Llegó al establo, alzó un peñón que había; sacó el rebaño, y nos metió en la cueva; y vase a apacentar aquel hatillo, tocando un gigantesco caramillo.
En 16 de mayo de 1476 se dictaminó que los judíos estaban también obligados a pagar las derramas que fijase el concejo y que el carnicero de la aljama podía apacentar su ganado en la zona de Dondón como venía haciendo.
La última aparición de los amalequitas en la Biblia nos relata el momento, en tiempos del rey Ezequías, en que los miembros de la tribu de Simeón, buscando campos donde apacentar sus ganados entran al valle de Guedor donde enfrentan y destruyen a varios pueblos camitas y posteriormente subieron al monte Seir donde hirieron al resto de la nación de Amalec que habían escapado en tiempos de David.
Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero, rostro del anticristianismo, folla a tu propia madre!: ¡Por esto los zapórogos declaran, basura de bajo fondo, que nunca podrás apacentar ni a los cerdos de cristianos.
Las multas se pagaban en vino con frecuencia; he aquí un ejemplo tomado de las ordenanzas de Rosales:«Y también ordenamos que ninguna persona pueda apacentar bueyes ni otro ganado entre los panes, después que oscureciere, ni en prados ajenos, pena de media cántara de vino para el dicho Concejo».
Apenas hubo llegado a la casita donde nació, volvió a hilar y a apacentar su rebaño, sentándose a orillas del arroyo donde por primera vez la había visto el príncipe.
¡Oh señora, te ofrendo esta corona tejida en una pradera no hollada, á la que nunca tocó el hierro, en la que jamás osó el pastor apacentar sus rebaños, á la que sólo viene la abeja primaveral, y que el pudor fecunda con su rocío!
«Nos definimos que la Santa Sede Apostólica y el Pontífice Romano poseen la primacía sobre el mundo entero, y que el Pontífice Romano es el sucesor del bienaventurado Pedro, Príncipe de los Apóstoles, y que es el verdadero Vicario de Jesucristo, el Jefe de toda la Iglesia, el Padre y el Doctor de todos los cristianos, y que a él, en la persona del bienaventurado Pedro, ha sido dado por nuestro Señor Jesucristo el pleno poder de apacentar, regir y gobernar la Iglesia universal; así como está contenido tanto en las actas de los concilios ecuménicos como en los sagrados cánones»(96).
Siguieron pues los tres mayores á Saúl. 15 Empero David había ido y vuelto de con Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Beth-lehem.
-¿Y cómo pudo -exclamé sorprendido- ordenarse de sacerdote, estando en poder de semejantes padres, que le dedicarían a recoger esquilmo y
apacentar la vaca?
Emilia Pardo Bazán
Los que llevaren para apacentar bestias de cualquier especie y en cualquier época a los prados naturales o artificiales, plantíos o almácigas de árboles frutales o de otra clase, pertenecientes a otro, sin perjuicio de la indemnización civil correspondiente; 6.
Lo que Jesús le mandó fue apacentar el rebaño o la grey que dejaba a su cuidado, y de ningún modo ir rumiando por dehesas ajenas.