La reina Isabel II es dueña de todos los delfines de Gran Bretaña y no necesita carnet de conducir: los increíbles privilegios de la monarquía británica

• La reina Isabel II no es un personaje corriente.
• Es cierto que su papel como jefa de Estado británica es en gran medida ceremonial, y que la monarca ya no tiene ningún poder serio en el día a día. Los históricos "poderes de prerrogativa" del soberano han sido transferidos en gran medida a los ministros del gobierno.
• No obstante, cuando el gobierno británico declara la guerra, o regula el servicio civil, o firma un tratado, lo hace sólo bajo su autoridad.
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La reina Isabel II no es como tú y yo.

¿Sabías que es inmune a ser procesada?, ¿Que tiene su propio poeta personal? ¿O que es dueña de los cisnes británicos y puede despedir a todo el gobierno australiano?

Es cierto que su papel como jefa de Estado británico es en gran medida ceremonial, y que la monarca ya no tiene ningún poder serio en el día a día. Los históricos "poderes de prerrogativa" del soberano han sido transferidos en gran medida a los ministros del gobierno. Pero esto significa que cuando el gobierno británico declara la guerra, o regula el servicio civil, o firma un tratado, lo hace sólo bajo su autoridad.

Y todavía ejerce algunos de estos poderes de prerrogativa, así como muchos otros ventajas únicas que tiene, que son sorprendentes y extrañas.

Lo más destacable y curioso es que es dueña de todos los cisnes del río Támesis.

Técnicamente, todos los cisnes no marcados en aguas abiertas pertenecen a la Reina, aunque la Corona "ejerce su poder" sólo "en ciertos tramos del Támesis y sus afluentes circundantes", según el sitio web oficial de la Familia Real.

Hoy en día, esta tradición se observa durante el Swan Upping anual, en el que los cisnes del río Támesis son capturados, anillados y liberados de nuevo como parte del censo de la población de cisnes.

Es un asunto altamente ceremonial, que se desarrolla a lo largo de cinco días. Las "puntas de cisne" llevan uniformes tradicionales y nadan río arriba en seis skiffs.

"Los cisnes también son sometidos a un chequeo de salud y anillados con números de identificación individuales por The Queen's Swan Warden, profesor de ornitología en el Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford", según la página web de la Familia Real.

La corona también es propietaria de todos los delfines que se encuentran en aguas británicas.

"Rule, Britannia, Britannia domina las olas", dice una canción clásica británica. Esta regla también se extiende bajo el mar. La corona tiene es propietaria de una gran variedad de animales acuáticos en aguas británicas.

La reina sigue siendo técnicamente la "dueña" de todos los esturiones, ballenas y delfines en las aguas alrededor del Reino Unido, según una ley que se remonta a un estatuto de 1324, promulgada durante el reinado del Rey Eduardo II, según Time.

Según el artículo: "Este estatuto sigue siendo válido hoy en día, y los esturiones, marsopas, ballenas y delfines son reconocidos como 'peces reales': cuando son capturados a menos de 3 millas (unos 5 km) de las costas del Reino Unido o llegan a la orilla, pueden ser reclamados en nombre de la Corona. Generalmente, cuando llega a puerto, un esturión se vende de la forma habitual y el comprador, como gesto de lealtad, pide el honor de ser aceptado por Isabel".

La ley se sigue aplicando: En 2004, un pescador galés fue investigado por la policía después de capturar un esturión de 10 pies, según informó la BBC. El gobierno escocés también publicó una guía sobre la ley en 2007, relatando "el derecho del gobierno escocés (en nombre de la Corona) a reclamar ballenas varadas que son demasiado grandes".

Puede conducir sin carné

Los permisos de conducir se emiten a nombre de la reina, pero ella es la única persona en el Reino Unido que no necesita legalmente un permiso de conducir o una matrícula en sus coches, según Time.

A pesar de no tener licencia, la reina se siente cómoda al volante, ya que aprendió a conducir durante la Segunda Guerra Mundial cuando llevaba un camión de primeros auxilios para el Servicio Territorial de Auxiliares de la Mujer. Gracias a la formación que recibió, también puede cambiar una bujía, según Time.

La reina Isabel II tampoco tiene miedo de mostrar sus habilidades de conducción. En 1998, sorprendió al rey Abdullah de Arabia Saudí (entonces todavía príncipe) llevándole en coche en su casa de campo de Balmoral.

El ex embajador británico Sherard Cowper-Coles relató la reunión en el Sunday Times: "Como se le ordenó, el príncipe heredero subió al asiento delantero del Land Rover, con su intérprete en el asiento de atrás. Para su sorpresa, la reina subió al asiento del conductor, encendió el vehículo y se marchó. A las mujeres no se les permite conducir en Arabia Saudí, y Abdullah no estaba acostumbrado a que una mujer le transportase, y mucho menos una reina".

Cowper-Coles continuó: "Su nerviosismo no hizo más que aumentar a medida que la reina, una conductora del ejército en tiempos de guerra, aceleraba el Land Rover a lo largo de las estrechas carreteras de Escocia. A través de su intérprete, el príncipe heredero imploró a la reina que disminuyera la velocidad y se concentrara en el camino". 

Tampoco necesita pasaporte

 A diferencia de otros miembros de la familia real, la reina no necesita pasaporte, ya que se expide a su nombre. A pesar de esta falta de documentación, ha estado en el extranjero muchas veces.

Tiene dos cumpleaños

Cuando eres jefe de estado británico, un cumpleaños no es suficiente. El aniversario oficial de la Reina se celebra un sábado de junio, aunque su cumpleaños real es el 21 de abril.

"Las celebraciones oficiales para conmemorar el cumpleaños del responsable de la corona a menudo se han celebrado en un día distinto al de su cumpleaños real, especialmente cuando éste no es en verano", según la Real Casa de la Moneda.

Ambos cumpleaños también se festejan de manera adecuada. Su verdadero cumpleaños "está marcado públicamente por las salvaciones con armas de fuego en el centro de Londres al mediodía", según el sitio web oficial de la Monarquía Británica. Esto incluye "una salva de 41 cañones en Hyde Park, una salva de 21 cañones en Windsor Great Park y una salva de 62 cañones en la Torre de Londres. En 2006, Su Majestad celebró su 80º cumpleaños dando un paseo por las calles a las afueras del Castillo de Windsor para conocer a sus súbditos".

Para sus celebraciones "oficiales", mientras tanto, "se une a otros miembros de la Familia Real en el espectacular desfile de Trooping the Colour, que recorre el Palacio de Buckingham, pasando por The Mall, hasta Horseguards' Parade".

Tiene su propio cajero automático.

En el sótano del Palacio de Buckingham se ha instalado un cajero automático privado para uso de la familia real, una de las ventajas de ser un 'royal'. Lo proporciona Coutts, uno de los bancos más prestigiosos y exclusivos de Gran Bretaña.

Cuenta con un poeta personal

El poeta laureado es un cargo honorífico en la sociedad británica y consiste en una designación del monarca para premiar a un escritor "cuya obra sea de importancia nacional", según el sitio web oficial de la monarquía británica. La primera vez que se introdujo este cargo, la persona nombrada cobraba 226 euros al año más un barril de vino canario. Hoy ,el poeta laureado recibe un barril de Sherry.

Carol Ann Duffy mantendrá el cargo hasta 2019.

Isabel II firma las leyes

El consentimiento de la Reina es necesario para convertir cualquier proyecto de ley en legislación real. Una vez que un proyecto de ley ha sido aprobado en ambas cámaras del Parlamento, éste se lleva al Palacio para su ratificación. El monarca británico más reciente que se negó a dar el asentimiento real fue la reina Ana, en 1708.

El consentimiento real no es lo mismo que el"consentimiento de la reina", en el que esta debe dar su visto bueno a cualquier ley que se debata en el Parlamento y que afecte a los intereses de la Monarquía (como, por ejemplo, la reforma de las leyes fiscales o de prerrogativas que puedan afectar al Ducado de Cornualles). Sin su ratificación, el proyecto de ley no puede ser debatido en el Parlamento.

El consentimiento de la Reina se ejerce sólo con el asesoramiento de los ministros, pero su existencia proporciona al gobierno una herramienta para bloquear el debate sobre ciertos temas si los proyectos de ley son presentados por rebeldes o por la oposición.

Se ha ejercido al menos 39 veces, según documentos publicados en virtud de la Ley de Libertad de Información, incluyendo "un caso en el que la reina vetó completamente el proyecto de ley de acciones militares contra Irak en 1999. Era un proyecto de ley de un miembro privado que pretendía transferir el poder de autorizar ataques militares contra Irak del monarca al parlamento", informó The Guardian en 2013.

Puede nombrar a los Lores

La reina tiene el poder de nombrar a los Lores, que pueden entonces sentarse en el Parlamento, la cámara alta del sistema legislativo británico. Como muchos otros poderes, esto se ejerce sólo "con el asesoramiento" de los ministros electos del gobierno.

No tiene que pagar impuestos (pero lo hace)

La reina no está obligada a pagar impuestos, pero ha estado pagando voluntariamente el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre las ganancias de capital desde 1992.

La reina tiene poder de formar Gobierno

Anteriormente, la Reina tenía el poder de disolver el Parlamento y convocar las elecciones generales, pero la Ley de Parlamentos de Plazo Fijo puso fin a esta situación en 2011. Ahora se requieren dos tercios de los votos de los comunes para disolver la cámara antes de que finalice un período fijo de cinco años.

Sin embargo, sigue desempeñando un papel después de las elecciones, pues se encarga del llamamiento al diputado con más capacidad de formar un gobierno para que lo haga.

Esto causó cierta preocupación antes de las elecciones generales. Sobre todo después de que los conservadores no tuvieran mayoría y tratasen de formar gobierno. Mientras tanto, era factible que los laboristas pudieran llegar a una mayoría, a pesar de tener menos escaños, mediante la formación de una coalición con otros partidos.

En esta situación, la reina habría estado atrapada entre la espada y la pared. Cada año, el Parlamento abre con el discurso de la reina, que expone los planes del gobierno. El mayor momento de tensión surgió cuando tenía que dar este discurso antes de que David Cameron asegurase los suficientes apoyos.

En un momento dado, varias fuentes le dijeron a The Times que planeaba "mantenerse alejada" si Cameron no lograba asegurar suficientes parlamentarios, pero la situación cambio por completo unos días después. "Fuentes reales confirmaron que la reina dirigiría los procedimientos, incluso con el riesgo de que no se formase Gobierno la semana siguiente porque los conservadores no habían conseguido el suficiente apoyo de los partidos más pequeños", informó The Times posteriormente.

Tiene caballeros

Por supuesto, ya no andan a caballo cortejando a las doncellas con sus historias, pero Gran Bretaña aún conserva la figura del caballero. Al igual que a los Lores, la reina nombra personalmente a los caballeros.

El título de caballero se otorga típicamente a figuras que han contribuido particularmente a la sociedad británica, ya sea en los negocios, las artes, el ejército o cualquier otro ámbito. Después de que Terry Pratchett fuera nombrado caballero, el legendario autor de fantasía se forjó una espada especial utilizando piezas de un meteorito.

Las personas nombradas caballeros son decididas por los ministros, informa la BBC, "que le presentan una lista de candidatos cada año para su aprobación".

Está exenta de las solicitudes de libertad de información

Toda la información sobre la familia real está exenta de las solicitudes de libertad de información. La exención se hizo después de una batalla legal entre The Guardian y el gobierno para que se hicieran públicas las cartas del Príncipe Carlos enviadas a los ministros de Whitehall. Alguna información sí ha podido filtrarse, aunque en el futuro es posible que esta exención se levante.

Puede ignorar o anular el consejo ministerial en una "grave crisis constitucional".

Si bien la inmensa mayoría de las prerrogativas de la reina se delegan en sus ministros, hay una excepción que le permite ejercer el poder por sí misma. Sólo "en una grave crisis constitucional", el soberano puede "actuar en contra o sin consejo ministerial". Sin precedentes en los tiempos modernos, no está claro lo que realmente constituiría esto, pero la posibilidad permanece.

La reina tiene la capacidad de despedir a todo el gobierno australiano

Como Jefa de Estado en Australia, la reina tiene ciertos poderes sobre el gobierno. En 1975, por ejemplo, el representante de la reina en el país en ese momento, el gobernador general Sir John Kerr, despidió al primer ministro en respuesta a un cierre del gobierno.

"Kerr nombró a un sustituto, que inmediatamente aprobó el proyecto de ley de gastos para financiar al gobierno", escribió Max Fisher en The Washington Post. "Tres horas después, Kerr despidió al resto del Parlamento. Después de esto, Australia celebró elecciones para reiniciarse y no han tenido otro parón desde entonces".

Además del Reino Unido y Australia, la reina es también la Jefa de Estado en Antigua y Barbuda, las Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Islas Salomón y Tuvalu.

Todos los anteriores países son Commonwealth Realms, o antiguas colonias británicas. La soberana británica conserva el cargo que ocupa en el Reino Unido, el de Jefa de Estado. Al igual que en Gran Bretaña, este es en gran medida un papel ceremonial.

Es cabeza de la iglesia

La Reina Isabel II es la cabeza de la Iglesia de Inglaterra. La religión estatal británica fue establecida por primera vez después de que el rey Enrique VIII se separara de la Iglesia Católica en Roma en el siglo XVI.

Su título formal es el de defensora de la fe y gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra, y también tiene el poder de nombrar Obispos y Arzobispos. Sin embargo, como con muchos de sus otros poderes, esto se ejerce solo por consejo del primer ministro, que a su vez recibe el consejo de una Comisión Eclesiástica.

Una consecuencia interesante de esto es que la soberana debe ser un miembro confirmado de la Iglesia de Inglaterra. Los católicos y los de otras religiones no pueden ascender al trono británico. Si el príncipe Carlos se convirtiera al Islam, por ejemplo, no podría convertirse en rey después de la muerte de la reina Isabel II.

Puede regalar dinero a los ancianos.

El dinero Maundy es un tipo especial de moneda de plata que la reina regala a los pensionistas cada año en una catedral del Reino Unido durante la celebración de la Semana Santa en una ceremonia especial. El número de destinatarios corresponde a la edad del soberano. Este año, por ejemplo, cumplirá 89 años cuando llegue la Pascua, por lo que regalará este dinero a 89 pensionistas.

Las monedas son técnicamente de curso legal, a pesar de venir en denominaciones no convencionales de 3 y 4 peniques. Sin embargo, dado el raro estado de las monedas, estas tienden a no entrar en circulación general.

También es inmune a ser procesada

Todos los enjuiciamientos se llevan a cabo en nombre del soberano, y ella es a la vez inmune al enjuiciamiento y no puede ser obligada a prestar declaración ante los tribunales.

En teoría, el soberano "es incapaz de pensar o hacer mal", según indica el jurista John Kirkhope a Business Insider. Sin embargo, la abogada baronesa Helena Kennedy QC dijo a la BBC en 2002 que "hoy en día, esa inmunidad es cuestionable".

"Aunque la ley del Reino Unido no permite incoar procedimientos civiles y penales contra el Soberano como persona, la Reina vela por que todas sus actividades a título personal se lleven a cabo en estricta conformidad con la ley", según el sitio oficial de la Monarquía.

Si el monarca comete un delito de agravio, es casi seguro que se verá obligado a abdicar. Hay al menos un precedente de que los tribunales hayan procesado al Soberano. En el siglo XVII, el rey Carlos I fue juzgado por traición tras la Guerra Civil inglesa. Dijo que "ningún poder terrenal puede cuestionarme justamente a mí (que soy vuestro Rey) como un delincuente". El Tribunal no estuvo de acuerdo e hizo que lo ejecutaran.

La reina tiene derecho a ser consultada, a animar y a advertir a sus ministros.

Suponiendo que no haya una "grave crisis constitucional", se supone que la contribución de la Reina al proceso legislativo se limita en términos reales al derecho de "ser consultada, alentar y advertir" a sus ministros, asesoramiento que se da a través de reuniones con el primer ministro.

La Reina tiene además ciertos derechos y privilegios históricos. John Kirkhope, un abogado que hizo campaña con éxito para que se hicieran públicos los detalles del "consentimiento de la Reina", proporcionó a Business Insider una lista de algunos de los derechos de los forasteros que la Reina aún posee.

• Hungerford tiene que presentar una rosa roja al Soberano a cambio de sus derechos de pesca y pastoreo.
• El Duque de Atholl debe pagar con una rosa cada vez que el Soberano lo pida. Esto sucedió recientemente durante la visita de la reina Victoria, pero no está claro si la rosa tiene que ser de un color en particular.
• Si el Soberano pasa cerca del Castillo de Kidwelly en Gales, el inquilino tiene que proporcionar un guardaespaldas con armadura completa. Esto se complica un poco por el hecho de que el castillo está actualmente en ruinas.
• El Marqués de Ailesbury es propietario de Savernake Forest y está obligado a producir una explosión en un cuerno de caza en caso de que el Soberano pase por el bosque. Esto último ocurrió en 1943.
• Del mismo modo, el propietario del Castillo de Dunlambert en Irlanda del Norte tiene que producir una explosión en una corneta antigua.