibles, que son más blandos y protegen mejor del frío que la pluma. En el relleno, un mayor porcentaje de plumón indica mayor calidad.
El peso y tamaño
Asociado a la comodidad, uno de los factores importantes pasa por la persona. Esto es, los plumones más pesados son aconsejables para quienes suelen moverse mientras duermen y no les resulta incómodo el peso del acolchado. En cambio, los rellenos sintéticos y los que tienen mayor porcentaje de plumones resultan más livianos.
Por otra parte, el tamaño se relaciona con las medidas del colchón. Los especialistas en esta materia aconsejan que tenga una caída de por lo menos de 30 centímetros a cada costado de la cama y que sea lo suficientemente largo, para que quien descansa no se destape durante la noche.
Las telas
Son determinantes en la calidad del acolchado. En un plumón natural, mientras mayor es el número de hilos por pulgada más tupida será la tela y menor la probabilidad de que las plumas se salgan (lo mismo que en las costuras). La tela puede estar fabricada de diversos materiales, aunque lo más natural y transpirable es el algodón. Un acolchado con tela de puro algodón denota mayor calidad.
Actualmente, los motivos son diversos y adaptables a todos los estilos de decoración. Los hay reversibles para cambiarlo cuando se desee; pueden ser lisos, para un detalle clásico, o un plumón de color vivo, para aportar un aire juvenil y moderno.
Los cuidados
Para que un acolchado de plumones se mantenga inalterable en sus condiciones térmicas y físicas, es necesario:
• Ventilarlo diariamente.
• No exponerlo directamente al sol, para evitar alteraciones en el color de la tela.
• Lavarlo cuando sea realmente necesario a mano, máquina o en seco.
• No emplear en el lavado productos químicos que puedan perjudicar al relleno.
• Lavar cada tres o cuatro meses, para garantizar la eliminación de los ácaros y el polvo.
• No secar completamente el plumón, para evitar un exceso de secado.
• No utilizar aspiradora sobre el plumón, para no sacar el material de relleno.
• No deben guardarse en bolsas plásticas; en cambio, hacerlo en bolsas de tela en lugares secos y bien ventilados.